Efeméride
El Tratado de Tordesillas como ejemplo a seguir en estos tiempos
González Gago reivindica el diálogo institucional y el municipalismo que trajo consigo mientras Íscar apela al entendimiento que hubo entre dos imperios vecinos y rivales
Este miércoles se cumplen 529 años de uno de los documentos históricos más trascendentes de la historia, por no decir el que más, con el que España y Portugal prácticamente se repartieron el mundo: El Tratado de Tordesillas.
Un acuerdo en el que ambos Reinos, el español y el luso, de la mano de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, y el Rey Juan de Portugal, reunidos en este municipio vallisoletano un 7 de junio del año 1494, dos años después del descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón, trazaban una línea imaginaria en el mapa que daría lugar a dos imperios cuyas repercusiones se extienden hasta hoy en día.
El tratado, además, ponía fin a la guerra de Sucesión Castellana y amainaba las relaciones entre ambos imperios en un momento como era el final del siglo XV en el que se disputaban dominio del océano Atlántico y de las costas de África.
Con este acuerdo, la Corona de Castilla se hacía con el poder de las islas Canarias mientras que los potugueses se quedaban con las islas de Madeira, Azores y Cabo Verde. También Guinea y, en general, la costa africana y «todo lo que es hallado e se hallare, conquistase o descubriere en los dichos términos, allende de que es hallado ocupado o descubierto».
Pues con motivo de esta efeméride, Tordesillas ha acogido este miércoles un sencillo acto de conmemoración de este hecho histórico que ha contado con la presencia del consejero de la Presidencia, LuisMiguel González Gago, y del presidente de la Diputación de Valladolid en funciones, Conrado Íscar, entre otras autoridades, que han acompañado al alcalde en funciones, Miguel Ángel Oliveira, reelegido el pasado domingo 28 de mayo.
Durante este acto, el consejero recordaba la trascendencia que este Tratado tuvo para Castilla y León, España y el mundo entero y recordaba dos ideas que emanan de este documento que se recuerdan y recogen en el preámbulo del Estatuto de Autonomía de Castilla y León.
Una primera, que hace referencia a la institucionalización, las reglas y el diálogo que supuso poner los límites y diferenciar mares y tierras que se pusieron en este tratado y que ha llegado hasta nuestros días también en el sistema de representación actual y las relaciones entre administraciones e instituciones. Y una segunda, referente al municipalismo, "un pilar básico de la realidad más inmediata, como son los municipios, como forma de organización, para vertebrar necesidades sociales y servir a los ciudadanos", decía González Gago, para quien estas dos ideas que se promueven entonces han servido para el devenir posterior de Castilla y León y España.
El consejero finalizaba su intervención destacando el esfuerzo que está haciendo la Junta para ayudar a los ayuntamientos y entidades locales, en la promoción de la bolsa de interinos de secretarios municipales para poder garantizar este servicio a todos los consistorios, por pequeños que sean, así como a través de la mejora de los acuerdos con las regiones vecinas, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que vive en las zonas limítrofes.
Conrado Íscar, por su parte, apelaba al dialogo y entendimiento que hubo entre dos imperios vecinos y rivales en sus relaciones políticas y económicas, como algo que «ojalá» pudiera darse en nuestros días, y destacaba también que el Tratado de Tordesillas no fue algo aislado, sino que fue el gran acontecimiento al que se sumaron otros que se produjeron entre el siglo XV y el XVI que tuvieron a Valladolid y su provincia como protagonistas y como «lugar esencial» en la historia de España.
Entre ellos, la puesta en marcha del Archivo Simón Ruiz de Medina del Campo, clave para entender el comercio, la banca y las actividades de cambio en la Europa de esa época o el Archivo de Simancas, el más antiguo archivo oficial de la Corona de Castilla.
Finalmente, Miguel Ángel Oliveira, primer edil de Tordesillas recientemente reelegido, apuntaba en la importancia que este Tratado, que provocó el principio de la globalización y donde se negoció el comercio mundial, sigue teniendo hoy en día para Tordesillas, en lo turístico sobre todo.
Además, reivindicaba a su municipio como lugar de encuentro, de debate y de diálogo en la historia al poner al Real Monasterio de Santa Clara de Tordesillas, uno de los mejores ejemplos del arte mudéjar en España, como el lugar que acogió la constitución de las primeras Cortes de Castilla y León en mayo de 1983, además de numerosas asambleas y reuniones de entidades y empresas.
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