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Naturaleza

Un coloso europeo oculto en España: el acantilado costero que te dejará sin aliento

Este gigante natural se erige majestuoso sobre las aguas del océano Atlántico, brindando panorámicas sobrecogedoras y una conexión profunda con la naturaleza

Un coloso europeo oculto en España: el acantilado costero que te dejará sin aliento visit Agaete

Con una imponente altura que supera los 1.008 metros, el acantilado Roque Faneque desciende verticalmente hacia el mar, ofreciendo una vista que deja sin aliento. Considerado el acantilado más alto de Europa, se encuentra en el noreste de la isla de Gran Canaria, en el corazón del Macizo de Tamadaba.

Este gigante natural se erige majestuoso sobre las aguas del océano Atlántico, brindando panorámicas sobrecogedoras y una conexión profunda con la naturaleza más pura y salvaje, como lo describe el canal Meteored. Sin embargo, su grandeza no está exenta de desafíos, ya que, en épocas de viento, ha ocasionado algunos inconvenientes a los residentes cercanos debido a los desprendimientos de rocas.

Aparte de la asombrosa verticalidad del acantilado, la vegetación que lo adorna también merece ser destacada. En la cima del macizo se extiende un vasto bosque de pinos canarios, uno de los más grandes de las Islas Canarias, donde los vientos alisios y la humedad son constantes.

Este entorno tan particular permite el crecimiento de una flora diversa, con helechos, fayas, brezos y líquenes, que, junto a hongos y musgos, aportan un toque verde y vibrante a este paisaje agreste y majestuoso.

Lugar de culto

La Montaña de Faneque fue, en tiempos de los antiguos canarios, un importante centro de culto. Su singular relieve y las impresionantes vistas que se disfrutan desde su cumbre, que abarcan el vasto Atlántico, la silueta de Tenerife y una extensa porción de la costa occidental de Gran Canaria, desde la Punta de La Aldea hasta la Montaña de Gáldar, conferían a este lugar un carácter sagrado. Como ocurría en muchas culturas indígenas, los canarios atribuían a montañas y roques de las islas la condición de Axis Mundi: el punto de conexión entre el cielo y la tierra, entre lo divino y lo terrenal.

Además, la clara visión del Teide, conocido como "Tirma" o la 'Casa del Sol' por los aborígenes, reforzaba la sacralidad del sitio. En la cima de la montaña aún permanecen vestigios de antiguos muros y estructuras de piedra, que atestiguan la importancia de este lugar en el pasado.

Cómo llegar a Faneque

En los últimos meses, se ha trabajado en la construcción de nuevas carreteras en la zona, mejorando significativamente la seguridad para los conductores y reduciendo el tiempo de viaje en comparación con la antigua vía.

Lo ideal es comenzar el sendero en la casa forestal del Tamadaba por el sendero S-93 para continuar bajando hacia Faneque-Morro de Las Lechugas por el sendero S-91. Durante el camino te encontrarás con la cueva del zapatero que era usada por las personas que antiguamente trabajaban el monte cogiendo pincha y carbón. Fíjate también en los pinos barbados y sus líquenes colgantes.

La bajada es pronunciada y tiene una distancia de kilómetro y medio, que tendrás que volver a subir. Una vez llegues a la meseta del Faneque aumenta la precaución y disfruta de las vistas.

El camino acaba en el corte anterior a la punta de Faneque. Para acceder al extremo más saliente y ver la vertical del acantilado tendrás que destrepar por una pequeña ladera que cae al vacío y andar por un pequeñísimo camino de cabras no apto para principiantes. Un pequeño tropiezo puede acabar en tragedia.