Deportes
Un Valladolid descabezado, en caída libre y sin freno
Imagen grotesca, una vez más, de un equipo sin ideas y sin dirección y que vuelve a ejercer de aspirina ante un Alavés que llevaba nueve partidos sin conocer la victoria
Hay muchas maneras de pasar un viernes por la tarde. Ahora menos, es verdad, con esto del coronavirus. Pero son muchas las opciones que nos ofrece la televisión para empezar de buena manera un fin de semana. Una buena película, una serie, un programa de entretenimiento o incluso escuchar música. Pero los buenos aficionados del Real Valladolid seguro que no han podido resistirse a sufrir con su equipo. Y también aquellos que querían ver el partido que abría una nueva jornada de Liga, por que estos, sí que de verdad han sufrido.
Y si alguien esperaba una reacción del Real Valladolid, se ha llevado un nuevo chasco. Más de lo mismo, rayando lo grotesco y ante un Alavés, que llevaba la friolera de nueve partidos sin ganar. Pero para romper las rachas negativas de un equipo rival está el conjunto pucelano. Que llevas más de 300 minutos sin marcar un gol, el Pucela lo soluciona. Si un jugador lleva dos o tres años sin marcar un gol, para eso está el Valladolid. Y sin llevas casi nueve partidos sin conocer la victoria, hoy es tu día, por que juegas con el Valladolid. Así, un 1-0 en Mendizorroza y gracias, por que pudieron ser más.
Una caída libre, sin freno y con Sergio González, desorientado y desbordado semana tras semana por que los suyos no le responden o porque sigue sin acertar, refrendado semana sí y semana también por una directiva, que o que tiene mucha fe o que no le importa vivir la próxima temporada en Segunda.
Cuesta, al hacer esta crónica decir algo de una primera parte donde no hubo ni un sólo tiro a puerta. El Valladolid salió ordenado atrás para no permitir ocasiones de peligro al conjunto alavés olvidándose de que si se quiere ganar hay que atacar, y el conjunto alavés se perdió una y otra vez cuando llegaba al área rival.
Cuarenta y cinco minutos de bodrio, de un juego insulso por ambos contendientes, aunque también hay que decirlo, por el miedo a perder ante un rival con el que se está jugando el descenso, Lo único salvable de esta primera parte de la contienda fue la solvencia atrás, con un Olaza en su debut que acopló perfectamente, aunque no era muy difícil superar lo visto hasta ahora, y con un medio campo incapaz de generar nada. Nada de nada, ante la desesperación de un Weissman que se hincha a correr, ante la falta de oportunidades de que le pueda llegar un balón. Plano y Kike perdidos y Hervías lo intentó un par de veces y se acabó. Mientras, el Alavés, lo intentaba con faltas colgadas al área, pero lo dicho. Nada de nada y 0-0 al descanso.
Y apretó un poco el Alavés en la segunda parte. Primero la tuvo Luis Rioja, que no tuvo fe en un balón suelto en el área, pero minutos después Joselu encontró un tesoro en un gran pase de Martín para colocar el 1-0, ante un Masip que poco pudo hacer, y cuya vitola de salvavidas ha pasado a mejor vida, sin paradas milagrosas desde hace tiempo. Y justo un minuto después de que Sergio hiciera un triple cambio ofensivo.
No sirvió para nada. Con un gol en contra, el conjunto pucelano prácticamente no pasó del medio del campo. Ver para creer. El Alavés se limitó a esperar y pudo sentenciar en varias ocasiones, pero se topó con Masip por tres ocasiones.
Ya no hay excusas. Los discursos de que esto se va a arreglar es una quimera y urgen soluciones inmediatas que ya van con retraso. A no ser que para Ronaldo le sea más rentable estar en Segunda. Si no es inexplicable.
Y el próximo sábado ante el Éibar, sin Joaquín, San Emeterio y Alcaraz por tarjetas. Pero tal como están, la verdad que juegue uno u otro es indiferente...
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