Sociedad
José María Conde y Pilar de Pablos reciben dos condecoraciones por su servicio a la Iglesia en Valladolid
Ricardo Blázquez les entrega el título de Comendador con placa del Orden de San Silvestre y la la distinción pontificia ‘Medaglia Benemerenti’
El cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, impuso hoy dos condecoraciones concedidas por el papa Francisco a dos colaboradores del Arzobispado “como premio a su fidelidad a la Iglesia y su servicio distinguido a la comunidad”, el ecónomo, José María Conde Pobes, y la responsable del Departamento de Difusión, Pilar de Pablos Otero.
El papa otorgó este reconocimiento a través del nuncio apostólico en España, Bernardito C. Auza, a solicitud del propio arzobispo, quien hace unos meses trasladó a Roma ambas candidaturas, con el propósito de llevar a cabo un “reconocimiento público” de la “gratitud” que para con ellos tiene la Iglesia de Valladolid por la realización de “su servicio generoso”, y por la “ejemplaridad” de ambos en el ejercicio de las tareas encomendadas.
Pilar de Pablos, miembro del instituto secular Alianza en Jesús con María, recibió la distinción pontificia ‘Medaglia Benemerenti’, una condecoración papal institucionalizada por Gregorio XVI en 1832 que se confiere a quienes han demostrado un largo y excepcional servicio a la Iglesia católica y a la comunidad en general.
Cuando la Archidiócesis de Valladolid decidió prescindir de las vicarías, De Pablos pasó de ser la secretaria Pastoral a la responsable del Departamento de Difusión, labor que continúa desempeñando en la actualidad. Son más de veinte años de trabajo altruista, cariñoso y eficiente en la sede arzobispal, que se suman a otras muchas tareas parroquiales desarrolladas a lo largo de su vida, desde catequista a integrante del Consejo de Laicos
José María Conde recibió el título de Comendador con placa del Orden de San Silvestre, instituida por el papa Gregorio XVI el 31 de octubre de 1841 y reformada por San Pío X el 7 de febrero de 1905. Es una de las cinco Órdenes de Caballería otorgadas por el papa como sumo pontífice a los caballeros (desde 1993 también a mujeres) por su servicio ejemplar a la Iglesia católica.
José María Conde, nacido en Grijota, Palencia, fue director de varias oficinas en los bancos Central-Hispano y Santander, hasta su temprana prejubilación, en 1999. Fue el arzobispo don Braulio Rodríguez quien, en 2002, le solicitó su colaboración con el Arzobispado de Valladolid. Lo que pensó que sería un puesto en el Consejo Económico de la Archidiócesis acabó siendo el de ecónomo diocesano y, tras unos meses de ‘puesta a punto’ con su antecesor, Enrique Peralta, Conde tomó posesión del cargo el primero de marzo de 2003.
Desde entonces, 18 años después, ha vivido tres renovaciones (las dos últimas con don Ricardo Blázquez al frente de la Diócesis) y muchas horas de trabajo interno y externo que han hecho posible la transformación de la institución en aras de la transparencia económica y financiera. No importa qué día de la semana o de qué mes se trate, en el despacho del ecónomo diocesano la luz siempre está encendida.
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