
Pueblos
Los nombres más insólitos de los pueblos de Castilla-La Mancha y su significado
Los nombres de los pueblos de Castilla-La Mancha no solo tienen una sonoridad peculiar, sino que cada uno de ellos guarda una rica historia

Castilla-La Mancha es una región española llena de historia, tradición y belleza. Conocida por sus quesos, vinos y otros productos gastronómicos, también es hogar de algunos de los pueblos más bonitos de España, como Almagro, Villanueva de los Infantes y Alcalá de Júcar.
Pero, más allá de estos conocidos lugares, la región esconde localidades con nombres realmente curiosos, cada uno con su propia historia y origen. Si alguna vez te has preguntado por qué algunos pueblos castellano-manchegos tienen nombres tan singulares, hoy te revelamos el origen de algunos de los más insólitos.
Cebolla (Toledo)
Aunque el nombre de Cebolla puede parecer simple, su origen es objeto de debate. Situada en la provincia de Toledo y con una población de alrededor de 3.190 habitantes, esta localidad podría deber su nombre a varias teorías.
Una de ellas sostiene que proviene del árabe "yevayla", que con el tiempo se transformó en "zeboila" y luego en "zebolla". Otra teoría más directa lo relaciona con el término latino "caepulla", que hacía referencia a la cebolla, el cultivo predominante en la zona. Además, se ha sugerido que el nombre también podría derivar de una venta del camino de Talavera, conocida como "Venta de la Cebolla".
Brazatortas (Ciudad Real)
Brazatortas, un pequeño pueblo de Ciudad Real con una población aproximada de 1.000 habitantes, posee un nombre que refleja su geografía. Su etimología proviene de dos términos: "braza", una palabra prerromana que hace referencia a un "valle de río", y "tortus", que en latín significa "torcido".
Esta combinación de palabras hace alusión a las curvas que el río Ojailén describe al pasar por la localidad. Así, el nombre de Brazatortas describe de manera precisa el paisaje fluvial que caracteriza el pueblo.
Casas de Fernando Alonso (Cuenca)
A pesar de lo que muchos podrían pensar, el nombre de Casas de Fernando Alonso no tiene nada que ver con el famoso piloto de Fórmula 1. Este municipio de la provincia de Cuenca, con unos 1.100 habitantes, debe su nombre a un Fernando Alonso del siglo XVI, un señor de la localidad de San Clemente que adquirió el convento de frailes teatinos y fundó este nuevo asentamiento. El nombre, por lo tanto, hace referencia a una figura histórica local, que nada tiene que ver con el deporte.
Tembleque (Toledo)
Tembleque, un municipio toledano con casi 2.000 habitantes, tiene un origen bastante curioso. Aunque el nombre podría sugerir que se refiere a un lugar donde ocurre algún tipo de temblor, existen varias teorías sobre su origen. Una de las más aceptadas es que deriva de "tembleco", el gentilicio de una localidad cercana, Tielmes.
Otra teoría sostiene que proviene de la palabra latina "tremulare", que significa "temblar", lo que podría referirse a los terrenos pantanosos de la región. Lo que está claro es que, a lo largo de los siglos, Tembleque ha mantenido su identidad, reflejada en su nombre.
Pepino (Toledo)
El nombre de Pepino es otro de los más singulares de Castilla-La Mancha. Situado en Toledo y con alrededor de 3.160 habitantes, su nombre se ha vinculado popularmente con un labrador llamado Alonso Pepino, quien vivió en el pueblo. Sin embargo, no hay evidencia sólida que confirme que este sea el origen del nombre.
En realidad, podría tratarse de un nombre relacionado con una característica geográfica o con algún otro evento histórico local, aunque la conexión con el pepino como vegetal ha perdurado en la tradición popular. Los habitantes del pueblo son conocidos como "pepineros" o "pepineras", lo que refuerza la vinculación entre el nombre y el vegetal.
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