Apagón
Una odisea para 2.400 viajeros atrapados en Castilla y León
Jornada heroica de los bomberos municipales que rescataron a más de 200 personas atrapadas en ascensores durante todo el lunes
Fue una jornada atípica en Castilla y León. Con más sombras que luces, pero gracias a la solidaridad ciudadana y, en especial, de las fuerzas de Seguridad, el «apagón» se saldó de manera óptima, aunque eso sí, con numerosas incidencias, sin lamentar grandes «averías» humanas. Los problemas más acuciantes se vivieron en un buen número de edificios de toda la comunidad, donde a eso de la fatídica hora 12:33 cerca de 200 personas quedaban atrapadas en ascensores, así como en varios trenes que circulaban por tierras castellano y leonesas, un viaje para unas 2.400 personas que se convirtió en una auténtica odisea.
Un buen susto y «mucha incertidumbre», lo vivido por Jerónimo García, uno de esos tantos ciudadanos que quedaba atrapado en un ascensor de un edificio en Valladolid. «De repente se quedó parado y enseguida llamé al teléfono de emergencias, pero no venía nadie. Un vecino me dijo que no era un apagón cualquiera sino en toda España y es ahí cuando me empecé realmente a preocupar», relata a este periódico.
Fueron más de tres horas en hasta que llegaron tres bomberos y «me sacaron en volandas» y muy agradecido, aunque confiesa que durante esos angustiosos minutos «te empiezas a comer la cabeza por que no puedes hablar con nadie, y no sabes que está pasando fuera. Pero bueno todo salió bien y se quedó en un susto». señala.
También fue un momento terrorífico el que vivió un vecino del barrio de las Delicias, Alejandro Matallana, que estuvo más de cinco horas atrapado en otro ascensor. Fue una de las intervenciones más duras del Cuerpo de Bomberos de Valladolid, teniendo que tirar paredes para poder sacar al angustiado vecino.
Asimismo, otro vecino del barrio populoso de la Victoria, Andrés Partida, relataba que «aunque el susto te lo llevas de repente, luego está la incertidumbre de en qué momento se va a recuperar la normalidad, por que en la casa también nos quedamos sin agua».
Incertidumbre también la vivida en los supermercados y en establecimientos de proximidad, como relata Yolanda, una dependienta de Hiper Gol en Ponferrada: «Ha vuelto la luz pero internet viene y va. El lunes aquí fue un auténtico caos, la gente estaba muy asustada y venía a comprar desesperada», explica.
Pero los grandes perjudicados por este apagón, fueron las más de 2.400 personas que viajaban en trenes en las provincias de León, Segovia, Valladolid y Zamora y no pudieron continuar viaje. Algunos de ellos viviendo auténticas odiseas. Es el caso de los 371 viajeros que se quedaron parados durante nueve horas en el interior del túnel de Pajares. Al final, a eso de las once llegaban a León después de que una locomotora arrastrase los catorce vagones. «Nos han dejado tirados en medio de un monte que no teníamos donde ir. Han tenido muchas horas para gestionarlo y no lo han hecho», criticaba uno de los afectados.
La imagen curiosa es que a la llegada a la estación se formaban numerosas colas frente a los enchufes para poder recargar la batería de los móviles y avisar de esta manera a sus familiares.
También otros 160 viajeros del tren Vitoria- Madrid permanecieron más de diez horas varados en Venta de Baños. Una de las afectadas, Nieves Riaño, de 82 años, relataba que «nos hemos quedado parados en la nada» y explicaba que como no se podían usar los baños los operarios colocaron rampas para que los pasajeros bajaran al campo.
Otra pasajera afectada, y que se quedó tirada en Zamora, ha sido Rosa Lucio, que iniciaba su viaje en Ciudad Real en dirección Vigo, y que su periplo se vio agravado por el hecho de ser diabética y además requería medicación.