Cultura
Teresa Lanceta propone un viaje único a través del arte textil por el Museo Patio Herreriano de Valladolid
La exposición "El sueño de la cólcedra" de la Premio Nacional de Artes Plásticas 2023 se puede visitar desde este sábado 20 de enero hasta el 9 de junio
El Patio Herreriano de Valladolid está de enhorabuena. Tras conocer que es el Museo más visitado de Castilla y León, ahora tiene la oportunidad de contar con una exposición única de la Premio Nacional de Artes Plásticas 2023, Teresa Lanceta, que a través del textil ofrece un maravilloso recorrido partiendo el uso de los tejidos funerarios en el siglo XIII para explorar las posibilidades de este arte como lenguaje de aproximarse a la historia.
Una emocionada, agradecida y muy satisfecha, Teresa Lanceta, señaló, durante la presentación de la muestra, que ha sido un proyecto estresante, ya que "he tenido muy poco tiempo", pero pidió que todo el mundo "sea feliz en el trabajo, que es lo que me ha producido a mí, durante su preparación y montaje". Y es que la exposición “El sueño de la cólcedra” se ha realizado ex profeso para el Museo Patio Herreriano de Valladolid aprovechando “los maravillosos espacios” con los que cuenta el centro como es su capilla funeraria de los Condes de Fuensaldaña del siglo XIV y la sala 9.
La muestra, que abre este sábado 20 de enero las puertas al público y se puede visitar hasta el próximo 9 de junio, surge de una convivencia sostenida aun en el siglo XIII entre las tres grandes culturas religiosas que habitaban la península -cristiana, musulmana y judía-, interconectadas a través de los talleres textiles.
Si posteriormente, en el siglo XV, esa conexión que Lanceta estableció se desarrollaba en pleno acmé de la expulsión musulmana, el s. XIII arranca con el preludio de ese proceso y deja episodios como la Batalla de las Navas de Tolosa, entre los reinos cristianos del norte de la península y el califa almohade Muhammad al-Nasir. Por aquel entonces la presencia judía en la Península se había reducido tras su huida, mayoritariamente a aquellos reinos del norte y fueron, como se sabe, finalmente expulsados en los siglos siguientes.
Este proyecto, configurado en torno a ese vínculo fratricida que ha caracterizado en gran medida la historia de la península, desemboca en ‘El paso del Ebro (2013-2015)’, proyecto meditado en los viajes semanales que la artista realizó durante aquel período entre Alicante y Barcelona, y en el que se dan cita los relatos de su infancia, ligada a Horta de San Joan, en la comarca de la Terra Alta tarraconense, área de influencia del río Ebro y retaguardia franquista en el que en 1938 se situó uno de los mayores hospitales de sangre de la Batalla del Ebro.
El histórico origen funerario de esta capilla, construida a mediados del s. XV como lugar de enterramiento, es el detonante para reactivar una investigación de Teresa Lanceta que se acciona mediante un conjunto de tejidos adscritos a las guerras y ritos fúnebres practicados en la península entre los siglos XIII y XIV.
Surge así el estudio pormenorizado de una serie de acontecimientos históricos, por medio de los tejidos localizados en el panteón real del Monasterio de Santa María La Real de las Huelgas (Burgos), de los pertenecientes concretamente a los sepulcros de Leonor de Plantagenet y Alfonso VIII, o del Pendón de las Navas de Tolosa -pieza cumbre de la tapicería hispanomusulmana y posible botín de Alfonso VIII tras la batalla-, pero también de otros casos como los representados por las cuatro tablas al temple de los Plañideros halladas en la tumba del caballero Sancho Sánchez Carrillo, en la ermita de San Andrés de Mahamud (Burgos). La riqueza de los tejidos encontrados en Las Huelgas evidencia la diferenciación que incluso la muerte establece entre pueblo y poder.
No es baladí que este proyecto se inscriba aquí y ahora, casi cuatro años después del inicio de la pandemia del coronavirus, un hecho que volvió a remarcar esas distancias y que pone en tela de juicio la célebre afirmación de Horacio: Pallida mors aequo pulsat pede pauperum tabernas regumque turres (La muerte hiere con el mismo pie las tabernas de los pobres y las torres de los reyes).
