Cultura
La preciosa fortaleza que retuvo a una famosa reina española
Esta considerado como el castillo militar más importante de Europa en el siglo XV
España es tierra de castillos. Como así lo demuestra que gran parte de nuestro territorio cuenta con estas bellas edificaciones que fueron claves en la Reconquista, y que ahora son fundamentales para el sector económico y turístico de nuestro país, ya que son uno de los monumentos más visitados. El periodo de mayor esplendor de estas fortalezas fue la Edad Media, y las que más sobresalian eran las militares. Pues la más importante de estas características en Europa está en nuestro país, y además de defender el territorio cuenta con un sinfín de historias y sucesos que dibujan el pasado de esplendor del edificio.
Un castillo militar es una fortaleza de piedra y muros gruesos, construida con fines defensivos durante la Edad Media y épocas posteriores, para proteger un territorio, un camino o una frontera, y servir de refugio a la población local en tiempos de guerra. Funcionaba como residencia para el señor feudal, centro administrativo de la región y, sobre todo, como una torre de vigilancia y control con torres y almenas para repeler ataques.
Los castillos se diseñaban para ser inexpugnables, con murallas gruesas, torres y otras fortificaciones para resistir los ataques. Servían como puntos estratégicos para observar y responder rápidamente a amenazas. Dentro del castillo vivía el señor feudal y su familia, y funcionaba como un centro para controlar el territorio y a los vasallos.
En momentos de peligro, las comunidades locales podían buscar protección dentro de las murallas del castillo. Los ingenieros militares diseñaban castillos que fueran fuertes, funcionales y estéticamente imponentes, como los baluartes, concebidos para soportar artillería pesada, según señala la Inteligencia Artificial (IA).
Castillo de La Mota
Pues la fortaleza militar más avanzada de Europa es el de la localidad vallisoletana de Medina del Campo, que se la denomina "La Mota", y que destaca por su espectacularidad y su importancia militar y arquitectónica, pero sobre todo por el encierro de la Reina Juana, más conocida como “Juana La Loca”.
La mal llamada Juana la Loca fue la Reina de España que nunca se sentó en el trono. Por el contrario, estuvo encerrada más de la mitad de su vida, 46 años de los 75 que vivió. La consideraron una trastornada porque su padre, Fernando el Católico, y su hijo, Carlos I, querían apartarla del trono para hacerse con el poder sobre Castilla. Y lo consiguieron.
Y es que aunque fue reina de Castilla de 1504 a 1555, y de Aragón y Navarra desde 1516 hasta 1555, desde 1506 no ejerció ningún poder efectivo y a partir de 1509 vivió encerrada en Tordesillas, primero por orden de su padre, Fernando el Católico, y después por orden de su hijo, el rey Carlos I.
Por nacimiento, fue infanta de Castilla y Aragón. Desde joven, mostró signos de indiferencia religiosa que su madre trató de mantener en secreto. En 1496, contrajo matrimonio con su primo tercero Felipe el Hermoso, archiduque de Austria, duque de Borgoña y Brabante y conde de Flandes. Tuvo con él seis hijos. Por muerte de sus hermanos Juan e Isabel y de su sobrino Miguel de la Paz, se convirtió en heredera de las coronas de Castilla y de Aragón, así como en señora de Vizcaya, título que ya entonces iba unido a la corona de Castilla y que Juana heredó de su madre Isabel.
A la muerte de esta en 1504 fue proclamada reina de Castilla junto a su esposo; y tras el fallecimiento de su padre, Fernando, en 1516 pasó a ser nominalmente la reina de Navarra y soberana de la corona de Aragón. Por lo tanto, el 25 de enero de 1516, se convirtió —en teoría— en la primera reina de las coronas que conformaron la actual España, aunque desde 1506 todo el poder fue ejercido primero por regentes y, desde 1516, por su hijo Carlos. El levantamiento comunero de 1520 la sacó de su cárcel y le pidió encabezar la revuelta, pero ella se negó, y cuando su hijo Carlos derrotó a los comuneros, volvió a encerrarla, según señala Wikipedia.
Fue apodada «la Loca» por una supuesta enfermedad mental alegada por su padre y por su hijo para apartarla del trono y mantenerla encerrada en Tordesillas de por vida. Se ha escrito que la enfermedad podría haber sido causada por los celos hacia su marido y por el dolor que sintió tras su muerte.
