Sanidad
“¡Esto es la leche!”
Aúreo López García, usuario de la residencia Santa Eugenia de la localidad palentina de Cevico de la Torre, es el primer vacunado de la Comunidad y anima a todos a seguir sus pasos
Se esperaba con impaciencia esta jornada en la residencia de mayores Santa Eugenia de la localidad palentina de Cevico de la Torre, después de que conocieran que sus residentes y trabajadores eran los elegidos para arrancar la campaña de vacunación contra la covid en Castilla y León.
Un honor que ha recaído en Aúreo López García, usuario de este centro de 88 años, quien pasará a la historia como la primera persona que se inmuzió en nuestra Comunidad contra un letal y contagioso virus que se ha llevado la vida de más de seis mil ciudadanos de Castilla y León desde marzo, y la gran mayoría de residencias de mayores.
“Esto es la leche”, decía Aúreo nada más recibir la primera dosis de esta vacuna de Pfizer -la segunda será dentro de 21 días-, muy satisfecho y contento por haber podido ser el primero. Cuenta este residente que siempre ha confiado en la vacuna, que nunca ha tenido miedo a ello y que estaba dispuesto a vacunarse en cuanto le tocara el turno. Es más anima al resto de la ciudadanía a que sigan sus pasos “porque mal no va a hacer”, apunta, a la vez que pone de manifiesto que de momento no ha sentido reacción alguna.
También está deseando de que pasen cuanto antes los 21 días que hay que esperar hasta recibir la segunda dosis para poder decir que ya está inmunizado contra la covid -aunque aún habría que esperar una semana más según Sanidad para ello-, porque según cuenta quiere disfrutar de más libertad que la que ha tenido en estos últimos meses por la pandemia.
“Antes andaba entre cuatro y cinco kilómetros al día pero desde que apareció este virus y nos confinaron no he podido al estar sin pisar la calle todo este tiempo y sí que lo noto en las piernas”, asegura Aúreo, ilusionado y esperanzado por esta nueva etapa que se abre en su vida.
Tras él, se vacunó también Narcisa Palomero, otra residente. “Yo no siento nada, como que no me han hecho nada”, decía nada más recibir la primera dosis. Los dos, encantados con la atención recibida estos meses por los trabajadores del centro, destacan que no “han tenido ni un catarro” y que han estado de manera “inmejorable y de mimo”. “Nos cuidan como si fuéramos sus hijas”, apunta Narcisa.
Domitila Bilbao, una trabajadora de la residencia, ha sido otra de las personas afortunadas en este arranque de la vacunación. Sus primeras palabras eran para mostrar el orgullo que siente por haber sido vacunada ya entre los primeros. “Esto es lo mejor que nos ha podido pasar. Nos ha tocado la Lotería del Gordo de Navidad”, decía, alegre y satisfecha por haber recibido esta primera dosis.
Si bien, y como trabajadora del centro, aseguraba que todavía no se ha conseguido nada, que aún hay que esperar a la segunda dosis y que por ello no hay que bajar la guardia y que seguirán intensificando las medidas de protección contra este virus que, de momento, ha pasado de largo de esta residencia, gracias al buen hacer de trabajadores, residentes y familiares.
Domitila cuenta que tampoco ha sentido nada al recibir el pinchazo y, como Aúreo, anima a todo el mundo a vacunarse en cuanto pueda. “Todos a una contra el virus”, finaliza.
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