Medio Ambiente

La finca de Valsemana (León), última parada de la osezna Éndriga en su reintroducción al medio natural

La cría de oso pardo apareció en agosto en el municipio asturiano de Somiedo con síntomas de hipotermia, hipoglucemia y un peso muy inferior al adecuado

La osezna Éndriga, trasladada al recinto de aclimatación de osos pardos de la finca de Valsemana (León)
La osezna Éndriga, trasladada al recinto de aclimatación de osos pardos de la finca de Valsemana (León)Ical

a cría de oso pardo cantábrico recogida el pasado 27 de agosto por agentes del medio natural en el municipio asturiano de Somiedo llegó este miércoles al recinto de aclimatación o presuelta de osos pardos ubicado en el monte leonés de Valsemana, según informaron fuentes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la que depende esta instalación. Bautizada con el nombre de Éndriga, en honor a la localidad en la que fue hallada, la osezna disfrutará de unas amplias y aisladas instalaciones, con un adecuado enriquecimiento ambiental, de cara a su reintroducción al medio natural en la próxima primavera, siempre que la evolución sea la esperada.

Desde el pasado mes de octubre, Éndriga se encontraba en el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre del Gobierno de Cantabria, en el municipio de Villaescusa, a donde llegó procedente del hospital veterinario Buenavista de Oviedo, donde ingresó presentando hipotermia, hipoglucemia y un peso tres veces inferior al adecuado para su edad. Además, la cría presentaba lesiones cutáneas que se diagnosticaron como sarna, además de numerosas mordeduras infectadas.

Durante sus dos meses ingresada en el hospital, la osezna se estabilizó, se rehidrató y se curó de sus lesiones cutáneas, gracias a los cuidados de los especialistas. Tras someterla a un tratamiento farmacológico y reiniciar su alimentación, los veterinarios trasladaron al animal al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre del Gobierno de Cantabria.

En los dos meses que pasó en esas instalaciones, la rutina de enriquecimiento ambiental y de hospitalización en aislamiento total y bajo videovigilancia contribuyó a fomentar las actitudes normales del animal y a evitar su habituación a las personas. Durante ese periodo, la evolución de Éndriga, tanto a nivel clínico como de comportamiento, fue muy positiva, con periodos cada vez mayores de actividad y juego y un peso actual de 30 kilos.

Sin embargo, y a pesar de que ya se puede considerar que el animal está fuera de peligro, el comité veterinario del grupo de trabajo del oso pardo cantábrico consideró que la osezna aún no es apta para una liberación directa en estas fechas, puesto que su crecimiento y comportamiento aún requieren de un cierto control.

Por ello, los equipos técnicos y veterinarios de la Junta, del Principado de Asturias y del Gobierno de Cantabria, junto con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y de los servicios veterinarios del parque de la naturaleza de Cabárceno consensuaron el traslado de la osezna al recinto leonés, una vez superadas las graves lesiones que padecía inicialmente.

Estas instalaciones de aclimatación de osos pardos de Valsemana, situadas en terrenos aislados y alejados de actividades humanas pertenecientes al municipio de La Ercina, facilitarán la aclimatación del animal al medio natural de forma previa a su reintroducción al medio natural. En ese sentido, la Junta mejoró las características del recinto, mediante el incremento del número de cámaras de videovigilancia y la recreación de una cueva en el interior de la osera.

La última inquilina de las instalaciones de aclimatación de osos pardos de la finca de Valsemana fue la osezna Saba, recogida en mayo del año pasado en las inmediaciones del cercado de Proaza (Asturias). Tras su paso por el recinto, el animal fue reintroducido con éxito en el parque nacional de los Picos de Europa.

Al respecto, fuentes de la Consejería de Medio Ambiente destacaron el trabajo desarrollado por el equipo humano que trabaja en las instalaciones, integrado por peones especialistas, agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y personal técnico del Servicio Territorial de Medio Ambiente de León. De la misma manera, atribuyeron el éxito de este caso al “esfuerzo de coordinación” entre las administraciones de las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria y Castilla y León, junto al Miteco.