
Sociedad
Petanca de élite en familia
Los cuatro miembros de un mismo núcleo familiar mirobrigense compiten a nivel nacional y representan a Castilla y León en un deporte, que huye del prejuicio de ser un pasatiempo de senectud, con cada vez mayor predicamento entre los jóvenes

Tan longevo, casi, como el origen mismo de los tiempos. Quizá no fuera en las riberas del Estigia, pero, probablemente, durante el siglo VI antes de Cristo, según historiadores, fueran los antiguos griegos quienes comenzaron a lanzar cantos para entretenerse. Inventaron, así, un juego, hoy deporte federado, con vocación milenaria y, que a día de hoy, coquetea con el olimpismo y, sobre todo, trata de escapar del prejuicio de ser un mero pasatiempo de senectud y que cuenta con cada vez mayor predicamento entre los jóvenes.
Como tantas veces en la cultura clásica, los romanos, centurias más tarde, perfeccionaron su desempeño introduciendo el boliche, el concepto del ‘arrime’, es decir, acercarse a un objetivo. Más tarde, los marinos romanos lo exportaron a la Galia y, lo cierto es que, hoy, es un patrimonio indivisible de la cultura tradicional francesa. Concretamente, de la región mediterránea de la Provenza, en el límite con la península Itálica. No en vano, su denominación, ‘petanca’, proviene de la expresión ‘pè(s) tancats’, es decir, ‘pies juntos’ en lengua provenzal.
Precisamente su origen francés devolvió el tren olímpico a su apeadero, pero el convoy, lastimosamente, volvió a pasar de largo. En los albores del siglo XX, en la edición de los Juegos Olímpicos de París en 1900, el ‘juego de bola’ fue disciplina de exhibición. En 2024, los más optimistas pensaban que sería el momento, pero no fue así. Y tendrá que ser en Brisbane 2032 porque tampoco aparece entre las disciplinas olímpicas de Los Ángeles 2028. ‘No es país para viejos’ podría ser el título de una película en la que sí tuvo un papel protagonista el ‘breakedance’.
Sin embargo, la llamada Generación Zeta se empeña en desmentir este cliché. Cada vez más jóvenes practican un deporte que cuenta en España con casi 12.000 licencias profesionales, según datos del Consejo Superior de Deportes, eso sí, con un claro desequilibrio de género, pues casi 9.500 licencias son masculinas y las femeninas apenas llegan a 2.500. Lo cierto es que la Federación Española de Petanca sitúa la edad media de estas licencias en unos 25 años.
Buen ejemplo de ello son los máximos exponentes de la petanca a nivel mundial, que además son españoles. La lanzaroteña Sara Díaz, con apenas 26 años, es campeona del mundo y doble campeona de Europa, y Jesús Escacho, zaragozano de solo 21, también es campeón del mundo y, en su caso, triple campeón de Europa. Ambos desafían el dominio tradicional francés en una disciplina con cada vez más adeptos y, no solo a nivel de práctica, sino también de seguimiento con retransmisiones, por ejemplo, a través de LaLigaSportsTv.
Jugando en casa
El paradigma de proximidad en esta evolución, sin duda, es una familia de Ciudad Rodrigo cuyos cuatro miembros, padre, madre y dos hijos, practican este deporte a nivel federado y, todos ellos, están, o han sido, convocados por la Selección de Castilla y León para representar a la Comunidad en los próximos campeonatos de España. Una lucha de David contra Goliat, pues, a nivel de licencias federativas, Castilla y León ocupa el noveno lugar, lejos de Valencia, Baleares o Andalucía y a años luz de Cataluña, la región con mayor predicamento en este deporte.
La mamá, Lorena Sánchez, de 43 años, competirá formando ‘dupleta’ con su hija Thais Sastre, de apenas 13 años, en el campeonato de España de esta modalidad que se disputará en la localidad salmantina de Villares de la Reina del 23 al 25 de mayo. Más tarde, del 30 de mayo al 1 de junio, la localidad barcelonesa de Santa Susana acogerá el Campeonato de España de Selecciones con la participación de Thais con la selección juvenil, de Lorena con la femenina, y del papá, Fran Sastre, de 43 años, convocado por la selección masculina.
