Semana Santa
«Nelson» se carga también el Sábado de Gloria
La borrasca de agua y viento que azota España durante esta Semana Santa obliga a suspender numerosas procesiones en la Comunidad
Ni los más viejos del lugar recuerdan una Semana Santa como la de este año en Castilla y León, con tantas suspensiones de procesiones en las calles debido a la inestabilidad meteorológica.
En estas fechas de inicios de primavera, el tiempo siempre es caprichoso y variable, muy difícil de predecir cómo hará. Y aunque no hay Pasión en la que no haya alguna cofradía que se quede sin desfilar debido a una aguacero puntual, lo cierto es que este año han sido más las que se han tenido que quedar en el interior de los templos por no poder salir.
Tras la pequeña tregua del Viernes Santo en algunos sitios como Valladolid, donde pese al frío reinante al final las veinte cofradías y los 33 pasos pudieron desfilar en la Procesión General con algo de retraso para sortear la lluvia, convirtiendo las calles del centro histórico en un museo al aire libre, se esperaba con ilusión que el Sábado de Gloria continuara por los mismos derroteros.
Pero nada más lejos de la realidad. Ya que ninguna de las tres procesiones previstas pudieron salir a la calle para gozo de fieles y turistas. La procesión de la Soledad que iba a salir de madrugada no podía hacerlo por la lluvia. Tampoco podía hacerlo ya por la tarde la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz que suspendió el traslado de Nuestra Señora de los Dolores (Gregorio Fernández, 1623)a la Santa Catedral para el tradicional Acto de Ofrecimiento de los Dolores, que finalmente se desarrollaba entre loor de multitudes en el interior de la iglesia de la Vera Cruz, con la Escuela Municipal de Música de Valladolid acompañando a los cofrades.
De la misma forma, procesión del Santo Entierro de Cristo tampoco se podía celebrar y se suspendía con antelación ante el riesgo de lluvia en una jornada de gran inestabilidad meteorológica que «hacía imposible procesionar con seguridad», según el comunicado de la hermandad, con la talla de Cristo Yacente, obra del taller de Gregorio Fernández.
El desfile por las calles de Valladolid se sustituyó por un acto en el interior de la iglesia y el claustro del Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, tras el cual la imagen volvía a su clausura monástica.
En Zamora, mas de lo mismo, ya que la Cofradía de Jesús Nazareno suspendió su procesión de este Sábado Santo, y realizó un acto dentro de la Iglesia de San Juan, mientras que en Palencia tampoco podía desfilar la Soledad de la Virgen.
La lluvia también venció a la Hermandad del Silencio que tuvo que suspender su procesión del Sábado de Gloria, la más larga de la Semana Santa de Salamanca. Ante los malos augurios climatológicos, la cofradía prefirió no arriesgar para desolación de los penitentes. Al menos, se celebraba un emotivo acto a la puerta de la parroquia para que los fieles pudieran encontrarse con el Cristo de la Vela y Nuestra Señora del Silencio.
Una Semana Santa para olvidar en la capital del Tormes, donde la lluvia obligaba también a suspender la procesión del Cristo de la Vela y Nuestra Señora del Silencio del Sábado de Gloria, elevando a diez los desfiles cancelados durante estos días.
Y en León, tampoco podía llevarse a cabo la procesión del Desenclavo de León por el agua. En su lugar, el acto en el que los miembros de la Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo quitan la corona de espinas y los clavos a Cristo crucificado para presentárselo a su madre, tuvo que celebrarse en el interior de la parroquia de Santa Marina, para desconsuelo de los papones, que no pudieron disfrutar este año del encuentro entre el Santo Cristo del Desenclavo y Nuestra Madre María Santísima del Desconsuelo en la plaza de San Isidoro, con el Cabildo, la Muy Ilustre Real e Imperial Cofradía del Pendón, como testigo.
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