Cultura

Patio Herreriano acogerá hasta el 4 de febrero la exposición ‘Valladolid. Aquí y ahora' con más de 140 fotografías de Manolo Laguillo

Las imágenes en blanco y negro recorren diversos barrios de la ciudad en su expresión urbanística, que se mezcaln con fotografías de otras urbes

El alcalde de Valladolid Jesús Julio Carnero en la exposición ‘Valladolid. Aquí y ahora’, del fotógrafo Manolo Laguillo
El alcalde de Valladolid Jesús Julio Carnero en la exposición ‘Valladolid. Aquí y ahora’, del fotógrafo Manolo LaguilloMiriam ChacónIcal

El Museo Patio Herreriano acogerá, hasta el próximo 4 de febrero, la exposición ‘Valladolid. Aquí y ahora', obra del fotógrafo madrileño afincado en Barcelona, Manolo Laguillo, que se conforma por más de 140 imágenes en blanco y negro tomadas en tres fases diferentes del último año, tanto en otoño e invierno como primavera, de los diversos barrios y zonas de la ciudad.

Laguillo planteó un proceso de trabajo que ha bebido tanto de lo afectivo como de las fuentes de las que por lo general se nutre su quehacer. La ciudad es el escenario en el que ha realizado sus trabajos más conocidos, aunque también se ha asomado a otras tipologías de espacios de variada significación, donde el blanco y negro de contraste notable son la seña de identidad de una obra que tiene sus orígenes más reconocibles en los paseos por la Barcelona de los 70 tardíos, acompañando en muchos casos a Humberto Rivas, a quien tanto quisieron Laguillo y no pocos compañeros de generación. La Barcelona preolímpica pronto se constituiría en motivo predilecto como lo harían también espacios menores de ciudades no siempre necesariamente notorias por algo y conocidas más bien por cosas que no siempre despiertan la atención de nadie.

Con la muestra, repartida en las salas uno y dos del museo, el visitantes puede recorrer la ciudad y conocer, de manera progresiva, diversas zonas y barrios de la ciudad, cuyas fotografías transcurren desde la periferia hasta el centro tras la realización de una cifra superior a las 1.000 imágenes, aunque fueron seleccionadas cerca de 150, donde también se incluyen fotografías de otras ciudades.

Las fotografías han sido donadas al museo y pasarán a formar parte del patrimonio municipal, ya que, con el paso del tiempo, cobrarán “grosor e importancia en favor de la descendencia de la ciudad”, afirmó el autor de las mismas, Manolo Laguillo, durante la presentación oficial de la exposición, junto al alcalde, Jesús Julio Carnero, y la concejala de Cultura, Irene Carvajal.

Laguillo trasladó que con su trabajo y la muestra resultante busca que la “ciudad se vuelva visible”, de la mano de la cuenta de diversas estrategias y de la lógica en torno a los espacios urbanos críticos de este repertorio vallisoletano, en el que han querido formularse preguntas sobre el crecimiento que, como muestran las fotografías, resulta de todo punto impar, pues delatan el desconcierto al que nos dirige toda expansión errática o a la indiferencia a la que nos aboca lo previsible.

Fracturas sociales insuperadas, vestigios históricos inexpugnables, veleidades arquitectónicas irresponsables o la obsolescencia de las estructuras determinan la morfología de las ciudades. De todo ello se hace eco Manolo Laguillo, quien, desde su lado de la cámara, atiende, al mismo tiempo, a las propiedades narrativas del todo y del fragmento, a su situación con respecto a la línea del horizonte, a la relación entre masa y vacío o a la dispersión de las líneas de fuga.

A este respecto, el alcalde, Jesús Julio Carnero, subrayó que al ver el título de la muestra, le vino a la mente el proceso de desarrollo de las nuevas tecnologías y sobre la agenda digital, ya que el “aquí y ahora” es algo que la ciudadanía “tiene interiorizado fruto de la necesidad de sentir muy presente el presente”, porque la fotografía capta un instante que “pierde toda la capacidad de movimiento”.

La exposición de Patio Herreriano expresa muy bien el “ahora”, ayudado por el cromatismo en blanco y negro de una “forma rotunda”, con lo que se refleja esa realidad de una “ciudad maravillosa”, como es Valladolid, tras ser recorrida en diversos momentos del año, declaró.