Sucesos
La Policía de Burgos salva la vida a una persona que sufrió una parada cardiaca
Además los agentes detienen a un hombre que hurtó dos jamones y salió corriendo
Agentes de la Policía Local de Burgos, en colaboración con tres ciudadanos, salvaron ayer la vida de una persona de sesenta y cinco años, que sufrió una parada cardiaca en la calle Madrid.
Los hechos ocurrieron sobre las 10 de la mañana del martes, cuando se recibe una llamada en la sala 112-092, indicando que un varón se encuentra caído en el suelo y sin aparentes signos de vida. De inmediato una patrulla de UPC, se persona en el citado lugar y con celeridad, aplica sus conocimientos en primeros auxilios. Observan a la víctima que comienza a mostrar un color cianótico en los labios, un corte en la ceja izquierda (fruto del impacto contra el suelo al desvanecerse) y ausencia de pulso.
Al percatarse que A.N.P. se encuentra en parada cardio-respiratoria, comienzan con las correspondientes maniobras de
resucitación –RCP o masaje cardiaco–, ayudados en todo momento por dos ciudadanas que colaboran con los agentes.
Una de ellas es enfermera y aporta sus conocimientos y habilidades participando en las transiciones del masaje cardiaco; la otra ayuda manteniendo la cabeza para permitir la entrada de aire, mientras limpia los restos de sangre, que brota del corte en la ceja.
A continuación, se persona otro ciudadano que se acredita como médico, supervisando la situación e insertando una cánula de respiración en la garganta del paciente.
Finalmente, un servicio medicalizado dió traslado de A.N.P. -con el pulso recuperado y estabilizado- al servicio de urgencias del HUBU, para ser tratado de la dolencia cardiaca.
Robo de jamones
Por otra parte, efectivos de la Policía Local de Burgos han denunciado a un varón por un hurto de dos jamones en un establecimiento.
Sobre las 20:25 horas de la tarde del domingo 7 de noviembre, la encargada de una estación de repostaje del polígono de Gamonal-Villímar, se percata de la presencia de un varón en actitud sospechosa, que durante cerca de una hora escudriña la zona destinada a embutidos, desde el exterior del establecimiento.
En un descuido de la empleada, J.M.A.C. de cuarenta y ocho años de edad, entra y se dirige al expositor de jamones, donde de manera sorpresiva sustrae dos piezas, valoradas en 69 € cada una. Acto seguido abandona el lugar a la carrera, en dirección hacia la carretera de Poza.
En las cercanías de la avenida Castilla y León, una patrulla de UPC de la Policía Local, localiza a una persona que coincide con las características comunicadas, por parte de la encargada del establecimiento a través de llamada a sala del 112/092. Entre sus ropas y bien camuflado se encuentra uno de los dos jamones sustraídos con anterioridad, desconociéndose el paradero del otro.
Tras ser identificado e intervenido el jamón, del que no puede aportar datos fiables de su propiedad, los agentes se personan en la estación de reportaje y hacen entrega del bien sustraído. Por su parte, el representante de la empresa manifiesta que interpondrá denuncia por los hechos acaecidos.
Avisos falsos 1-1-2
Por último, agentes de la Policía Local de Burgos, identifican y tramitan la correspondiente sanción a una ciudadana residente en la calle Alejandro Yagüe de Burgos, por realizar llamadas alertando de una emergencia de manera maliciosa y con el único fin de hacer uso a su antojo de los servicios esenciales sanitarios y de Policía Local, en este caso.
Los hechos ocurrieron sobre las 10:40 horas de la mañana del martes 9 de noviembre, cuando una dotación de la Unidad de Protección Ciudadana de la Policía Local –UPC– recibe un aviso de la sala 112-092, indicando que según llamada telefónica al teléfono de emergencias 112, un varón se encuentra caído en el suelo, desvanecido e inconsciente, en el interior de un establecimiento de hostelería, situado en la calle Alejandro Yagüe, 7.
Los agentes que en ese instante se encontraban detenidos en el semáforo, en la calle Vitoria con la calle Francisco Grandmontagne, mientras hacían uso del paso de peatones un gran número de viandantes, de manera urgente –una hora antes
los agentes habían atendido una parada cardiaca en la calle Madrid– activan el sistema de luces y sonido del coche patrulla y se personan en el lugar donde supuestamente se estaba produciendo un incidente sanitario.
A su llegada observan que todo está tranquilo y nadie reclama su atención. Puestos al habla con el encargado del establecimiento, son informados que el día anterior pasó exactamente lo mismo, personándose en ese caso un servicio sanitario sin que hubiera sucedido nada.
A la vista de los hechos, los agentes recaban datos de sala 112-092 sobre la identidad de la persona que realizó la llamada y se comprueba que no solo alertó de esa incidencia y de la del día anterior, sino que constan tres avisos más, todos falsos. En todos ellos intervino personal de servicios esenciales, sin que nada de lo transmitido en la llamada fuese cierto.
Es por esto que los agentes localizan en las inmediaciones a la titular del teléfono que ha realizado la llamada, siendo una mujer de treinta y cinco años, vecina del barrio de Gamonal.
Tras ser informada de lo sucedido N.M.M., niega rotundamente haber realizado ella los avisos falsos, pese a estar en ese mismo instante con su teléfono en la mano. Los agentes son informados por sala que están intentando ponerse en contacto con el alertante y así verificar in situ que, como los agentes se temían, es el teléfono que porta la mujer.
Los agentes de Policía Local informan a N.M.M., que se va tramitar informe a la Consejería de Presidencia de la Junta de Castilla y León, órgano competente para la sanción de los hechos descritos, por una presunta infracción muy grave comprendida dentro del Art. 22 de la ley 4/2007 de Protección Ciudadana de CyL. (realizar llamadas de mala fe, que comuniquen avisos falsos, al teléfono de urgencias y emergencias 112, cuando este hecho produzca la movilización de recursos).
✕
Accede a tu cuenta para comentar