Seis años de cárcel para los dos jóvenes condenados por el atropello mortal de otro en Ávila

El Juzgado de lo Penal 1 condena a seis años de cárcel a dos jóvenes de 29 y 22 años, (J.E.M.M. y J.M.S.), por el atropello mortal del estudiante de enfermería José Echevarría, que tuvo lugar en la calle Capitán Peñas en la madrugada del 6 de octubre de 2019. 

Según recoge la sentencia, de la que informa el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), se le imponen a cada uno de ellos tres años de prisión por el delito de homicidio por imprudencia grave y por abandonar el lugar, otros tres años y dos meses. Además, se les priva del derecho a conducir durante cinco años y medio y se les retira el permiso. También, se les impone la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena.

De la misma forma deberán indemnizar con 79.072,25, 73.508,18 y 26.521,42 euros, respectivamente, y los seguros deberán hacerse cargo. También los condenados tendrá que hacer frente a parte de las costas procesales. Además, se les absuelve del delito de conducción temeraria.

Los hechos ocurrieron cuando la víctima estaba atravesando el paso de peatones de la calle Capitán Peñas a las 3.38 horas cuando fue atropellado por el vehículo BMW 530D que conducía quien era conductor habitual y propietario, el acusado J.E.M.M, de forma que lo golpeó con el turismo en su extremidad inferior izquierda, siendo éste elevado del suelo, impactando con su cabeza en la parte superior derecha de la luna parabrisas del coche, para después, ser volteado y lanzado hacia la calzada. 

Además, a continuación fue atropellado por otro turismo que circulaba detrás del anterior, por lo que fue también arrastrado varios metros. Los dos coches circulaban a una velocidad superior a la permitida, puesto que lo hacían a casi 65 kilómetros por hora, cuando esta vía está limitada a 50.

La Fiscalía pedía seis años y medio de prisión para los dos hombres acusados del atropello mortal ya que les atribuía un delito de homicidio por imprudencia grave, otro de conducción temeraria y un tercero de abandono del lugar de los hechos.

La acusación particular reprochó a los acusados que no hubieran dado respuesta a lo que sucedió y coincidió en que conducían “de forma anormal y ajena a cualquier normativa”, además de “abandonar el lugar y ocultar los vehículos y a ellos mismos”. La defensa, por su parte, insistió en que “no hay certezas sobre la autoría y eso es clave.