Coronavirus
Los cazadores alertan del aumento de fauna silvestre y piden que se permita la actividad cinegética
Respaldan un documento elaborado por científicos, que defiende la importancia de controlar las especies durante el estado de alarma
La caza no levanta cabeza en los últimos tiempos. A las continuas denuncias por parte de los ecologistas en los últimos años ante las distintas leyes que se han aprobado en el Parlamento autonómico, llegando incluso a paralizar durante meses la actividad en la pasada legislatura por un fallo de la Justicia, ahora se suma la suspensión de la actividad cinegética debido al estado de alarma decretado por el Gobierno de España que obliga a los españoles a permanecer en sus casas salvo para lo imprescindible y prohíbe numerosas actividades económicas, pero también sociales o medioambientales, como es la caza.
Y es que si antes de que la pandemia entrara en nuestras vidas ya existía un cierto recelo entre el sector debido al aumento de la población de diversas especies, como jabalíes, ciervos, corzos y conejos principalmente, que estaban poniendo en riesgo muchos cultivos aparte del peligro para la seguridad vial en las carreteras, ahora con esta restricción de la actividad cinegética el aumento de la población de estos animales está creciendo de manera exponencial y, además, están empezando a invadir las zonas urbanas, como se está viendo estos últimos días con la presencia de corzos en Valladolid e incluso de osos en algún municipio del norte de León.
Una situación que mantiene en jaque a los agricultores y ganaderos de la Comunidad, pero también a los que se dedican a la caza, pero no por dinero o como actividad económica, que también, especialmente para las zonas del medio rural, tan importante también para fijar población, sino por que son los que realmente mantienen el ecosistema y permiten que el campo se pueda disfrutar como se ha hecho siempre a lo largo de la historia. De hecho, son muchas las voces en esta Comunidad, incluida la del campo y la del propio Partido Socialista en la oposición a la Junta, que piden al Gobierno autonómico un plan inmediato de actuación en la lucha contra el control de la fauna salvaje que sea liderado por el departamento que dirige Juan Carlos Suárez-Quiñones y, a ser posible, con recursos propios.
De ahí también que los cazadores no entiendan que se paralice la actividad cinegética en estos momentos cuando es un problema que viene de atrás y que esta pandemia y posterior estado de alarma lo están agravando aún más, con las consecuencias negativas que se derivan para el campo y el medio rural.
Este lunes, un grupo de científicos ha dado a conocer un documento sobre la importancia del control de fauna silvestre durante el estado de alarma y que pretende que la sociedad conozca las consecuencias de la elevada densidad de algunas poblaciones cinegética en España, entre las que cita los accidentes de tráfico que provocan (más de ocho mil en los últimos tres años), los daños a los cultivos (entre 8.000 y diez mil siniestros en el mismo tiempo con pérdidas millonarias), la persistencia de enfermedades de gran relevancia para la sanidad pública y animal o el perjuicio que hacen a los ecosistemas.
El documento concluye que por estos motivos y algunos otros más el control de poblaciones realizado por cazadores es una herramienta clave porque se utiliza para mantener las densidades de determinadas especies en el medio natural, cumpliendo así una función primordial en la resolución de los problemas mencionados.
Los cazadores de España y de Castilla y León, a través de sus federaciones, han mostrado este lunes su respaldo a este manifiesto científico firmado por un grupo de 17 profesores universitarios y al que se han unido también las organizaciones agrarias, agricultores y ganaderos y agentes del sector forestal, para pedir que se permita la caza para retomar este incremento de población de la fauna silvestre.
Además, los cazadores recuerdan que no están pidiendo cazar en estos momentos, sino que lo que están reclamando es que les dejen ponerse al servicio de la Administración pertinente para poder llevar a cabo acciones de gestión que consisten en el control de algunas poblaciones de ciertas especies.
El ejemplo de Castilla-La Mancha y los conejos
Las Comunidades Autónomas son las que autorizan estos controles sobre la base de la información científica de la situación de las especies sobre las que actuar y sus consecuencias. Y al respecto, cabe señalar que la región de Castilla-la Mancha ha aprobado una norma por la que mientras dure el estado de alarma, se pueda llevar a cabo la caza de conejos en terrenos cinegéticos ante la problemática existente con esta especie en esta Comunidad. Si bien, esta caza han de realizarla los respectivos vigilantes, el agricultor o persona autorizada por este en la parcela de cultivo afectada y siempre con el conocimiento y la supervisión del titular del terreno y siempre manteniendo las distancias de seguridad.
Una medida que aplauden desde la federación de caza y gentes del campo y que ponen como ejemplo de lo que se puede hacer en este estado de alarma.
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