Si hay una referencia ineludible con relación a la poesía que se hace en España, Portugal y América Latina, esa siempre se refiere a los Encuentros de Poetas Iberoamericanos que, desde 1998, se vienen celebrando cada octubre y bajo la dirección de Alfredo Pérez Alencart, profesor de la Universidad de Salamanca y poeta con un prestigio bien ganado por su obra lírica.
-¿Cómo se siente al timón de una barca que viene navegando desde hace cinco lustros, y que cada nueva edición sube su prestigio? ¿Cuál es la receta?
- Desearía decirle que es un milagro, que solo es por ese misterio amparador que proviene del Poeta mayor del Reino, el Amado galileo. Y claro, lo digo con genuina convicción, agregando que también hay una ingente labor, menos trascendente, pero necesaria para sacar adelante cada nueva edición. Es un trabajo que viene de atrás, donde la implicación y la confianza del Ayuntamiento de Salamanca, por medio de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes, resulta clave. Y eso debo recalcarlo.
-A este propósito, tenemos entendido que el alcalde Carlos García Carbayo ha reconocido lo mucho que viene haciendo usted en favor de las relaciones literarias entre España con América Latina y Portugal.
-Agradezco, y mucho, al alcalde, por el pleno apoyo que brinda a los Encuentros y por la entrañables bienvenidas que hace todos los años a los poetas que vienen de allende y desde otras partes de la península. Y esta gratitud es extensiva a María Victoria Bermejo, concejala de Cultura, quien brinda todo el respaldo posible.
-Volviendo a la permanencia y consolidación de los encuentros que dirige, debo preguntarle si hay algo más que el empeño. Lo digo porque existen muchos ayuntamientos que patrocinan festivales literarios que, por lo general, no alcanzan la tercera o cuarta edición.
-Bueno, podría ser por los fines de cada actividad. Para empezar, el nuestro es un encuentro que sabe de su modesto lugar en el mapa de eventos que se hacen aquende y allende, donde, salvo excepciones, la búsqueda principal es contar con invitados que sean ‘noticiables’. Entonces es cuando lo ofrecido se parece mucho a las pasarelas de moda y a los fuegos de artificio: muy atractivos, hasta deslumbrantes, pero con un efecto que pasa demasiado pronto, máxime si a la siguiente edición no se cuentan con más y más recursos para solventar dichos requerimientos. En Salamanca el horneado de la poesía es perseverante, ajeno a pirotecnias. Cuando termina nuestro encuentro es cuando recién comienza. No es una paradoja ni un juego de palabras. Si bien antes de cada encuentro se publica una amplia antología, cuando termina y durante todos los meses siguientes, hasta el nuevo encuentro, se van publicando selecciones de poemas de los autores invitados, entrevistas, reseñas de sus libros… Esta evidencia motiva las muchas peticiones que tenemos de quienes desean participar en la nueva edición, algo que, lamentablemente, sólo será posible para pocos.
- No obstante, en el XXIV encuentro, celebrado el año pasado, participaron 130 poetas. ¿Eso le parecen pocos?
- No, me parecen muchos, aunque es necesario aclarar que esos 130 poetas que menciona son los que están albergados en la magna antología que quisimos tributar a Antonio Colinas, titulada “El ciego que ve”, con poemas inéditos inspirados en los versos de este querido poeta nuestro. En dicho encuentro participaron unos 40 autores, una cantidad razonable, pues no deseamos masificaciones que, a medio plazo impedirían cumplir el propósito que nos hemos marcado, esto es, difundir la obra no solo de los más destacados, sino, especialmente de valores en alza o jóvenes de una y otra orilla que aquí encuentran el lugar para conocer y ser conocidos. Para ello tenemos, de forma directa, dos revistas muy visitadas, “Crear en Salamanca”, dirigida por el poeta y fotógrafo José Amador Martín, y “Tiberíades”, dirigida por el poeta y filólogo Juan Carlos Martín Cobano. También algunos periódicos amigos colaboran, y mucho, en esta empresa, como es el caso de La Razón.
- Esta reciente XXV edición estuvo dedicada a homenajear a tres poetas de Portugal y Centroamérica. ¿Un guiño a la poesía escrita por mujeres?
-Más que guiño, un evidente reconocimiento a la alta poesía de tres notables poetas, como son la guatemalteca Ana María Rodas, la portuguesa Rosa Alice Branco y la nicaragüense Daisy Zamora. En esta edición participaron 50 poetas, de cuya poesía dejamos una muestra impresa en la antología titulada Poiesis en Helmántica, pues también hemos celebrado el vigésimo aniversario de la designación de Salamanca como Ciudad Europea de Cultura. Cabe resaltar que la pintura de poetada como las ilustraciones interiores han sido obra de Miguel Elías, profesor de la Universidad de Salamanca y conocido como el ‘Pintor de los poetas’.
- ¿Algo ayudará también que el encuentro se acompañe de música, se presenten libros o que se entreguen premios convocados desde Salamanca?
-Muy cierto, hay una programación que va más allá de las lecturas, pues se presentan buen número de poemarios o antologías poéticas, la mayoría publicados en Salamanca y con motivos del encuentro, como pueden ser los libros de Jeannette L. Clariond (México) y Jorge Palma (Uruguay) ganadora y accésit del Premio internacional de Poesía ‘Pilar Fernández Labrador’, o los libros de del chileno Marcelo Gatica; de las portuguesas Maria José Quintela y Maria Toscano; de los españoles José Alfredo Pérez y Elena Díaz Santana, de la colombiana Luz Mary Giraldo o del iraquí-español, Abdul Hadi Sadoun, entre otros. Y luego las maravillosas lecturas en el Colegio Maestro Ávila, en el Instituto Fray Luis de León y en la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca, entre otras.
- ¿Qué balance hace esta última edición?
-Que Salamanca, con los Encuentros, ha logrado una plena comunión poética con Iberoamérica
-¿Qué nos dice del venidero XXVI encuentro? ¿Nos puede adelantar algo?
-Nada puedo decir hasta finales de diciembre, cuando me reúna con el gerente de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes y se lo comentemos a María Victoria Bermejo, concejala de Cultura.