Cargando...

Digital

El Scayle se integra en la Red Española de Supercomputación

Permitirá a empresas y entidades públicas acceder a recursos punteros de esta red.

Centro de Supercomputación Scayle JCYLEUROPAPRESS

El Centro de Supercomputación (Scayle) con sede en León se integrará definitivamente en la Red Española de Supercomputación (RES) a partir del próximo 1 de junio, lo que permitirá a investigadores, empresas y entidades públicas acceder a recursos punteros de esta red.

La Junta de Castilla y León ha recalcado este sábado en un comunicado que el Scayle desempeña un papel clave en el despliegue de la infraestructura nacional de computación cuántica, al formar parte activa del proyecto Quantum Spain y albergar uno de los primeros emuladores cuánticos disponibles en España.

"Esta convocatoria pionera marca un antes y un después en el ecosistema tecnológico y científico nacional, al abrir el acceso a ordenadores y emuladores cuánticos para el desarrollo de soluciones avanzadas en áreas estratégicas como la inteligencia artificial, la química computacional, la optimización industrial o la criptografía", ha apuntado la Junta.

La iniciativa está liderada por el proyecto Quantum Spain, impulsado por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.

Gracias a esta acción coordinada, se pone a disposición de la comunidad investigadora y empresarial el ordenador cuántico del Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS), junto con los emuladores cuánticos instalados en Scayle (Castilla y León) y en el Centro de Supercomputación de Galicia (CESGA).

El Scayle refuerza así su posición como infraestructura tecnológica estratégica no sólo para la Comunidad, sino para todo el país, consolidándose como nodo esencial dentro de la Red Española de Supercomputación y como referencia en el ámbito emergente de la computación cuántica.

El acceso a estos recursos será gestionado por la RES con criterios técnicos y científicos, en un proceso "transparente y competitivo", como ocurre con las convocatorias de supercomputación tradicionales.

Asimismo, los proyectos seleccionados podrán desarrollar y testar algoritmos avanzados utilizando tanto chips cuánticos como emuladores de última generación.