Durante su atormentada vida Juana estuvo dos años cautiva en la Mota. La posterior muerte de su marido, de quien estaba profundamente enamorada, la sumió en una depresión que, según se defendió en la época, rozó la demencia. Esta fue la excusa para que su padre Fernando el Católico y su hijo Carlos la mantuvieron alejada del trono impidiendo que ejerciera como Reina de Castilla, cargo que le pertenecía por derecho.
Castillo de La Mota
Pues esta “cárcel de lujo” en la que estuvo Juana hoy en día es uno de los principales atractivos de España, el Castillo de La Mota, de la localidad vallisoletana de Medina del Campo. Tiene su origen en la repoblación del siglo XI: se fortifica, independizándolo del recinto de la vieja villa de "la Mota". Tras la batalla de Olmedo (1445) la Mota queda definitivamente bajo poder real, compatibilizando sus funciones militares con las de archivo y prisión.
Tras pasar por varias manos, en la recta final del siglo XV los Reyes Católicos se la entregan a Alfonso de Quintanilla, guarneciéndola con armas y artillería; se construye entonces la barrera de artillería, terminada en 1483, como indica la fecha grabada junto a los escudos de los Reyes Católicos en la entrada principal. Durante la Guerra de las Comunidades, la fortaleza permanece fiel a la corona, pese a que Medina era comunera.
La remodelación de los Reyes Católicos será la que convertirá al Castillo de la Mota en una referencia entre todas las fortalezas de su época, configurándose como uno de los primeros castillos de toda Europa que se adaptó al uso de la artillería.
Además de su importancia militar y arquitectónica, La Mota encierra en sus muros un sinfín de historias y sucesos que dibujan el pasado de esplendor del edificio: su función de archivo de la Corona, el encierro de la princesa Juana, la huida de César de Borgia, su papel en la Guerra de las Comunidades, etc.
El castillo actual, que responde a la tipología de la Escuela de Valladolid, aprovecha una esquina del recinto de la villa vieja, construido en hormigón de cal y canto. Su barrera exterior, con cubos cilíndricos y dotada de galerías subterráneas, data del tiempo de los Reyes Católicos y fue la más avanzada de su época. La fortaleza tiene un amplio patio de armas y una Torre del Homenaje de casi 40 metros de altura. Desde el patio se accede a la capilla de Santa María. El Centro de Recepción de Visitantes se encuentra ubicado sobre los vestigios de un poblamiento de la Edad de Hierro.
Con el paso del tiempo el castillo cayó en desuso debido al cual las instancias interiores originales se perdieron. A partir de su declaración como Monumento Nacional en 1904 se comienzan diversas obras de restauración y reconstrucción del edificio interior para albergar a partir de los años 40 la escuela de mandos de la Sección Femenina.
Hoy en día la fortaleza es propiedad de la Junta de Castilla y León, y en ella se compaginan dos usos diferentes: la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León utiliza las instalaciones interiores para realizar cursos, conferencias y otras actividades culturales de diversa índole; mientras que la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Medina del Campo desarrolla el uso turístico de la fortaleza.
Para poder desarrollar mucho mejor este último uso, en 2007 se inauguró el Centro de Recepción de Visitantes del Castillo de La Mota, desde donde organizan visitas guiadas a la fortaleza, además de mostrar al visitante un interesante yacimiento arqueológico de la Edad del Hierro, sobre el que dicho Centro se asienta, y de proporcionar información del resto de la villa.
Horario de visita al Castillo
Invierno (1 de octubre a 31 de marzo)
De lunes a sábado
Mañanas de 11:00 a 14:00
Tardes de 16:00 a 18:00
Domingos y festivos
Mañanas de 11:00 a 14:00
Verano (1 de abril a 30 de septiembre)
De lunes a sábado
Mañanas de 11:00 a 14:00
Tardes de 16:00 a 19:00
Domingos y festivos
Mañanas de 11:00 a 14:00
Horario de visita al Centro de Recepción de Visitantes
Invierno (1 de octubre a 31 de marzo)
De martes a sábado
Mañanas de 10:30 a 14:00
Tardes de 16:00 a 18:00
Domingos y festivos
Mañanas de 10:30 a 14:00
Verano (1 de abril al 30 de septiembre)
De martes a sábado
Mañanas de 10:30 a 14:00
Tardes de 16:00 a 19:00
Domingos, lunes y festivos
Mañanas de 10:30 a 14:00