Banca
Obligan a devolver más de 17.000 euros a un leonés por los intereses “usureros” de una tarjeta revolving
Alcanzaba hasta el 24.6% de lo prestado, notablemente superior al normal del dinero
El Juzgado de 1º Instancia Nº3 de León ha declarado nulo el contrato de una tarjeta revolving que mantenía un ciudadano leonés con la entidad Banco Cetelem al considerar que los intereses aplicados son usurarios. Una resolución donde se da nulidad al contrato inicial, en concepto de intereses que llegaron a alcanzar un montante económico de 17.709 euros.
La reclamación, interpuesta a través de Reclama Por Mí y acaba de dar sus frutos con una situación en la que el afectado P. G. G. “cada vez que me encontraba apurado económicamente, disponía de dinero a través de la tarjeta sin saber que los intereses eran tan altos. Como no podía cancelar el saldo total, incluso recurrí a la tarjeta para financiar las cuotas mensuales que debía pagar. No me explicaron nada y la deuda no hacía sino crecer”.
La tarjeta revolving se la ofreció la entidad bancaria cuando adquirió un televisor en una tienda de León y donde apenas le dieron información ni de cómo se amortizaría su préstamos ni de los intereses que le aplicarían a lo largo del contrato.
Los intereses aplicados en dicha tarjeta contratada desde el año 2002, han sido calificados de “usurarios” en la sentencia, y que llegó a alcanzar el 24,6 por ciento, un interés notablemente superior al normal del dinero.
En el fallo del Juzgado leonés se señala que “no puede justificarse la fijación de un interés notablemente superior al normal del dinero por el riesgo derivado del alto nivel de impagos anudado a operaciones de crédito al consumo concedidas de un modo ágil y sin comprobar de manera adecuada la capacidad de pago del prestatario, pues la concesión irresponsable de préstamos al consumo a tipos de interés muy superiores a los normales, que facilita el sobreendeudamiento de los consumidores”.
“El principal problema de las tarjetas revolving siempre radica en los intereses aplicados. Unos intereses propios de la usura que hacen que no solo el afectado se vea incapaz de devolver el préstamo inicial o de asumir las cuotas sino que además la llevan a buscar nuevas formas de financiación para poder asumir esta situación”, ha explicado el socio fundador de Reclama por Mí, Fernando Renedo.
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