Valladolid

“El monstruo sigue muy presente”

El médico de Familia, Óscar Martín, anima a “no bajar la guardia” y reprocha el comportamiento de una minoría que puede “echar por tierra el trabajo hecho hasta ahora”

El médico de Familia vallisoletano, Óscar Martín del Barco, atiende a LA RAZÓN
El médico de Familia vallisoletano, Óscar Martín del Barco, atiende a LA RAZÓNLa Razón

Desde que apareciera el coronavirus en nuestras vidas, Óscar Martín del Barco, médico de Familia en la localidad vallisoletana de Cigales, no ha parado, a través de las redes sociales, de realizar sugerencias y recomendaciones a los ciudadanos. Sobre cómo usar las mascarillas, normas de higiene, de distanciamiento, de los pasos a dar en las distintas fases... Unos consejos que siguen decenas de personas, que le agradecen sus comentarios, y que además de hacerle consultas personas, le animan, día tras día a que continúe haciéndolos, con el objeto de llegar a más gente y concienciar, sobre todo concienciar.

LA RAZÓN dialoga con Óscar, representante también de “ayudaentrepueblos”, asociación centrada en la ayuda a la atención sanitaria en Gambia, y lo primero que recalca es que “el monstruo, a día de hoy, sigue muy presente”, y por ello anima a la población a “no bajar la guardia” ya que puede existir un nuevo rebrote antes de verano.

Estos mensajes se iniciaron, según indica, debido a las preguntas que se hacían los ciudadanos en los primeros días de la pandemia y me “pareció una buena idea Facebook” para no colapsar el sistema sanitario. Centrado a lo largo su dilatada trayectoria profesional, a todo aquello relativo al ámbito social y a la ayuda humanitaria, ha pretendido así ir actualizando en todo momento toda la información recogida del personal sanitario e ir respondiendo a las preguntas que iban llegando a su perfil.

Tras diez semanas conviviendo con el coronavirus, Óscar Martín afirma que “no gana el que hace un esprint para llegar a la fase 3 sino el que corre menos riesgo y no da pasos en falso, Más bien es una maratón”. Por ello señala que, cada paso tiene que ser seguro, hasta que llegue un tratamiento eficaz o la ansiada vacuna. “Vivimos un momento de desescalada por que la incidencia del virus ha bajado mucho, pero el monstruo sigue entre nosotros, y lo que se está viendo en los últimos días con minorías haciendo botellones, fiestas o manifestaciones, está estropeando el comportamiento ejemplar que ha hecho toda la población y echa un poco por tierra el duro trabajo realizado hasta ahora”, incide.

Por ello, el médico insiste en que se debe seguir insistiendo, una y otra vez, en mensajes, lavado de manos, distancias de seguridad, mascarillas, evitar las aglomeraciones. “No he oído que haya que salir a pasear o ir a correr todos los días. Yo soy corredor y con lo que veo no me animado a salir. Hay que entender que la nueva normalidad no es la de antes”, manifiesta.

Óscar Martín recuerda que en las primeras semanas de aparición del virus, y al conocer que se abría en la Feria de Valladolid un hospital de campaña, “verbalicé en mi centro que nos íbamos a las trincheras sanitarias. Al principio, la famosa curva no era tal, era una auténtica recta de 90 grados y pensábamos que no tenía fin, por suerte no ha sido así”. “Desconocemos hoy todavía mucho sobre el virus y le tengo mucho respeto, a lo mejor no hemos entendido muy bien que la nueva normalidad no es la de antes. No sabemos lo que va a pasar, y por eso ahora no es el momento de bajar la guardia”, reitera. “Vemos demasiada gente en la calle y no sé si los sanitarios aguantarían una oleada como la primera”.

Lo que tiene claro este médico es que “tenemos que seguir cuidando de nuestros mayores, de las personas con enfermedades crónicas”, por ello dice que “no pasa nada por alargar, en el tiempo los abrazos y besos a toda este gente, por que siguen siendo los más vulnerables”.

Nuestro sistema sanitario se ha sabido organizar y estamos organizados para lo que venga”, deja claro, aunque los primeros días fueron un poco caóticos, donde hubo que montar “circuitos de zona de coronavirus y otra para gente que no tenía el virus”. “Los médicos de Familia somos los medicos de las personas”, y por ello pide un reconocimiento no sólo para este colectivo, sino para todos aquellos que han luchado en primera línea en todo este tiempo, y contar, eso sí, con “más recursos sanitarios”.

Además, alza la voz para reclamar también que se tenga más en cuenta a los países que tienen pocos recursos, o a los refugiados, por que están luchando “en pijama contra este monstruo”, y que está pandemia está provocando una gran crisis humana que se está convirtiendo en otra de derechos humanos. “Ojalá que cuando salgamos de esto, nos encontremos con un mundo más justo, más humano, más habitable, que seamos todos más sensatos”, concluye.