
Naturaleza
Uno de los lagos más extraños del planeta es verde y está en España
Este rincón, de apariencia casi extraterrestre, ofrece un espectáculo cromático inusual

En el Parque Natural de los Volcanes, al suroeste de la isla de Lanzarote, se encuentra uno de los lugares más sorprendentes y visualmente impactantes del Archipiélago: el Charco de los Clicos, también conocido como el Lago Verde. Este rincón, de apariencia casi extraterrestre, ofrece un espectáculo cromático inusual, donde los contrastes entre el verde fosforescente de la laguna, el negro volcánico de la arena y los tonos ocres de los riscos convierten este espacio en un lugar de visita obligatoria.
El Charco de los Clicos se sitúa en el cráter de un antiguo volcán parcialmente sumergido en el océano Atlántico. Esta peculiaridad geológica, proyectada a lo largo de milenios por la acción conjunta del viento y el mar, ha dado lugar a una formación natural tan espectacular como inusual: un lago incrustado dentro del propio cráter volcánico, a tan solo unos metros del mar abierto. Esta singular disposición hace que el lugar desprenda una atmósfera que, según muchos, “parece de otro planeta”.
El característico color verde del agua del Charco no es producto de ningún artificio, sino de un fenómeno natural originado por la abundancia de azufre y la presencia de microalgas en suspensión. Esta combinación química da como resultado ese tono verde intenso que contrasta con la arena negra de origen volcánico que cubre la playa contigua.
¿Qué eran los clicos?
El nombre “Charco de los Clicos” proviene de una especie de molusco bivalvo comestible, el clico, que antiguamente habitaba en abundancia estas aguas. Según relatan las personas del lugar, su población se extinguió tras la introducción accidental de tortugas en la laguna, alterando el delicado equilibrio ecológico del espacio. A pesar de ello, el nombre persiste en la memoria de los lanzaroteños y continúa identificando a este icónico paraje.
Rodeando la laguna, el perfil del cráter volcánico se alza con formas escarpadas y erosionadas por el tiempo, mostrando capas geológicas que cuentan la historia eruptiva de la isla. A los pies del lago se alza una playa de arena negra. Sin embargo, a pesar de su atractivo, este rincón costero no es apto para el baño debido a la fuerte corriente del mar, que puede resultar especialmente peligrosa.
El acceso al Charco de los Clicos es gratuito y se puede realizar durante cualquier momento del día. Un pequeño mirador situado junto al aparcamiento ofrece una vista panorámica privilegiada del espacio, ideal para los amantes de la fotografía y quienes buscan capturar la intensidad de los colores.
La visita puede completarse con un paseo por el cercano pueblo de El Golfo, una pintoresca localidad marinera famosa por su oferta gastronómica basada en pescado fresco. Sus restaurantes junto al mar son el complemento perfecto para una jornada de aventuras por esta zona de la isla.
Cómo llegar
El acceso al Charco de los Clicos es sencillo. Desde Yaiza, uno de los municipios más cercanos, se debe tomar la carretera LZ-703 en dirección a El Golfo. Una vez en el pueblo, basta con seguir las señales hasta el aparcamiento cercano al mirador del Charco. Desde allí, un breve paseo a pie conduce al borde del cráter donde se contempla este insólito lago.
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