Está claro que el verano es época de bicicleta. Eso también han tenido que pensar los detenidos por la Policía Nacional de Zamora como presuntos autores de un delito continuado de hurto, al atribuirles el robo de diez bicicletas en los dos últimos meses con un valor conjunto de unos 10.000 euros, algunas de ellas hurtadas al descuido, como en el caso de un peregrino que debido a ello no pudo continuar su ruta por el Camino de Santiago.

Los detenidos son dos hombres de 20 y 31 años que no tenían antecedentes por delitos contra el patrimonio a los que ya se les han ocupado tres de las bicicletas en un local del centro de la ciudad mientras continúa la investigación para poder dar con el paradero del resto, según han informado este lunes 22 de agosto fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Zamora en un comunicado.

Los detenidos, que han quedado en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial, cometieron los hechos delictivos durante los meses de julio y agosto y en algunos casos par hacerse con las bicicletas, alguna valorada en 2.500 euros, fracturaron elementos de seguridad.

Los investigadores de la Policía Nacional observaron que los hurtos se habían cometido todos ellos en la zona centro y sospecharon que los autores pudieran tener un lugar en el entorno para guardarlas hasta que lograran venderlas.

Las sospechas se centraron en una vivienda del centro de Zamora en la que se identificó a los dos hombres ahora detenidos en una operación que ha permitido recuperar ya tres de las bicicletas.

Las gestiones policiales continúan para recuperar el resto, según ha detallado las mismas fuentes informativas, que ha recordado que quienes las hayan adquirido u ocultado se pueden enfrentar a un delito de receptación castigado con penas de entre seis meses y dos años de prisión.

La Policía Nacional ha subrayado que además del valor económico de las bicis en algunos casos el perjuicio era mucho mayor cuando se trataba del medio de transporte de sus dueños, informa Efe.

Como ejemplo ha puesto el de un peregrino de Crevillente (Alicante) al que le hurtaron la bicicleta el pasado 20 de julio cuando estaba alojado en el albergue de peregrinos de Zamora y que, debido al robo, no pudo continuar su ruta jacobea y debió regresar a su localidad de origen.