Medio Ambiente

Castilla y León afianza su liderazgo en economía circular con 215 entidades adheridas al Pacto y 237 millones de euros movilizados

Suárez-Quiñones precisa que la comunidad tiene una tasa de circularidad del 10,2%, por encima de la media nacional (9,4) y cerca de la europea (11,5%)

Jornada celebrada en Valladolid
Jornada celebrada en ValladolidJcyl

Castilla y León afianza su liderazgo en economía circular, con 215 instituciones públicas o privadas, agentes sociales y económicos adheridas al Pacto del mismo nombre, que ha permitido la movilización de 237 millones de euros. Así lo puso hoy de manifiesto el consejero del ramo, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien participó en una jornada en la que se reconoció públicamente el compromiso de estas entidades con la sostenibilidad del planeta, desde sus diferentes ámbitos de actuación, según las declaraciones recogidas por Ical.

En el acto de hoy estuvieron presentes un total de 215 entidades, casi el doble de las que empezaron el pasado año, que ya han rubricado el pacto, de las que 130 son empresas, 22 entidades de ciencia y conocimiento, 19 entidades con fines sociales, 12 representantes de la Administración Pública Local, 12 cámaras de Comercio, 8 SCRAP (empresas envasadoras), seis colegios profesionales y cinco clústeres sectoriales y agentes económicos y sociales.

Esta medida, en la vanguardia del país, también se enmarca en la Iniciativa de la Comisión Europea Ciudades y Regiones Circulares (CCRI), en la que Castilla y León fue seleccionada como una de las 12 entidades territoriales piloto, para desarrollar un modelo de aceleración de la economía circular.

Las 12 regiones y ciudades piloto han recibido apoyo técnico para desarrollar y poner en marcha diferentes acciones como un modelo de indicadores de seguimiento y el diseño de Soluciones Sistémicas de Economía Circular, que en la Comunidad se ha iniciado para la cadena de valor Alimentos-Agua-Nutrientes.

El consejero argumentó que Castilla y León fue seleccionado porque quiere que, “en base a este trabajo de regiones avanzadas en materia de economía circular, obtener una serie de criterios y de buenas prácticas que permita llevar al resto de Europa a cómo hay que hacer para avanzar en la economía circular; y que permite determinar cuándo una sociedad avanza”.

En concreto se han realizado trabajos como la identificación del ecosistema territorial de la cadena de valor Alimentos-Agua-Nutrientes en Castilla y León (mapa de Agentes); identificación de acciones estratégicas a desarrollar en el marco de la Solución Sistémica de Economía Circular en el ámbito de los biofertilizantes; estudio de sinergias con otras cadenas de valor: la cadena de valor de la biomasa forestal: uso de las cenizas en biofertilizantes (digestato+cenizas); y desarrollo del sistema de indicadores de economía circular de Castilla y León conforme al estándar metodológico de la CCRI.

Este trabajo se presentará mañana en Bruselas en el marco de los actos programados por la Comisión Europea durante la Semana Verde Europea (Green Week), donde Castilla y León tendrá una presencia destacada como coordinador del Grupo de Trabajo de Bioeconomía dentro de la CCRI.

Sobre el Pacto

El Pacto presentado es un acuerdo voluntario por el que las entidades firmantes manifiestan su compromiso para desarrollar un modelo de economía circular en su actividad y contribuir con ello a acelerar el proceso de transformación de la economía de Castilla y León.

Esta medida pretende contribuir a la creación y consolidación de un “ecosistema territorial de economía circular” que aúne a todos los agentes relevantes en el metabolismo económico regional, provincial o local. Cabe recordar que la Junta aprobó en octubre del 2021 la Estrategia de Economía Circular de la Comunidad, en la que una de las medidas previstas era la creación y puesta en marcha de este pacto hoy presentado.

