
Tenerife Senderos
Descubre los senderos ocultos de Tenerife: te dejarán sin aliento
Si buscas disfrutar de la naturaleza y de caminatas al aire libre, en esta isla hay todo tipo de lugares desconocidos

Después de un año repleto de trabajo, eventos y responsabilidades, a menudo llega el momento de hacer una pausa y reconectar con lo esencial. Tenerife, con su variada geografía, ofrece un sinfín de rutas de senderismo ideales para quienes desean sumergirse en la naturaleza y disfrutar de caminatas al aire libre. La isla, con sus paisajes sorprendentes, esconde rincones que quizás aún no hayas descubierto, perfectos para respirar tranquilidad y revitalizarse
De Cruz del Carmen a Punta del Hidalgo: un viaje por paisajes cambiantes
Varios de los senderos más emblemáticos de Tenerife se encuentran dentro o cerca del Parque Rural de Anaga, como es el caso de la ruta que conecta Cruz del Carmen con Punta del Hidalgo, uno de los miradores más icónicos de la isla. Esta caminata comienza en el restaurante Cruz del Carmen, donde se inicia un descenso hacia Las Carboneras. Desde allí, el camino continúa en dirección a Chinamada hasta llegar finalmente a Punta del Hidalgo.
La ruta se puede dividir en tres tramos bien diferenciados. El primero transcurre por un frondoso bosque de laurisilva, un ecosistema autóctono que otorga un aire misterioso y único a la isla. En el segundo tramo, el paisaje cambia a una escena agrícola, con cultivos que contrastan con la vegetación silvestre. Finalmente, el tercer tramo es un descenso por terrenos de matorral que nos llevan hasta la costa norte de Tenerife, donde la escarpada orografía y las vistas al mar hacen de este sendero una experiencia visualmente impresionante.
Lo que hace especial esta caminata es la diversidad de paisajes que se pueden admirar en un solo recorrido, ofreciendo un viaje sensorial a través de algunos de los rincones más bellos y variados de Tenerife.
Sendero de Montaña Blanca al Pico del Teide: un desafío con vistas impresionantes
El Sendero de Montaña Blanca, también conocido como Sendero 7, inicia en la base de la montaña y asciende hasta La Rambleta, situada a 3.555 metros sobre el nivel del mar, el punto más alto accesible sin necesidad de un permiso especial para llegar al Teide. Desde La Rambleta, los senderistas pueden optar por continuar hacia la cima utilizando el Sendero 10, conocido como Telesforo Bravo, que lleva hasta la cumbre del volcán. Si no se cuenta con el permiso necesario, existen alternativas como el Sendero 11, que llega al Mirador de la Fortaleza, o el Sendero 12, que conduce al Mirador del Pico Viejo.
Este recorrido, de aproximadamente ocho kilómetros, requiere una buena condición física, ya que el desnivel considerable lo convierte en una ruta exigente. Sin embargo, el esfuerzo se ve recompensado por las impresionantes vistas y el paisaje volcánico que se despliega ante los ojos de los caminantes. Para quienes buscan un desafío mayor, existe la opción de seguir una ruta alternativa más exigente a través de la TF-38, que pasa por Pico Viejo, el segundo pico más alto de la isla, y lleva a la Rambleta por un camino más largo y técnico, ideal para quienes desean explorar más a fondo el impresionante entorno del Teide.
El recorrido Vilaflor-Paisaje Lunar-Vilaflor: un viaje en el tiempo y la naturaleza
Desde el pintoresco pueblo de Vilaflor, se puede realizar una de las rutas de senderismo más antiguas de Tenerife, que forma parte del histórico Camino Real de Chasna. Este antiguo sendero, utilizado por los guanches hace más de 500 años para atravesar la isla de norte a sur, hoy permite disfrutar de una experiencia única en el sur de la isla. En lugar de recorrer toda la isla, los senderistas pueden optar por un recorrido circular que atraviesa uno de los paisajes más sorprendentes de Tenerife: el Paisaje Lunar.
El sendero está perfectamente señalizado, y basta con seguir la dirección hacia Los Escurriales, donde se encuentra esta singular formación geológica. A lo largo del camino, los senderistas atraviesan un hermoso bosque de pino canario, pero es al llegar al Paisaje Lunar donde el verdadero espectáculo comienza. Este peculiar paisaje se caracteriza por numerosas formaciones rocosas de color beige, moldeadas por la erosión de una forma tan inusual que parece que hubieran sido esculpidas por un artista moderno. Las piedras, algunas inclinadas y otras con formas caprichosas, hacen que el lugar se asemeje a la superficie de la Luna, brindando una sensación de estar en otro mundo.
Este sendero no solo ofrece una inmersión en la historia y la naturaleza de Tenerife, sino que también regala una de las vistas más sorprendentes de la isla, donde la magia del paisaje y la imaginación se entrelazan.
El camino Afur-Taganana-Afur: naturaleza y encanto en el corazón de Anaga
Otro de los senderos emblemáticos de Anaga es el que conecta Afur con Taganana, una caminata circular que se ha ganado su lugar entre las rutas más hermosas de Tenerife. Este recorrido permite sumergirse en los fascinantes bosques de laurisilva, caminar entre imponentes acantilados y descubrir un paisaje diverso y sorprendente.
La ruta comienza en Afur, un pequeño y pintoresco pueblo de montaña con menos de 100 habitantes, donde se inicia el sendero que se adentra en el macizo de Anaga con destino a Taganana. Este último, un lugar de gran valor histórico y arquitectónico, ofrece una visión única de la isla.
A lo largo del camino, uno de los puntos más destacados es la playa de Tamadite, considerada una de las más bellas de Tenerife, rodeada por acantilados que crean un paisaje espectacular. Aunque el baño no está permitido debido a las peligrosas corrientes, la belleza natural del lugar es cautivadora. Otro de los miradores imprescindibles en esta ruta es el de los Roques de Anaga, desde donde se pueden admirar tanto los acantilados que caen a plomo sobre el océano Atlántico como el imponente paisaje montañoso que caracteriza la zona.
Las Siete Cañadas: un recorrido geológico entre volcanes y paisajes únicos
Una de las caminatas más fascinantes de Tenerife es la de las Siete Cañadas, una ruta que forma parte del antiguo Camino de Chasna, el histórico trayecto que conectaba el norte y el sur de la isla. Este sendero atraviesa el Parque Nacional del Teide, un área emblemática donde se acumulaban los materiales volcánicos tras las erupciones, dando lugar a un paisaje aparentemente desértico pero de enorme interés geológico.
A pesar de su apariencia árida, Las Cañadas es una de las zonas más impresionantes de Tenerife, con una rica historia volcánica que la convierte en un lugar único para los amantes de la geología. La ruta, que se considera una de las más largas de la isla, parte del Parador Nacional, y uno de sus principales atractivos son las vistas panorámicas del majestuoso Teide, que se despliegan a lo largo del recorrido.
La mejor época para realizar este sendero es en junio, cuando florece el tajinaste, una planta característica de la zona que, con su vibrante color rojo, adorna el paisaje volcánico. Además, durante el trayecto se pueden observar numerosas formaciones geológicas, como el emblemático Roque del Capricho, que ofrece una muestra más de la belleza natural de este parque.
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