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Sociedad

Esta es la razón por la que se celebra este 23 de abril el Día de Castilla y León

Los hechos se remontan a una batalla que tuvo lugar en el año 1521 en la localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros

Óleo de Manuel Picolo López que muestra la rendición de los líderes comuneros La Razón

Cada 23 de abril desde hace unos cuantos años ya se celebra la festividad o el Día de Castilla y León. Una fecha que coincide con otras efemérides en el calendario como pueden ser el Día del Libro o el Día de San Jorge. Una fiesta, que desde su nacimiento siempre ha generado polémica entre los distintos partidos políticos, y que a día de hoy sigue generando conflictos debido a que los partidos de izquierdas acusan al Gobierno regional de desvirtuar la fiesta al tratar de sacarla de Villalar de los Comuneros u otras fuerzas políticas regionalistas se niegan a celebrar este 23 de abril.

Pero el origen de este 23 de abril se remonta a hace 504 años, concretamente al año 1521, cuando tiene lugar la Batalla de Villalar. Meses antes, un nutrido grupo de nobles, clérigos e incluso campesinos protestaban contra el poder real por los numerosos y cada vez más altos tributos impuestos por Carlos I, con el fin de sufragar sus guerras en Europa. Es por ello que querían poner coto al abuso real y establecer otro tipo de Gobierno.

"Ejecución de los comuneros de Castilla", del romántico Antonio GisbertarchivoLa Razón

Enseguida empieza a fraguarse en algunas ciudades como Segovia, Toledo o Valladolid distintos movimientos que querían que Juana la Loca, hija de Isabel la Católica, recuperara las llaves del reino en detrimento de su hijo, que desconocía el idioma y apenas había pisado España. Esto provocó los primeros enfrentamientos entre la nobleza.

Lo cierto es que la revuelta se fue incrementando y el ejército comunero comienza a tomar varias plazas con el objetivo de llegar hasta Valladolid y Toro. Mientras, las tropas reales se instalaban en otra localidad vallisoletana, Peñaflor de Hornija, esperando su momento. Pero desde las tropas comuneras, encabezadas por Juan de Padilla se iban teniendo menos apoyos y la situación se iba volviendo cada vez más crítica. El 23 de abril decide ir hasta Toro en busca de aprovisionamientos y refuerzos para luego partir por distintos pueblos hasta llegar a Villalar de los Comuneros donde les esperaba la tropa real.

Pero fue un visto y no visto, ante la inferioridad ante las tropas de Carlos V. Los tres líderes comuneros, Padilla, Bravo y Maldonado, lucharon hasta la extenuación pero finalmente fueron capturados y al día siguiente en un rápido juicio fueron condenados a la pena capital. En la plaza del pueblo, donde se encontraba la picota donde eran ejecutados los delincuentes fueron decapitados por un verdugo con un hacha de grandes dimensiones. Hubo varios soldados comuneros que pudieron escapar hacia Portugal, pero el balance fue caótico. Mil soldados muertos y capturados otros 6.000... Y la resistencia comunera ha pervivido hasta entonces.

Una mujer ondea la bandera de Castilla y León en Villalar de los ComunerosEduardo Margareto/IcalLa Razón

Aunque hubo conatos por recuperar esta fiesta a lo largo del siglo XX no fue hasta el año 1976 cuando se convoca la primera concentración autonomista en Villalar de los Comuneros, concentrándose allí unas 400 personas. Las personas congregadas en Villalar fueron disueltas por la Guardia Civil. Unos hechos que contribuyeron a reafirmar la importancia posterior de la conmemoración de Villalar.

Al año siguiente, en 1977, cerca de 20 000 personas asistieron al Día de Villalar, en una convocatoria conjunta de los dos principales colectivos regionalistas de la época: el Instituto Regional Castellano-Leonés y la Alianza Regional de Castilla y León, pero no fue hasta el año 1986 cuando «se establece como fiesta a todos los efectos en el territorio de la Comunidad de Castilla y León el día 23 de abril de cada año». Así hasta nuestros días, donde en la campa suele congregar a un número por encima de las 10.000 personas,