Tribunales

“No sé en qué zonas le di las puñaladas, estaba drogado”, declara el hombre que mató a otro en Ponferrada tras infligirle 55 heridas

El acusado, que se enfrenta a 23 años de cárcel y tiene una minusvalía del 41 por ciento reconocida a causa de un retraso mental, ha asegurado que el día de los hechos no era consciente de sus actos

El acusado durante su declaración en este inicio del juicio
El acusado durante su declaración en este inicio del juicioCampilloIcal

Este lunes ha dado comienzo en la Audiencia Provincial de León uno de esos juicios mediáticos que ha levantado expectación tanto en la ciudad como en Ponferrada, donde se produjeron los hechos, cuanto el principal acusado, de 33 años, se enfrenta a una pena de 23 años de cárcel por presuntamente haber asesinado a puñaladas y con un brutal ensañamiento a un conocido en la capital del Bierzo en agosto de 2021. Será un jurado popular el que decida, además.

En su intervención ante el tribunal solo a las preguntas de la Defensa, sin embargo, el acusado, de 33 años, ha asegurado que él nunca tuvo intención de hacer daño a la víctima ya que su único propósito era que se marchase de su casa ya que le estaba obligando a que fueran a robar a un supermercado.

La letrada que ejerce su defensa recordaba al jurado de que debe tener en cuenta que el acusado tiene reconocida una minusvalía del 41 por ciento a causa de un retraso mental y que el día de los hechos no era consciente de sus actos ya que había estado consumiendo drogas y alcohol de manera descontrolada durante las horas previas.

De hecho, en una de sus declaraciones aseguraba que no sabe en qué zonas del cuerpo le dio las puñaladas porque estaba drogado. "Solo vi a la Policía cuando me detuvo. No quería hacerle daño ninguno. Yo veía negro, un bulto negro. No tenía una visión clara de nadie”, señalaba el acusado de causar la muerte a otro en Ponferrada tras infligirle 55 heridas con distintos objetos, mientras insistía en que actuó bajo los efectos de diversas sustancias como alcohol, drogas y pastillas que consumió en las horas anteriores al crimen.

En su declaración, ha reconocido que conocía a la víctima, que tenía 50 años en el momento de su muerte, desde hacía unos meses "de la calle" ya que también era consumidor habitual de drogas. También ha dicho que el día de los hechos fue a comprar droga y que luego regresó a su casa sobre la una de la tarde, mientras la víctima llegó dos horas más tarde.

"Allí estuvimos toda la tarde bebiendo orujo y cervezas, fumando porros y comiendo pastillas", ha declarado el acusado, que ha explicado que en un momento determinado fue a buscar más orujo y al regresar comprobó que la víctima tenía en su poder un cuchillo y en destornillador que eran de su propiedad, por lo que comenzaron un forcejeo para que se los devolviese.

"A partir de ahí no recuerdo nada y solo se que se los debí clavar pero lo único que veía en esos momentos era una mancha negra", ha agregado.

Preguntado por la presidenta del tribunal el motivo por el que siguió a la víctima hasta el portal y continúo con la agresión, ha puntualizado que su único interés era que se marchase de su casa porque no quería ir a robar y hacer daño a personas inocentes.

El escrito de la Fiscalía sostiene que sobre las 21.00 horas del 12 de agosto de 2021 el acusado inició una discusión con la víctima en una vivienda de la calle del Paraisín, en el casco antiguo de Ponferrada, que fue subiendo de tono hasta que comenzó a propinarle puñaladas utilizando para ellos varios cuchillos, navajas e incluso un destornillador.

La víctima intentó zafarse y trató de huir del piso pero el acusado le siguió y continúo agrediéndole por la espalda.

Una vez en el portal del inmueble, algunos viandantes vieron la agresión e intentaron ayudar a la víctima, hasta el punto de que uno de ellos consiguió romper el cristal para abrir la puerta y permitir la salida del perjudicado, ya herido de muerte y que solo pudo arrastrarse hasta la calle.

La víctima fue trasladada aún con vida hasta el Hospital del Bierzo, donde falleció al día siguiente.

La fiscalía solicita para el acusado 23 años de prisión por un delito de asesinato con ensañamiento, mientras la defensa reclama la libre absolución y argumenta una alteración de las facultades y el retraso mental que tiene diagnosticado (de un 41 por ciento).