El programa establece que se desarrollarán una serie de medidas orientadas a fomentar la cooperación y participación de todas las instituciones y entidades que desarrollan su actividad en Castilla y León para fortalecer el compromiso global con la economía circular y contribuir con ello a acelerar la transición de toda la sociedad hacia el nuevo modelo económico.

La iniciativa del Pacto está cofinanciada por la UE a través del proyecto ‘CIRCULAR_ECOSYSTEMS’, dentro del programa Interreg Poctep, que pretende replicar la metodología CCRI en dos ciudades de Portugal, y en España, en Valladolid y en las provincias de Ávila y Ourense, a través de sus diputaciones provinciales.

Transformar el modelo económico

Uno de los hitos destacados ha sido la aprobación del I Plan de Acción de Economía Circular 2024–2026, dotado con un presupuesto de 237,4 millones de euros para ejecutar 60 medidas. Este plan contempla inversiones en ámbitos clave como la digitalización de residuos, nuevos modelos de consumo, bioeconomía, innovación y gobernanza, entre las que destacan iniciativas como promover modelos de economía colaborativa a través de espacios de coliving y coworking (131 millones), impulsar la digitalización en la gestión de residuos y optimizar los sistemas de recogida separada (27,8 millones), la creación o modernización de las infraestructuras de tratamiento de residuos municipales (25), mejorar la recogida selectiva de bio-residuos municipales (10 millones), impulsar la transferencia de conocimiento, intercambio de buenas prácticas entre investigadores/as y empresas en economía circular (ocho millones), promover el uso en cascada de la madera y biomasa forestal (6,3 millones), desarrollar materiales avanzados para reducir el consumo de materiales y sustituir materiales no renovables (cinco millones), y fomentar la certificación de la gestión forestal sostenible (5,2 millones).

Datos relevantes economía circular

Uno de los compromisos establecidos por la Junta en el marco de su Estrategia de Economía Circular fue la implantación de un sistema de indicadores alineado con las metodologías europeas, especialmente las desarrolladas por Eurostat y la Iniciativa de Ciudades y Regiones Circulares de la Comisión Europea.

Estos indicadores de contexto permiten analizar la evolución de la economía circular en Castilla y León, evaluar el ritmo de avance alcanzado y determinar las áreas en las que es necesario intensificar los esfuerzos. Los datos reflejan un proceso sostenido de desacoplamiento entre crecimiento económico y consumo de recursos, con una mejora continua en la reducción de emisiones de CO2 y en el consumo de materiales por unidad de Valor Añadido Bruto. Se exceptúa el año 2020, marcado por las consecuencias de la pandemia de la COVID-19.

En cuanto a la tasa de circularidad —proporción de materiales reciclados sobre el total de materiales utilizados en la economía regional— Suárez-Quiñones subrayó que Castilla y León se sitúa actualmente en un 10,2 por ciento, una cifra cercana a la media de la Unión Europea (11,5 por ciento) y por encima de la media nacional (9,4).

Respecto al peso del sector económico vinculado a la economía circular (reparación, refabricación, reciclaje y economía colaborativa), los datos muestran su creciente importancia en el tejido productivo de la Comunidad. Castilla y León cuenta con 3.303 empresas en este ámbito, que generan 28.683 empleos afiliados a la Seguridad Social. El Valor Añadido Bruto del sector asciende a 1.365 millones de euros, lo que representa un 2,4 por ciento del total regional, tal y como comunicó el consejero.

Durante la jornada se pusieron en valor cuatro ejemplos de buenas prácticas de circularidad, desarrollados por el Grupo Renault, Iveco, GAM Reviver e Ilunion. El primer de ellos, de la firma del rombo, pone de manifiesto su apuesta en soluciones complementarias, como su proyecto ‘Refactory’, que cuenta en España con dos de sus plantas, instalaciones especializadas en el reacondicionamiento de coches de ocasión para su posterior comercialización.

