Sociedad

El escenario se llena de magia y diversidad

El Teatro Cultural Caja de Burgos acoge el 9 de junio la representación de "El sombrero de tres picos" a cargo del grupo de teatro de Aspanias Burgos, donde 12 actores y actrices darán vida a esta orginal obra de Pedro Antonio de Alarcón

Ensayo de ‘El sombrero de tres picos’ por parte del grupo de teatro de Aspanias Burgos
Ensayo de ‘El sombrero de tres picos’ por parte del grupo de teatro de Aspanias BurgosRicardo OrdóñezIcal

El Teatro Cultural Caja de Burgos se llenará de magia, ilusión y esfuerzo el próximo 9 de junio, cuando doce actores y actrices de entre 25 y 65 años de Aspanias Burgos se suban al escenario para representar ‘El sombrero de tres picos’ de Pedro Antonio de Alarcón. Una recreación en la que llevan trabajando desde febrero con la que esperan enamorar al público y demostrar que el arte no entiende de límites.

La directora de la obra y monitora del grupo de teatro de Aspanias Burgos, Carla Quintana, explica que fueron los propios actores los encargados de elegir la obra que iban a representar para el festival de primavera. El grupo de teatro realiza al año dos grandes representaciones. Una de ellas con motivo del festival de Navidad y otro en primavera, cuando llega fin de curso. En diciembre se representó ‘Un cuento de Navidad’, y ahora llega el turno de ‘El sombrero de tres picos’, una obra que algunos de los usuarios habían leído en un club de lectura fácil en el que participan y les gustó tanto que decidieron que era el momento de llevarla a escena.

“Les pareció una obra muy divertida, porque tiene muchos líos”, explica Quintana. Aquellos con más experiencia en el mundo del teatro les explicaron al resto en qué consistía esta obra y cómo podrían representarla, y desde febrero trabajan para hacerla realidad.

Los ensayos tienen lugar cada miércoles, y en cada prueba los doce intérpretes se emplean a fondo para que el 9 de junio esta representación salga perfecta. “Empezamos los ensayos con un pequeño calentamiento, para calentar la voz, la expresión corporal y que puedan dejar las preocupaciones fuera”, señala la directora de la obra.

Los personajes fueron asignados de acuerdo a las capacidades y la personalidad de cada uno de los actores, y también teniendo en cuenta su experiencia a la hora de interpretar. Quintana explica que también se encargan de organizar todo lo relativo al vestuario y la escenografía. “En relación al vestuario intento mirar qué les puedo ir mejor a cada uno, y ellos también en casa miran entre sus ropas para ver si tienen algo que pueda encajar”, o sino ella misma se encarga de buscar algo que les pueda servir.

Con respecto al decorado, la directora explica que estos tienen que ser sencillos para que no sea muy difícil de mover, aunque señala que para llevarlo a cabo ha contado con la ayuda de unas chicas que se encuentran de prácticas y que se han encargado de hacer alguna que otra manualidad.

Nervios antes del estreno

A pocos días del estreno, los nervios han entrado en escena y así lo reconoce Elena Molina, que dará vida a una de las protagonistas de la obra”. “Hay un poco de nervios, aunque lleves mucho tiempo siempre hay un poco de nervios”, afirma Elena, que señala que siempre existe el miedo a que no te salga bien la obra o se te olvide algo. Sin embargo, el grupo de teatro está preparado y saben que si en algún momento se les olvida algo del texto, tienen que improvisar.

Carla Quintana explica que aunque los nervios puedan hacer acto de presencia, todos los actores están muy ilusionados con la obra, y están deseando mostrar todo el trabajo de estos meses a sus familiares y amigos.

El pase es totalmente gratuito hasta completar aforo y las invitaciones se pueden recoger en las oficinas de Aspanias, que se sitúan en la sede de la calle Federico Olmeda, 1. Desde el grupo de teatro animan a la ciudadanía burgalesa a no perderse esta obra tan especial porque será una oportunidad única de ver en directo todo el esfuerzo y la pasión con la que estos actores han preparado la representación.

Con cada obra, Aspanias demuestra que el arte es un camino hacia la inclusión, la autonomía y la emoción compartida. Y esta vez, con sombreros de copa, enredos y mucho corazón, el teatro será, una vez más, el lugar donde todo es posible.