Economía

El Foro de Bioeconomía apuesta en Valladolid por un modelo económico “más sostenible”

La Junta propone “pisar el acelerador” en esta materia y conseguir que el consumidor “vaya en la misma dirección”

El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, y el viceconsejero de Desarrollo Rural de la Junta, Jorge Llorente, presentan esta jornada a presidentes y directivos de empresas
El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, y el viceconsejero de Desarrollo Rural de la Junta, Jorge Llorente, presentan esta jornada a presidentes y directivos de empresasmir_icalAgencia ICAL

El Foro de Bioeconomía, que organiza Cajamar Caja Rural en su sede de Valladolid, apostó un nuevo modelo económico “más sostenible” bajo la premisa de que el subproducto generado por los diferentes procesos industriales “no sea un problema sino una oportunidad” para esa sostenibilidad.

Así lo señaló el presidente de Cajamar Caja Rural, Eduardo Baamonde, durante la inauguración de la jornada, que contó para su organización con la colaboración del Instituto de Tecnología Agraria de Castilla y León (Itacyl) y del Centro Tecnológico CARTIF.

Baamonde calificó el evento como uno de los foros “más interesantes y prometedores” de su parrilla de actividades formativas, ya que supone una continuación del primer Congreso de Economía Circular organizado hace años y que nació con el objetivo de “ser cada día más eficientes y sostenibles en la agricultura y la agroalimentación”.

Y es que, según Baamonde, la economía “será cada día más digital y sostenible” pero para que este último factor se dé, hay que entender que la sostenibilidad “reposa sobre tres grandes pilares, la medioambiental, la social y la económica”.

Para hacer compatibles las tres cuestiones, el presidente de Cajamar Caja Rural afirmó que se debe contar con “conocimiento, tecnología y eficiencia en todos los procesos productivos”, con el objetivo de lograr que estos últimos, que antes eran lineales en la industria agroalimentaria, se conviertan en “circulares” para que los costes derivados de los subproductos deriven en “ingresos recurrentes” por contar con “tecnología y conocimiento para aprovecharlos”.

En ese sentido, Baamonde recordó que Castilla y León ya cuenta con “empresas ejemplares y precursoras en materia de bioeconomía”, así como con el apoyo de la propia Administración regional, que debe “impulsar y crear estrategias” en este sentido para que el nuevo modelo económico sea “más sostenible” y tenga la bioeconomía como “factor fundamental”.

Todo bajo la premisa de que la sostenibilidad sea “principio rector”, como Baamonde aseguró que ya es en todas las actuaciones de Cajamar Caja Rural y que se muestra a través de este Foro de Bioeconomía que contó también, durante su inauguración, con la presencia del viceconsejero de Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, Jorge Llorente.

El Foro de Bioeconomía de Valladolid cuenta a lo largo de toda la mañana, tras su inauguración, con la participación de diferentes expertos en materia de bioeconomía que explican desde la aplicación de este concepto a la gestión de residuos y subproductos ganaderos hasta casos de éxito de la bioeconomía circular en Castilla y León, informa Ical.

Por su parte, el viceconsejero de Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León y director del Itacyl, Jorge Llorente, propuso “pisar el acelerador y poner toda la carne en el asador” en materia de bioeconomía porque es “una gran oportunidad” para la Comunidad que pasa porque, además de empresas y organismos públicos, los consumidores “vayan en la misma dirección” de la búsqueda de la sostenibilidad.

“Todos somos consumidores y todos decimos que queremos ser sostenibles, pero una cosa es decirlo y otra ejecutarlo”, explicó Llorente para dar continuidad a su argumentación sobre la implicación del consumidor en la consecución de la sostenibilidad, ya que “la sociedad tiene que entender que la búsqueda de la sostenibilidad puede tener un sobrecoste” pero que si las políticas públicas y los usuarios van en la misma dirección, se conseguirá “la sostenibilidad ambiental y económica y el equilibrio”.

Ese es uno de los retos a los que se enfrenta la bioeconomía en Castilla y León, según Llorente, que también cifró otros como “el equilibrio territorial” frente a la situación actual, por la que hay territorios fuera de la Unión Europea que “no van en la misma dirección” y que, por tanto, necesitan “la formación y el conocimiento que requiere la bioeconomía para generar riqueza con ella”.

También a nivel local, donde Llorente propugnó “establecer una red, a través de cooperativas, entidades e industrias, para que el concepto de biorefinería sea definitivo” y Castilla y León siga “profundizando en la bioeconomía”. Y es que hasta ahora, la Comunidad ya cuenta con un plan de dinamización en innovación agraria y agroalimentaria con siete líneas “interconectadas en círculo” que incorpora la bioeconomía a la cadena de valor como “quinto eslabón” tras la producción, la transformación, la comercialización y el consumo.

Pero también se tiene en marcha un Plan de Impulso a la Bioeconomía Agraria llevado a cabo por el Itacyl desde el año 2019, con el que se ha conseguido “mejorar equipos e instalaciones y tener el conocimiento para seguir avanzando en este campo”, como también se logra con la Estrategia de Economía Circular de la Junta.

Porque, como propugnó Llorente, la apuesta por la bioeconomía responde a “una responsabilidad de los poderes públicos para dejar un territorio sostenible” con actuaciones “más compatibles con el medio rural”, así como a la “gran oportunidad” que supone la bioeconomía como “riqueza que hay que aprovechar”, más aún en Castilla y León dado el “potencial endógeno del territorio” que permitirá “más empleo y economía en el medio rural”.

Y es que “la pandemia y la postpandemia han acelerado esa percepción”, según el viceconsejero de Desarrollo Rural, por lo que, tras años trabajando con “importantes ayudas” para financiar proyectos que apuestan por la bioeconomía, “ahora las administraciones nos preocupamos porque haya más fondos y ayudas para potenciar aún más” este sistema.

Oportunidad ante la despoblación

Reincidió Llorente en la idea del potencial endógeno de Castilla y León en bioeconomía para señalar que esta situación, que no se ha sabido “utilizar bien muchas veces” en la Comunidad, ahora debe ser aprovechada para intentar recuperar población, con sistemas productivos que mejoren el aprovechamiento de pastos o el uso del agua.

Sin embargo, el viceconsejero de Desarrollo Rural matizó que esta oportunidad pasa por “cambiar la percepción de ciertos conceptos en el mundo urbanita” que, por “desconocimiento” del medio rural, no está “permitiendo avanzar” a la bioeconomía en Castilla y León.

Una Comunidad que, en cualquier caso, “no es culpable del calentamiento global” al existir “otros territorios y prácticas que contribuyen más a ese cambio” y que se encuentra, por el contrario, “en el polo de buscar los principios activos del territorio para generar esa economía sostenible y desarrollo rural que tanto necesitamos”.