La suntuosidad de estos tejidos constata esa brecha, que además contará en el s. XIII con tres realidades que se irán cruzando, no sólo en los campos de batalla, sino también en los talleres textiles de musulmanes, cristianos y judíos. Sin embargo, más allá del interés de Lanceta por los tejidos y el tejer, existe en su adscripción al textil cierto rechazo a un encasillamiento que dista mucho de lo que en realidad agita sus procesos. ‘El sueño de la cólcedra ‘supone un punto de inflexión en este aspecto, abriendo la puerta a una investigación que rebasa la idea del tejer como metalenguaje, hasta convertirse en un medio, o quizás en una excusa que le permita abordar una pesquisa historiográfica desde frentes diversos.
Diseminada en un conjunto de mesas que otorgan a la capilla cierto aspecto laberíntico, o quizás de mercadillo ambulante, y que alude a las ruedas de reconocimiento de los familiares que procuran los objetos portados por sus hijos muertos en la contienda, se replica aquí una imagen icónica del ritual de identificación que se sigue repitiendo en un mundo en permanente conflicto bélico. Sobre estas mesas descansan ahora los materiales con los que Lanceta ha trabajado durante el último año. Se trata de dibujos, tejidos, imágenes y otros documentos que permiten descifrar una labor investigativa cuya definición cobra formas cada vez más amplias. Y sobre estas, penden los tapices y telas realizadas, mediante una libérrima interpretación, a partir de cada uno de estos casos de estudio.
Surgen además una serie de concatenaciones históricas perpetradas por Teresa Lanceta mediante ejercicios como la invocación, por medio de los poemas de Anne Sexton, Alejandra Pizarnik y Sandra Santana, de personajes como Blanca de Borbón, Leonor de Guzmán y a la propia María de Padilla, víctimas en diferente medida de las castas reales, de esposos y amantes que las relegaron, las mataron o las enfrentaron.
“La alfombra española siglo XV (2004-2018)” y “El paso del Ebro (2013-2015)” se despliegan en la Sala 9, dos proyectos previos en los que afloraba ya una preocupación por los acontecimientos que de algún modo han ido configurando a lo largo de los siglos el devenir histórico de la Península.
Fiel a un proceso colaborativo desde el que Teresa Lanceta opera desde hace décadas, ‘El sueño de la cólcedra’ se ha realizado en colaboración con los equipos de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional, y se completa con tres colaboraciones planteadas ex profeso para la capilla por las artistas Ángeles San José, Leonor Serrano Rivas y Nader Koochaki; además del trabajo realizado por la artesana tintorera Lala de Dios.
Los arquitectos Ester Gisbert y Alfonso Cuadrado, del estudio creativo Drassana, han configurado para el espacio del claustro una cartografía que vincula los episodios históricos de la Capilla y la Sala 9. Asimismo, ‘El paso del Ebro’ se acompaña de un conjunto de utensilios cedidos para la ocasión por ‘La Trinxera’, iniciativa de estudio dedicada a la batalla del Ebro que alberga documentos y objetos recogidos durante décadas.
El director del Patio Herreriano, Javier Hontoria, que se mostró muy satisfecho por “los buenos momentos” que vive en la actualidad el Museo, destacó que Lanceta “es una historiadora que se sirve del textil para urdir sus relatos”, y en esta ocasión se ha ceñido a la historia de Castilla en el siglo XIII para desarrollar un proyecto específico “muy poderoso en lo visual y fascinante también en su trasfondo”. “Animamos al público a que se sumerja en la historia en grande y a las microhistorias que ella despliega, narradas desde la intimidad, que también encierran un interés extraordinario”, indicó.
Por su parte, el comisario de la muestra, Ángel Calvo, calificó la exposición como una “visita a un bosque, donde nos llega información desde muchas partes, y que la puedes disfrutar solo con entrar a verla”. Asimismo, destacó que la intervención en la capilla se erige a partir de “una serie de islas”, representadas por mesas en las que despliega diferentes perspectivas de su investigación.
Además, la concejala de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Valladolid, Irene Carvajal, tras realizar un detallado recorrido de la exposición, se mostró muy orgullosa de lo bien que se están haciendo las cosas en el Museo Patio Herreriano, así como de la calidad de los proyectos que está exponiendo, que año tras año hace que cada vez más gente lo visite.
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