Autocita

Vera, chica de 12 años recién vacunada, anima al resto de jóvenes de su edad: “Debemos protegernos entre todos”

La adolescente recuerda que su peor momento de la pandemia fue cuando perdió a su bisabuela Loli por la covid y tuvo que consolar a su madre en pleno confinamiento

Vacunación masiva a jóvenes en Salamanca
Vacunación masiva a jóvenes en SalamancaVicenteAgencia ICAL

Casi como un regalo de cumpleaños, la salmantina Vera acaba de vacunarse contra la covid y se ha convertido en una de las más jóvenes en hacerlo, puesto que lo ha hecho con la edad de 12 años y dos días, pero tiene claro que su dosis no la protege únicamente a ella: “Lo hago por lala, por lalo, por yayi y las personas mayores”.

El sistema de autocita le permitió vacunarse este lunes en el último turno, casi a las ocho de la tarde en el Multiusos Sánchez Paraíso de Salamanca, convertido en el epicentro de la vacunación en esta provincia, que avanza a buen ritmo hacia el objetivo de tener a los adolescentes vacunados al menos con la primera dosis antes de que arranque el curso a mediados de septiembre.

Tras meses de difíciles restricciones anticovid en el colegio, pero sin sobresaltos en forma de contagio, y con la vista puesta ya en el instituto, Vera dice que vivió su peor momento de la pandemia cuando perdió a su bisabuela Loli por la covid y tuvo que consolar a su madre en pleno confinamiento, en abril de 2020.

La falta de contacto, de besos y abrazos con sus abuelos Juanma, María Jesús y Macu, también se hicieron muy largos, pero pesaba más el miedo de poder contagiarles un virus que finalmente no les ha afectado. Los meses de zozobra y limitaciones en casa y en clase dieron paso a la esperanza de la vacunación, aunque cuando arrancó por los más mayores no se planteaba que llegaría el día en el que le tocaría a ella. “Pensé que sería en septiembre o en octubre”, señala en declaraciones recogidas por Efe.

Pasadas las fechas fue preguntando a su familia cuándo le tocaría a ella y a su hermana, sin tener muy claro aún cómo lo llevarían, pero con el clásico miedo a las agujas que acompaña a los más pequeños desde bebés, aumentado en este caso por el ruido mediático en torno a las vacunas de algo tan serio como el coronavirus.

No ayudaron a la tranquilidad las primeras imágenes televisadas de la vacunación, con “muy grandes” agujas pinchando a los mayores, aunque poco a poco se fueron matizando los nervios con la experiencia de sus familiares y amigas, que poco a poco también van pasando por lo mismo.

Inquieta y tras guardar una esperada cola, Vera se plantó ante los sanitarios y contestó como pudo a las preguntas rutinarias de la enfermera, quien al ver la fecha cercana de su cumpleaños la felicitó y le dio paso hacia un compañero quebromeaba con ella al decirle que era la última dosis que le quedaba y añadir que tendría que ir “a robar más”.

Pese a poner cara de sorpresa al notar el pinchazo y la inoculación de la dosis, tras unos minutos de reposo, ha reconocido que le ha dolido “menos de lo que esperaba”, pero también ha añadido que es cierto ese dolor de brazo del que habla la mayoría de vacunados.

Los detalles técnicos los tiene claros porque responde rápido al preguntarle si sabe qué vacuna le han puesto (“Pfizer”) y si tendrá que volver a pincharse una segunda dosis: “El 13 de septiembre”, justo a tiempo para el inicio del curso.

Anima al resto de chicos y chicas de su edad a vacunarse “para protegernos entre todos”, con la mirada puesta especialmente en las personas mayores, ya que da por hecho que ella probablemente se contagie en algún momento, y sin mucha base científica tira de oídas para opinar sobre si su hermana pequeña de 7 años debe o no vacunarse: “No, a ella no la vacunaría porque es pequeña”.

Pero a la vez añade que “son los padres y las madres quienes toman la decisión” final sobre la vacunación de sus hijos. Está por ver qué ocurrirá con los escolares menores de 12 años, a la espera de que la comunidad científica y los ensayos clínicos determinen si vacunarles o no, pero lo que ya es una realidad es que al sinfín de medidas preventivas aplicadas en el ámbito educativo en el pasado curso parece que se incorporan dos claves: la vacunación de los maestros y demás personal de los centros educativos y que, al menos en el caso de los institutos, los alumnos también están protegidos