Castilla y León defiende otra financiación autonómica que valore más la dispersión geográfica

Castilla y León reclama al futuro Gobierno de España un nuevo modelo de financiación autonómica para poder hacer frente a los gastos de los servicios ante el "insuficiente" modelo actual. Además, el Gobierno regional pide que este nuevo modelo tenga en cuenta y valore la dispersión geográfica y no se rija únicamente por criterios de población, ya que servicios públicos como los sanitarios o educativos tienen un mayor coste en el medio rural y tampoco depende del número de habitantes, sino de la extensión del territorio, la protección del medio natural.

Así lo ha asegurado este jueves el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez Quiñones, quien ha recordado que la financiación autonómica "es una de las asignaturas pendientes de la democracia" al igual que la municipal.

"Ni Comunidades Autónomas ni ayuntamientos estamos adecuadamente financiados, concretamente Castilla y León es una de las más agraviadas porque la financiación autonómica se fijó en su momento por persona y no por territorio", apuntaba Suárez-Quiñones durante una visita a Zamora, en declaraciones recogidas por Efe.

En este sentido, el consejero ponía como ejemplo la protección del medio natural y de los bosques, un servicio que no depende de que Castilla y León tenga 2,4 millones de habitantes sino de que se extienda por cerca de 95.000 kilómetros cuadrados de superficie.

Suárez-Quiñones advertía de que la asistencia médica cuesta siete veces más en el medio rural que en las ciudades y que la educación también es cinco veces más cara que en los núcleos urbanos y ha recordado que en Castilla y León existen escuelas públicas abiertas con tres niños.

"Y todo esto no está retribuido ni financiado por el Estado", apuntaba el consejero, por lo que exigía al Gobierno de España que acometa esa financiación.

A su juicio, el único Ejecutivo nacional que se preocupó de esta cuestión fue el de Mariano Rajoy que tenía en su agenda la financiación autonómica cuando fue "destituido" a través de la moción de censura.