
Turismo
Los imprescindibles rincones con los que deleitarse en Soria
La capital se abre como una ciudad milenaria pero aún desconocida para muchos viajeros

Nuestros pasos nos llevan a una de las capitales de provincia más pequeñas de España, pero también una de las más coquetas. Rebosante de lugares idílicos, donde el Duero campa y discurre entre un espectacular paseo y donde poetas universales como Antonio Machado, Gerardo Diego o Gustavo Adolfo Bécquer glosaron en sus versos. De hecho, Soria es considerada como la ciudad de los poetas.

Una ciudad, legendaria, con un universo de leyendas pero con atractivos para todos los gustos, que van desde sus monumentos, hasta los paisajes, tradiciones y gastronomía. Para los amantes de la historia, y rememorar sus orígenes, que mejor manera que empezar nuestra ruta en el Museo Numantino, para comprobar y descubrir los vestigios de asentamientos desde la edad de Hierro hasta la época celtíbérica. Y con el hito de Numancia, como punta de flecha.
Soria vivió su época de máximo esplendor durante la Edad Media. De esa época proceden su muralla y castillo, sus iglesias románicas como la de Santo Domingo o la de San Juan de Rabanera, la iglesia de Nuestra Señora la Mayor o la concatedral de San Pedro, ya de estilo gótico. Y si hablamos de conventos y monasterios hay que destacar el de San Juan de Duero, con su espectacular claustro.

Saltando al renacimiento y al barroco nos podemos deleitar con el palacio de los Condes de Gómara o e los de Ríos y Salcedo, que hoy acoge el Archivo Histórico Provincial, o el instituto Antonio Machado, donde se puede visitar el aula donde impartió clases.
La calle peatonal "El Collado" es la arteria principal de la ciudad, con edificios elegantes y centenarios como el Círculo Amistad Numancia, "El Casino". Desde allí podemos acceder a la Plaza Mayor, donde se puede vislumbrar la Casa del Común, el palacio de los Beteta, el de Los Doce Linajes o el de la Audiencia, sin olvidarnos del ayuntamiento y la iglesia Santa María la Mayor.

Pero si uno visita Soria, es imprescindible recorrer las márgenes del Duero. Un agradable paseo que nos llevará hasta la ermita de San Saturio, construida sobre la cueva donde vivió el patrón de la ciudad. Y para acabar, no se nos olvide visitar Valonsadero, que cuenta con un conjunto de pinturas rupestres al aire libre.
Y para los amantes de la buena gastronomía, éste es el lugar perfecto para los amantes de la micología y de su producto estrella, el torrezno de Soria.
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