Experta en nutrición nos explica las claves para evitar el ‘efecto rebote’ tras las vacaciones de verano
Marga Martín, dietista de Quirónsalud Toledo, nos aclara las dudas sobre esta temida consecuencia alimentaria
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Llega el otoño y muchas personas se enfrentan de nuevo con la rutina tras unas largas vacaciones de verano donde han aumentado su peso corporal. Esta etapa se puede hacer muy cuesta arriba principalmente por el estrés que genera, por un lado, la vuelta al trabajo y por otro, el seguir una dieta estricta para conseguir bajar de peso.
En este punto, la motivación, la organización y la disciplina son tres de los pilares fundamentales para conseguir tus anisados resultados. Sin embargo, en muchas ocasiones se ha demostrado que las dietas excesivamente estrictas pueden generar consecuencias negativas como falta de energía, problemas de salud o el conocido y temido 'efecto rebote'.
Afortunadamente, Marga Martín, dietista de Quirónsalud Toledo, experta en obesidad y en alimentación a la mujer / materno infantil nos detalla cuales son las claves que debemos de seguir para evitar el ‘efecto rebote’ tras las vacaciones de verano y otros aspectos importantes para tener en cuenta.
"No, son conceptos distintos, aunque ambos vienen definidos por el IMC (índice de masa corporal).El sobrepeso es un peso para la estatura superior a dos desviaciones de lo que sería el ‘normopeso’ según el IMC, y la obesidad sería un peso para la estatura superior a tres desviaciones de lo que sería el ‘normopeso’ según el IMC.
No obstante, la mayoría de los dietistas y nutricionistas estamos de acuerdo de que el IMC está desactualizado, porque para nosotros el peso ideal o ‘normopeso’ va más allá de estos parámetros. Parar mi un peso ideal es el peso que una persona pueda perdurar en el tiempo con unos hábitos de alimentación saludables, sin falta de nutrientes y que le genere una buena calidad de vida", detalla Marga Martín.
"Podríamos decir que sí, ya que la influencia de la genética sobre el peso puede manifestarse de diferentes maneras, como la velocidad del metabolismo, el apetito, la saciedad, el índice de masa corporal, etc", aclara.
"La pérdida de peso no es magia, al final lo que necesitamos es DÉFICIT CALÓRICO, es decir, consumir menos calorías de lo que mi cuerpo gasta para conseguir esa bajada de peso.
Pero no es igual en todas las personas, porque influyen miles de factores como por ejemplo el estrés que tenga cada persona, esto hace que se eleve el cortisol, hormona del estrés que nos dificulta la pérdida de peso, también los gustos alimenticios, para una persona que le guste todo tipo de verduras le va a resultar más fácil que la persona que a penas las pruebe. El tipo de trabajo, ningún trabajo por muy activo que sea se va a considerar actividad física, pero el gasto energético en un trabajo activo va a ser mucho mayor que en un trabajo sedentario.
Es decir, la adherencia que tenga la persona a ese déficit calórico va a jugar un papel muy importante", explica esta experta en nutrición.
"No, ninguna dieta estricta va a ser buen para la salud, porque si es estricta significa que tiene un déficit calórico muy agresivo, por lo que si es así significará que habrá falta de nutrientes fundamentales como una legumbre (proteína vegetal e hidrato de carbono), falta de pasta integral (hidratos de carbono de calidad).
En definitiva, sería falta de nutrientes que nos podría afectar a la salud y que además hará que cuando los comas de nuevo vuelvas a coger peso de manera rápida", destaca.
"Por regla general no, y explico esto, porque una persona que venga de muy malos hábitos de alimentación, en cuanto estructure sus nutrientes y hábitos, perderá peso de una manera rápida, pero esto ocurrirá durante un periodo corto de tiempo, después todo se estructurará y perderá peso de una manera más acorde, por lo que, si esta bajada de peso tan rápida es de manera prolongada, sería una mala señal y podría tener problemas de salud".
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"El origen de esta consecuencia alimentaria se debe principalmente a ingerir unos menús con un aporte calórico excesivamente bajo, lo que hace que en el momento en el que aumentes las calorías (por pocas que sea) el cuerpo aumentará de peso de manera rápida. Para evitarlo, llevar una alimentación nutritiva con todos los nutrientes que necesitamos (hidrato de carbono, proteínas, grasas saludables, fruta y verdura)", señala Marga Martín.
"No me gusta el concepto de “saltarse la dieta” pues realmente dietas hacemos todos para podernos alimentar, sería modificar nuestra alimentación habitual durante un periodo corto de tiempo.
Para mi sería beneficioso si entendemos el concepto que acabo de explicar, es decir, cambio mi alimentación de manera puntual siendo consciente de ello y disfrutando sin pensar en ningún momento que voy a tirar todo por la borda ni nadad por el estilo y al día siguiente volver a mi alimentación habitual sin hacer ningún tipo de locura. Si entendemos esto de esta manera, para mi esta persona tendría una muy buena relación con la comida, por lo que sí sería saludable".
"Muy importante, por eso es fundamental darnos cuenta de las personas que seguimos en redes sociales y que la información que nos estén dando con respecto a la alimentación sea fiable, basada en una evidencia científica y que vaya a acorde con unos hábitos nutritivos, porque esto psicológicamente nos puede afectar mucho y también como hayamos entendido durante toda la vida nosotros mismos la nutrición", insiste.
"Es vital que el acompañamiento nutricional se adapte al paciente/cliente y no el paciente/cliente se adapte al acompañamiento nutricional. Esto es una manera de éxito seguro. Si lo que vas a hacer te va a provocar más estrés de lo que ya tenemos en el día a día, va a fracasar, por eso es importante que el acompañamiento nutricional se adapte a ti, gustos alimenticios, rutinas, economía, conciliación, etc", detalla.
"Una dieta rica en nutrientes, donde consuman todas las semanas legumbres, donde el postre de elección en comidas principales sea la fruta y la bebida el agua, que tomen verduras en todas sus comidas, no olvidar el aporte de proteína e hidratos de calidad como la pasta, arroz, pan integral y sobretodo que tengan en cuenta las proporciones de sus platos en base a sus características, es decir, rutinas y actividad física que hagan", concluye Marga Martín, dietista de Quirónsalud Toledo.