Este modelo de economía circular en el sector de la automoción incluye desde el reacondicionamiento mecánico de coches usados hasta la reparación de baterías eléctricas, con un enfoque global, desde la recuperación de materiales hasta la búsqueda de métodos innovadores buscando la sostenibilidad en la industria de la automoción. El modelo completo se basa en cuatro líneas de actividad: Re-trofit, para prolongar la vida útil de los vehículos; Re-energy, para reparar baterías de modelos electrificados; Re-cycle, para reciclar o reutilizar materiales; y Re-start, para identificar nuevas acciones de economía circular junto a startups, universidades y centros tecnológicos locales.

En cuanto a Iveco, con factoría en Valladolid, concibe la sostenibilidad como un enfoque hacia la innovación, buscando soluciones que minimicen de manera eficiente el impacto de los productos y los procesos a través de un enfoque del ciclo de vida circular. Este planteamiento se apoya en el ecodiseño y la recuperación de materiales y pretende conseguir el cien por cien de recuperación de núcleos de recambios vendidos para el año 2030.

La gama Reman Parts permite darle una nueva vida a los vehículos al ofrecer componentes reconstruidos de alta calidad, que cumplen con los mismos requisitos y garantías de calidad que los recambios originales. Las piezas reconstruidas de Iveco proporcionan el mismo rendimiento que los componentes nuevos gracias al proceso de reconstrucción industrial al que se someten las piezas usadas, incluyendo una rigurosa inspección y actualización según las últimas especificaciones técnicas, antes del montaje final, cuando se prueba el producto íntegro para garantizar la máxima calidad.

En tercer lugar, GAM Reviver, referente en el sector de la maquinaria, que promueve Reviver como un proyecto totalmente disruptivo en el sector, con la mayor planta de refabricación de maquinaria de Europa, fomentando la economía circular y el compromiso con el territorio rural. Reviver se aleja del modelo tradicional de economía lineal transformando las máquinas que han llegado al final de su vida útil mediante un proceso industrializado e innovador que permite darles una segunda vida útil: los repuestos con desgaste corregible se reacondicionan y aquellos en buen estado se reutilizan, reduciendo el uso de componentes nuevos.

Estas máquinas refabricadas obtienen una garantía y un certificado de circularidad que asegura a los clientes la calidad de los equipos. Todo ello se engloba en su política de sostenibilidad, incluyendo la selección de sus proveedores, la gestión sostenible de los repuestos no aprovechables o el uso de energía cien por cien renovable. Como valor añadido, se compromete con la generación de empleo diverso, con la inclusión de mujeres y personas con capacidades diversas.

Por último, Ilunion, el grupo empresarial del Grupo Social ONCE, ha realizado en los últimos años una apuesta estratégica por la sostenibilidad, siendo actualmente uno de los cuatro pilares que definen su propuesta En el ámbito de la estrategia empresarial, y tras años de experiencia en el sector del reciclado, esta apuesta se ha centrado en la economía circular, reflejándose en la creación de una nueva división, la sexta dentro del grupo empresarial.

Se trata de la división de Economía Circular, compuesta por las sociedades ILUNION Reciclados, Ecologistic Operations S.L. y Logiraees S.L. En este contexto surge el proyecto TandEM ‘Algoritmo Verde’, puesto en marcha por la Fundación ONCE en colaboración con la empresa Éxxita Be Circular, y que se gestiona desde la Asociación Inserta Innovación, también parte del Grupo Social ONCE y cuenta con financiación de los fondos Next Generation de la UE. Su finalidad es facilitar formación en el ámbito de la reparación y recuperación de dispositivos eléctricos y electrónicos a personas con discapacidad intelectual, asistidas en todo el proceso por tecnología propia basada en Inteligencia Artificial y realidad aumentada. El proyecto pretende transformar la ocupación del perfil de ‘Mecánico/a y reparador/a de equipos electrónicos para la economía circular’, incluyendo nuevas habilidades que facilitan la participación de las personas con discapacidad intelectual en la economía social, digital y verde.