Castilla y León

Comparando Pasiones

Verso comparativo entre “la pasión de Cristo y la de la pandemia”

SEMANA SANTA
Una mujer enciende velas en una ventana de la localidad burgalesa de Sotillo de la Ribera, en la que se debería haber celebrado la procesión de "La Carrera"Paco SantamaríaAgencia EFE

Otra vez, miles de veces

Me he dirigido a Ti

Durante el año te rezo,

O canto el himno que aprendí

Y si voy a visitarte

Vuelvo a mi casa feliz.

Nos hemos acostumbrado

A verte en las procesiones,

Hoy por fin me he decidido,

Quiero comparar pasiones.

A ti CRISTO DEL AMPARO

Me dirijo confiado,

Y te cuento las diferencias

En la pasión que he notado.

Un viernes, hora de “nona”

Que son las tres de la tarde

Y allá en lo alto de un monte

Mientras que la tarde cae,

Un centurión, sus soldados

Tres discípulos, tu madre

Y unos curiosos de lejos

Esperan el desenlace.

Hoy médico, enfermeras,

Luchando en los hospitales

Intentan codo con codo

Remediar lo irremediable.

Y miles de “cirineos”

Voluntarios que no dudan

Luchar a brazo partido

Si pueden servir de ayuda

pescando un día con los tuyos

Rendido sentiste sueño

Y la tempestad bramaba

Y a todos llenos de miedo

Y te clamaban gritando:

“Sálvanos que perecemos”

SEÑOR en ti confiamos

Y aunque a veces dudemos,

Si estás dormido despierta,

Que hay más de quince mil muertos

Y la turba silenciosa

Que mira desde lo lejos

Dice: Señor ¿hasta cuándo?

Señor, que se acabe esto.

Truenos, rayos y otros signos

Oscuridad en la tierra

Ahora reclusión, silencio,

Y sigue esta sorda guerra.

Se escuchó una voz potente

Clamó un sencillo mensaje:

“Madre, ahí tienes a tu hijo”.

“Hijo ahí tienes a tu madre”.

Y se la entregas confiado

Al discípulo que amabas.

Muchos en los hospitales

No oirán esas palabras.

Y luego un grito el postrero

Que estremece a los soldados.

“Padre mío, Padre mío,

¿ Por qué me ha abandonado.”?

Y ladeando la cabeza.

“Ya todo está consumado”

Tu entierro humilde y callado

Pedro, Juan, José, María,

Y alguno o fiel o curioso

También te acompañaría

aquí no hay “Aritmateas”

Que te donen un sudario

Y formarán dos personas

El séquito funerario.

Un féretro con un número

O un humilde envoltorio

Ni más pésames ni duelos

Ni misas ni velatorios.

Señor lo que he comparado

De tu pasión y la nuestra,

Seguro que no es exacto,

Pero nos sirve de muestra.

Me quedo con las palabras

Que desde la cruz lanzaste:

“Tu Padre perdónales,

Porque no saben lo que hacen”.