Pero no se queda ahí la cosa porque el otro miembro de la familia, Álex Sastre, de 18 años, competirá con su padre y con su tío Álvaro, el quinto ‘beatle’, en el Campeonato de España d ‘tripletas’ que se disputará ya pasado el verano, del 26 al 28 de septiembre, en Almoradí, provincia de Alicante. En esta ocasión, eso sí, no como parte de la selección castellano y leonesa, sino alineados con su equipo, el Club Petanca Villares de la Reina, de origen salmantino y de los punteros a nivel regional.
La vida de Fran, el patriarca de esta historia de lazos familiares, siempre ha estado ligada al deporte. Exfutbolista, militó en las categorías inferiores del Salamanca e hizo carrera entre la Segunda B, donde jugó con el Móstoles y la Tercera División, donde formó el el Mario Emilio con el Béjar Industrial. “Yo siempre fútbol, pero claro, llega una edad en la que decidí dejarlo”, cuenta a Ical, reconociendo que el primero en empezar con la petanca fue su hijo, Álex. “Tenía maneras y decidió federarse. Le dije que sí, claro. Todo lo que sea hacer deporte y tener el tiempo ocupado cuando eres joven, me parece buena idea”, reflexiona.
Charlas de mesa y mantel
Cuatro años convocado con la selección juvenil de Castilla y León, mucha evolución y una decisión al pasar, con 17 años, a categoría senior. “Papá: ¿Por qué no te federas tú y, así, en vez de venirme a ver y estar todo el torneo mirando, yo juego contigo?”, fue la idea. “Qué mejor contigo que con cualquiera. Lleguemos a donde lleguemos”, prosiguió. Evidentemente, a Fran le pareció “una idea estupenda” para compartir tiempo “de calidad” con su hijo. Y por qué no, claro, hacerlo extensivo al resto de la familia.
Thais, a sus 13 añitos, ya fue campeona de Castilla y León de ‘tripletas’ e hizo podio con la selección autonómica en Torrejón de Ardoz. Ella también hace kárate y Álex, fútbol sala, pero la petanca ocupa la mayor parte del tiempo en casa. No solo entrenamientos, algunas tardes de hasta cinco horas, también tiempo de vídeo, sobre todo analizando a la selección francesa y, por supuesto, mucha conversación de mesa y mantel. “Como está hoy en día la juventud, seguir disfrutando de tiempo libre con mis hijos no tiene precio. Y si lo acompañas un año como este, que te convoca la selección…”, afirma.
Fran explica que es un deporte “muy sano”, pero que requiere “mucha concentración”. Al final, es una lucha contra el rival y contra uno mismo, a nove psicológico. “Como todo, requiere su técnica. Pero, al final, es saber controlar los nervios. Cuando tienes para ganar una partida, un torneo, esas bolas decisivas tienen mucho de manejar la presión”. Este exfutbolista reconoce que el objetivo en los torneos es “disfrutar” porque “ahora hay muchísimo nivel”.
“Cuando he ido a ver a mis hijos jugar el Campeonato de España, como padre, tienes una sensación tremenda, pero poder jugarlo con tu hijo de compañero, no tiene precio ninguno. Es el mayor premio que me ha dado la petanca”, añade Fran. Lorena, por su parte, destaca que lo mejor de esta aventura en familia es “la oportunidad de compartir tiempo, victorias y hacer lo que más nos gusta juntos”. La madre se muestra ilusionada porque, como deportista, la convocatoria con la selección es “a lo que una aspira”. “Como el futbolista que con el balón en los pies se siente lo más grande, pues yo lo mismo: es coger las bolas y lo tienes que sentir”, reflexiona.
Álex y Thais, por su parte, son ejemplos de que la petanca no es un pasatiempo para jubilados. “Cuando empecé, mis amigos se quedaban sorprendidos porque, aquí en Ciudad Rodrigo yo era el primer joven que jugaba. Pero luego, en los campeonatos cambia mucho la cosa porque todos somos jóvenes y se está metiendo público cada vez más joven”. Su objetivo, en cualquier caso, es seguir avanzando y aspira lograr algún título nacional con su padre y acudir a la Selección Española. Lo mismo que la benjamina, a quien su familia metió el ‘gusanillo’. “Lo que más me gusta es que cada vez que voy hago muchos amigos y que juego con la familia Pero no lo veo como un pasatiempo, yo quiero ganar”, recalca. Y que tengan suerte.
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