Miki Naranja, siempre en el recuerdo de los simanquinos

Simancas no se olvida de uno de sus vecinos más ilustres de su historia reciente: el poeta Miguel Ángel Herranz, más conocido como Miki Naranja, fallecido hace un año.

El Ayuntamiento ha organizado este sábado un emotivo y sincero acto de homenaje a este escritor de origen al que han asistido más de un centenar de personas al Centro Cultural del municipio que lleva precisamente su nombre, entre las que se encontraban familiares, amigos, vecinos, seguidores del poeta y autoridades como el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, y el propio alcalde del municipio, Alberto Plaza.

También participaba la escritora Mar Sancho, ex directora general de Políticas Culturales de la Junta, y el ilustrador José María Etxebarría, que, en el Teatro La Vaguada, realizaron una lectura de varios de sus poemas y varios de sus amigos le dedicaron unas palabras. Posteriormente, se leyó una emotiva carta enviada por su mujer Lucia Be.

Miki era todo optimismo y alegría y qué mejor manera para recordarle que dejando en un centro cultural las alas abiertas para todo lo que pueda llegar en el terreno cultural”, destacaba el primer edil de Simancas en su intervención.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Valladolid confesó estar “muy emocionado” por lo vivido en este acto. Íscar reconocía no haber tenido la suerte de conocer en persona a Miguel Ángel Hernández, pero sí al creador Miki Naranja a través de la “magia” de su poesía.

La jornada concluía con la muestra de la placa del nuevo Centro Cultural Miki Naranja en el camino de la Ermita.

Las redes sociales, su lugar

Miguel Ángel Herranz, de nombre artístico Miki Naranja, encontró en las redes sociales su lugar favorito para exponer sus obras, donde adquirió gran popularidad, sumando más de 81.000 seguidores en Instagram. A través de esta plataforma, sus breves pareados inicialmente y, posteriormente, sus poemas, adquirieron notoriedad, permitiéndole materializar su propósito de editar sus propios escritos y conformando una comunidad con la que compartir experiencias y reflexiones.

Publicó a lo largo de su vida cuatro libros de poesía: Palabras de perdiz, Lírica de lo cotidiano, Érase una pez y Aquí estuvo Kilroy.