Curiosidades

Las pozas naturales escondidas que sobrecogen al que las conoce

Esculpidas pacientemente por el agua, el hielo y el viento durante miles de años ofrecen al caminante un enclave paradisíaco junto a la Sierra de la Demanda

Imagen de Las Calderas de Palacios de la Sierra, en la provincia de Burgos
Imagen de Las Calderas de Palacios de la Sierra, en la provincia de BurgosTurismo BurgosLa Razón

Castilla y León es una de las regiones más extensas de Europa y cuenta con un patrimonio natural inigualable, con numerosos espacios y rincones espectaculares, algunos no tan conocidos, que cuentan con escasa señalización y un acceso algo dificultoso, pero que son auténticos tesoros paisajísticos.

Uno de estos lugares, que es el que ocupa estas líneas, es el Paso de las Calderas, en el sureste de la provincia de Burgos, en los límites provinciales de Burgos, Soria y la comunidad autónoma de La Rioja, donde se alza majestuosa la Sierra de la Demanda.

Una tierra de pinares, pero también de hayedos y robledales, de gran concentración de huellas de dinosaurios y con multitud de pueblos repletos de encanto y arraigadas tradiciones ideales para desconectar del mundanal ruido de las ciudades unos días, como es el que caso de Quintanar de la Sierra y Palacios de la Sierra.

Un Paso que se caracteriza por una serie de formaciones rocosas, escupidas por la erosión del agua y el hielo sobre la ladera sur de la sierra, en el que el viajero puede encontrarse con pozas o calderas naturales, como se dice por estos lares castellanos, a las que solo se pueden acceder a pie desde la Laguna Negra de Neila.

Es un pequeño farallón rocoso moldeado durante miles de años por el hielo, el agua y el viento que se alinea a lo largo del arroyo del Palazuelo, que es el que ha originado dichas pozas.

La roca cuarcítica, de color grisáceo, ha sido horadada por la acción del agua, formando cascadas que a veces se precipitan en calderas de gran profundidad, cuyas estrechas paredes redondeadas fueron originadas por el movimiento circular del agua, llegando a tener más de 10 metros de altura.

O dicho de otra manera, esta erosión ha ido creando figuras de piedra de formas caprichosas, marmitas de gigante muy profundas e intrincados callejones.

Para llegar a este paradisíaco lugar existen dos rutas: La primera conlleva hasta seis horas de caminata con duros desniveles y arranca desde el mismo centro del pueblo de Palacio, mientras que la segunda opción es un recorrido circular desde las lagunas de Neila, no tan dura aunque no por ello exenta de dificultades, pero que permite disfrutar de este otro espectacular y salvaje enclave formado por hasta seis lagunas glaciares que no dejarán indiferente al caminante.

Tras caminar hasta la conocida como Laguna Negra se toma el desvío hasta el paraje de Las Calderas por la zona del nacimiento del arroyo del Palazuelo, cuyo cauce sirve de guía hasta Las Caldera, a las que se llega tras una hora y media de andadura más o menos.

Una vez allí, se recomienda prestar especial atención a los hitos que indican el mejor camino a seguir ya que hay algunos tramos en los que hay que hacer malabarismos para avanzar, y al llegar solo queda disfrutar del momento, que a buen seguro que será inolvidable.