Religión

El colegio de Educación Especial del Santuario en Valladolid prevé estar el próximo curso

La actuación de la Fundación Emilio Álvarez Gallego, ligada a Cáritas, sustituirá al antiguo centro, que cuenta con 50 alumnos con TEA, funcional con diversidad y parálisis cerebral

El arzobispo de Valladolid y presidente de la Fundación Emilio Álvarez Gallego, Luis Arguello, junto al alcalde Jesús Julio Carnero, participa en el acto de colocación de la primera piedra del nuevo edificio del Colegio de Educación Especial Obra Social del Santuario
El arzobispo de Valladolid y presidente de la Fundación Emilio Álvarez Gallego, Luis Arguello, junto al alcalde Jesús Julio Carnero, participa en el acto de colocación de la primera piedra del nuevo edificio del Colegio de Educación Especial Obra Social del SantuarioR. Valtero/Ical

La Fundación Emilio Álvarez Gallego, una entidad con fines benéficos y sociales ligada a Cáritas Valladolid, colocó hoy la primera piedra del nuevo edificio del Colegio de Educación Especial Obra Social del Santuario, que irá entre las calles Simón Aranda y José María Lacort, con el objetivo de que esté en funcionamiento al inicio del próximo curso escolar, tras una inversión de 3,8 millones de euros más IVA. La constructora Inexo, que ya ha comenzado las obras, tiene previsto finalizar los trabajos en julio aunque luego habrá que proceder al equipamiento. De esta manera, el centro ocupará parte de la llamada ‘Parcela de Cáritas’ por que el resto del suelo es municipal para una dotación social, que aún está por definir por parte del equipo de Gobierno.

El nuevo colegio concertado, que sustituirá al existente en la calle Santuario, cuenta este curso con 50 alumnos con diferentes capacidades, sobre todo con trastorno del espectroautista (TEA), pero también funcional con diversidad y parálisis cerebral. La mayor parte de los chicos está en una escolaridad preferente aunque hay algunos que se matriculan en combinada. Estudiantes que son atendidos por un equipo disciplinar de diez profesores, pero además hay un área de orientación con una psicóloga y trabajadora social así como fisioterapia y cuatro ayudantes técnicas educativas. La oferta educativa se reparte entre un aula del segundo ciclo de Educación Infantil, cuatro de Educación Básica Obligatoria (EBO) y una de transición a la vida adulta.

El acto de la colocación de la primera piedra del edificio contó con la presencia del arzobispo de Valladolid y presidente de la Fundación Emilio Álvarez, Luis Argüello, quien apostó por mejorar el trabajo “muy valioso” que se lleva a cabo en el centro de Educación Especial Obra Social del Santuario. “Tener 50 alumnos con estas características exige una labor extraordinaria por parte de los profesores, con una dedicación prácticamente personalizada”, precisó. Una obra de acción social que, añadió, supone reforzar a Valladolid como la ciudad del corazón de Jesús.

Por su parte, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, se felicitó por el inicio de las obras del colegio, ya que permitirá mejorar la trama urbana en una zona céntrica de la ciudad y, sobre todo, avanzar en la estructura social de la capital, ya que se prestará un servicio educativo en “mejores condiciones”. De ahí que mostrara, según recogió la Agencia Ical, su agradecimiento a la Fundación Emilio Álvarez Gallego por su apuesta por la educación especial y el compromiso del Ayuntamiento con la obra social de la entidad.

Preguntado por el futuro de la parcela municipal junto al futuro colegio, Carnero manifestó que el equipo de Gobierno está en fase de “estudio y análisis al barajar diferentes opciones. No quiso concretar más hasta que hay algo definitivo y así no crear falsas expectativas. En su momento, se habló que la Parcela de Cáritas podría acoger un centro de vida activa para la zona centro, aunque es algo que, finalmente, irá en la antigua Escuela de Arte, ubicada en la calle Leopoldo Cano. También, se barajó construir un centro cívico pero su elevado coste ha dejado el proyecto aparcado.

La directora del centro, Virginia Rodríguez, explicó que el colegio trabaja en la metodología Teacch de enseñanza estructurada en el aula. Además, se hace hincapié en los sistemas alternativos de comunicación y diferentes pictogramas para ayudar a los niños que tienen serios problemas de comunicación. Los alumnos también acuden a la piscina y participan en clases para mejorar su competencia digital.

En presencia del director general de Centros e Infraestructuras de la Consejería de Educación, José Miguel Sáez, apuntó que la construcción del nuevo centro es una “gran oportunidad”, especialmente para el alumnado, porque permitirá contar con más recursos materiales y ampliar las metodologías, con el objetivo de ofrecer una educación “mucho más” adaptada a las necesidades de los niños.

Uno de los responsables del proyecto del colegio y socio del estudio G33 Arquitectos, Gonzalo Alarcia, explicó que el centro contará con unos 1.700 metros construidos sobre una parcela de 800 metros, repartidos en planta baja y primer piso para adaptarse a las necesidades de los alumnos y así mejorar su calidad de vida. En concreto, contará con una aula de Infantil, una aula de transición a la vida adulta y cuatro aulas de Educación Básica Obligatoria (EBO), además de una biblioteca, un comedor, un gimnasio, un taller de jardinería, un amplio patio y una capilla. Por último, habrá espacios multidisciplinares para realizar otro tipo de actividades como la fisioterapia.

Alarcia, autor del proyecto junto a Fausto Bueno, reconoció la complejidad del proyecto, no solo por que se ubica en el centro de la ciudad sino, sobre todo, por que se construirá sobre cuatro sótanos de aparcamiento, que han condicionado la estructura y la distribución interna del edificio.