Un verano sin grandes incendios forestales gracias al clima y la rapidez del operativo

Cuando el verano está cerca de llegar a su ecuador, Castilla y León puede estar de momento satisfecha por como se está desarrollando la campaña contra los incendios forestales. Todavía está muy reciente en la retina de la gente, y sobre todo en Zamora y Ávila, los graves incendios que han asolado a ambas provincias en los dos últimos años, con casi cien mil hectáreas arrasadas en la sierra de la Culebra o en La Paramera

Pero este 2023, en general, y el verano, en particular, de momento está siendo benévolo, según la Junta debido a las condiciones climáticas que está habiendo y que están ayudando, pero también a la rapidez de actuación del operativo contra el fuego puesto en marcha. Y es que de los 670 incendios contabilizados en la Comunidad desde el pasado 1 de enero, cerca del 85 % de ellos se quedaran en conatos, al no alcanzar una hectárea calcinada. Este porcentaje supone más de veinte puntos respecto a la media de la última década de conatos, que es del 61 por ciento, según informa la Consejería de Medio Ambiente.

Pese a ello, el consejero Suárez-Quiñones apela a la prudencia y advierte de que todavía queda mucho verano. Al respecto, avanza que para la próxima semana se espera una nueva ola de calor que dejará temperaturas muy elevadas, por lo que ha hecho un nuevo llamamiento a la población para que no bajen la guardia, sean responsables en el monte y extremen la precaución porque la situación sigue siendo de riesgo elevado de incendios forestales en la Región.

Por otro lado, y ante algunas críticas sindicales, el consejero defiende la contratación llevada a cabo por parte de la Junta de nuevas cámaras de videovigilancia en el monte para ayudar a detectar los fuegos de forma temprana. «Esta medida no supondrá que se vaya a prescindir de personal de vigilancia», apunta.