Opinión

Leonesismo regionalista 2022

“Un apoyo nítido a las fuerzas leonesistas puede inclinar la balanza del próximo Parlamento autonómico”

Miguel Ángel Diego Núñez

Al iniciarse la campaña electoral autonómica, destaca la importancia real del movimiento regionalista leonés que puede convertirse en la clave que incline la balanza hacia un gobierno autonómico de un color u otro. Todo parece indicar que el leonesismo ha madurado, enraizado y alzado la vista hacia el regionalismo leonés, tal como señalaba el mismo Rodolfo Martín Villa, hace ya dos años, al apreciar una notable diferencia entre el leonesismo uniprovincial de los ochenta y el actual, que “apuesta por una comunidad con León, Zamora y Salamanca”. Confesaba entonces que, en el momento de constituir en 1977 las “preautonomías”, la opción de unir las tres provincias de la Región Leonesa no tuvo la fuerza suficiente y que años después, en 1983, él no compartió la apuesta de la UCD por la comunidad uniprovincial, por lo que decidió “dejar el escaño y abandonar la vida política por algún tiempo”.

Como buen conocedor de los procedimientos para constituir una autonomía, ratificaba que “serían necesarios acuerdos de los ayuntamientos de León, Zamora y Salamanca y también de sus diputaciones. Dichos acuerdos necesitarían la aceptación de las Cortes de Castilla y León y la aprobación de una Ley Orgánica cuya aprobación final compete al Congreso de los Diputados y al Senado. Y todo ello requiere la máxima prudencia para evitar situaciones no deseadas”.

La existencia de una comunidad autónoma que todos reconocen birregional, compuesta por la Región Leonesa triprovincial y un puñado de provincias castellanoviejas, pone el primer escalón para ascender en el proyecto de materializar una Comunidad Autónoma de la Región Leonesa, que otros denominan brevemente País Leonés.

Los fundamentos legales, políticos, económicos, históricos, culturales y sociales se han venido poniendo sobre el tapete a lo largo de las últimas décadas dando cuerpo a una reivindicación reconocida ampliamente como justa, con raíces en la propia esencia de la Constitución de 1978 y en el Derecho Internacional, en la igualdad y el derecho inalienable a la propia identidad de la Región y el Pueblo leoneses.

El gran mérito del leonesismo regionalista en los últimos meses ha sido presentar la reivindicación de una autonomía de la Región Leonesa en sus tres provincias, a nivel de los Ayuntamientos y Juntas vecinales. Lo relevante es que ha recibido el apoyo de un número significativo en la provincia de León, por cuanto supone la representación de más de la mitad de la ciudadanía de la misma, a la vez que cuenta también con apoyos en los de Zamora y Salamanca, donde la presión de las cúpulas de los partidos centralistas, PP y PSOE,ha amordazado a sus concejales e impedido la generalización de la propuesta en los municipios de esas dos provincias.

Ha quedado meridianamente claro que la reivindicación de una Comunidad Autónoma de la Región Leonesa, impulsada desde el leonesismo regionalista, tiene un apoyo transversal desde todos los tramos del arco político, lo que permite vislumbrar un futuro de acuerdos y de consenso imprescindible para alcanzar el objetivo.

Un apoyo nítido a las fuerzas leonesistaspuede inclinar la balanza del próximo parlamento autonómico hacia los estatutos diferenciados de las dos regiones que componen la única comunidad autónoma birregional de España.

Todos y cada uno de los electores de León, Zamora y Salamanca pueden decidir con su voto el futuro que desean.

Miguel Ángel Diego Núñez es autor del libro Regionalismo y regionalistas leoneses del siglo XX (una antología).