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Turismo

Aldeadávila, un embalse de cine y emblema de la España de Franco

Doctor Zhivago, La Cabina o la sexta entrega de Terminator han popularizado a esta presa, una de las megaconstrucciones del franquismo y gran atractivo turístico de la provincia de Salamanca

Salto de Aldeadávila, en Las Arribes del Duero (Salamanca) La RazónLa Razón

El Valle de los Caídos es, sin lugar a dudas, la megaconstrucción por excelencia del franquismo, pero el general Francisco Franco llevó a cabo muchas otras infraestructuras en sus casi cuarenta años de Dictadura. Desde el Plan Badajoz, símbolo de la nueva España rural, al espectacular desarrollo de la ingeniería naval en los grandes astilleros.

Pero también y sobre todo en materia energética, se dedicó mucho esfuerzo y dinero para abastecer a los ciudadanos y empresas de la época, y dar un impulso un país como España que trataba de asomar la cabeza a nivel internacional. La central nuclear de Zorita o las más de medio millar de presas y pantanos que se construyeron dan fe de esta apuesta de Francisco Franco. Centrales energéticas que siguen en activo más de medio siglo después, como es el caso de la presa salmantina de Aldeadávila, frontera natural con Portugal y situada en las espectaculares Arribes del Duero

Un embalse, inaugurado en 1962, dos años después de su puesta en marcha, que en su momento fue la mayor pared vertical artificial y la presa que generaba más electricidad de Europa occidental. Aún hoy sigue activa -supone más del 10 por ciento de la generación media hidroeléctrica del país y es capaz de abastecer a más de 250.000 hogares-, con los más de 115 hectómetros cúbicos que puede llegar a embalsar en sus 368 hectáreas de superficie.

Pero, además, en estos momentos, el Salto de Adeadávila, uno de los que forman parte del sistema hidroeléctrico conocido como los Saltos del Duero, es considerado como uno de los atractivos turísticos más visitados en la provincia de Salamanca. Un entorno sin igual al que el universal escritor y filósofo Miguel de Unamuno se refirió como el más bello, agreste y más impresionante paisaje de España entera.

Y no solo por la presa, que también, sino por lo que el visitante puede ver en el entorno y en su visita al Poblado del Salto de Aldeadávila, la Verde o Santa Marina, donde el senderista o el conductor puede disfrutar de rincones increíbles y unas panorámicas sin igual. O también en Aldeadávila de la Ribera, desde sus calles medievales hasta sus edificios más emblemáticos como el Palacio del Marqués de Caballero, del siglo XVIII, la ermita de Nuestra Señora de las Huertas, la del Santo Cristo del Humilladero o la de San Sebastián, pasando por sus miradores al gran río Duero que nos une con Portugal y contemplar los vuelos del águila real, el azor, la cigüeña negra, el buitre leonado y el alimoche, entre otros.

Pero lo que dio fama mundial a esta impresionante obra de ingeniería de Aldeadávila para orgullo de Franco y la España de la Dictadura fue, sin duda, su presencia como escenario de algunas escenas de la mítica película Doctor Zhivago, uno de los mayores éxitos de la historia en el mundo del celuloide así como de las más taquilleras en los cines. Entre ellas, una cuando la presa está desembalsando agua y vertiendo chorros de agua por su superficie.

Presa de Aldeadávila en Doctor ZhivagoLa RazónLa Razón

La película, estrenada en el verano de 1965, supuso el espaldarazo que necesitaba Franco y su régimen para poner a España en el mapa mundial y se consiguió. El embalse se mostró en todo su esplendor al mundo entero de la mano de la película de David Lean basada en la novela de Boris Pasternak, prohibida por las autoridades rusas del momento.

Este hecho fue lo que propició que Lean eligiera diversos escenarios fuera de Rusia para rodar el filme, y entre ellos escogió la presa de Aldeadávila como construcción Bolchevique, pero también Soria tuvo su protagonismo como si fuese la estepa siberiana además del barrio madrileño de Canillas que fue escenario de una réplica del Moscú de la época zarista.

David Lean aprovechó como nadie los escenarios naturales de Las Arribes para hacer su obra maestra.

La Cabina

Pero no se terminó aquí la aventura cinematográfica del Salto de Aldeadávila en el séptimo arte, puesto que aparece también en todo su esplendor en una de las películas cumbre del cine español. La Cabina, de Antonio Mercero, estrenada en 1972, durante el tardofranquismo, con José Luis López Vázquez como protagonista.

Si bien, en este caso, no son los chorros de agua los protagonistas sino las galerías subterráneas de la presa las que acaparan el centro de atención en algunas de las escenas. Mercero rodó allí, en una especie de fábrica de rehabilitación de cabinas en las entrañas de la presa, la parte final de la película.

También se ven algunas escenas de las carreteras del Poblado del salto de Aldeadávila, las que unen el Parque de Aldeadávila con la Subestación, así como imágenes de la entrada a la central hidroeléctrica con la Gran Bóveda de Pablo Serrano.

“Lo que hice fue aprovechar esa Central hidroeléctrica en toda su expresión y en toda su fuerza”, dijo Mercero sobre su elección de esta presa, que calificó de impresionante cuando la vio por vez primera y que colmaba sus expectativas para lo que tenía en mente para el rodaje de la película.

Imagen de La Cabina, en la presa de AldeadávilaarribesculturaLa Razón

Terminator

La tercera de las apariciones estelares en el séptimo arte del Salto de Agua de Aldeadávila es en la sexta entrega de Terminator; destino final, James Cameron no lo dudó a la hora de elegir este lugar para esta impresionante superproducción que se estrenó hace dos años.

En 2016, el embalse fue protagonista de una campaña publicitaria de la empresa japonesa Fujitsu en el que mostraba la libertad de trabajar con su nuevo modelo de ordenador portátil de hace cinco años. En el anuncio se veía a cuatro empleados saltando de su oficina a paisajes naturales de nuestro país entre los que se encontraba la presa de Aldeadávila, a los que se podían acceder a través de una máquina.

Rodaje de Terminator: destinos oscuro en la presa de AldeadávilaLa RazónLa Razón

Más reciente, la serie 30 monedas, de Álex de la Iglesia, también ha tenido a esta central como escenario.

Y lo último ha sido un documental este año sobre las Megaestructuras Franquistas, en el que también se han referido a esta presa, que fue la primera que se construyó bajo el suelo, oradada en la roca.

En la Comunidad de Castilla y León, el río Duero recorre más de 700 kilómetros, su último tramo antes de adentrarse en tierras portuguesas, es el lugar escogido a principios del siglo XX para ubicar varios embalses con saltos de agua y centrales hidroeléctricas.

Aldeadávila es uno de ellos, junto a Saucelle, Almendra, Ricobayo, Villalcampo y El Castro.

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