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Curiosidades

El "Treviño" madrileño situado en tierras de Segovia

A casi 70 kilómetros de la capital de España se encuentra este bello enclave deshabitado y dedicado a a cría ganadera que sigue siendo objeto de disputas territoriales

Santa María de la Alameda, municipio al que pertenece la Dehesa de la Cepeda Santa María de la Alameda

Castilla y León es la comunidad que más municipios tiene de toda España, con 2.248. Un territorio extenso, con nueve provincias, y con una parte de su territorio rodeado por la provincia de Álava, en el País Vasco: el enclave de Treviño. Una zona singular formada por los municipios de Condado de Treviño y La Puebla de Arganzón que pertenece a la provincia de Burgos pero que es objeto de disputa cada cierto tiempo entre las provincias burgalesa y alavesa.

De hecho, los primeros intentos de las instituciones de este enclave de Treviño de pasar a formar parte e integrarse en las Juntas Generales de Álava datan del siglo XVII, aunque sin éxito, y no fue hasta el año 1833 cuando la división provincial que hizo el político "afrancesado" Javier de Burgos cosagró de manera oficial que el enclave de Treviño se quedaba en manos de la provincia de Burgos. Y así hasta nuestros días, aunque cada poco tiempo, sobre todo en vísperas de elecciones, Treviño sigue apareciendo como una vieja aspiración alavesa e incluso de los propios vecinos de La Puebla de Arganzón y del Condado de Treviño, que también han mostrado en varias ocasiones su deseo de pasarse al País Vasco por tema de servicios públicos y cercanía a Álava.

Pero dicho todo esto, en Castilla y León, cabe señalar que existe una situación un tanto similar, pero al revés, y con la Comunidad de Madrid de por medio ya que en este caso afecta a un municipio madrileño que está enclavado en mitad de la la comunidad castellano y leonesa, concretamente entre las provincias de Segovia y Ávila.

Se trata de La Dehesa de Cepeda, una pedanía de las ocho que forman parte del municipio de Santa María de la Alameda (La Estación de Santa María de la Alameda, Robledondo, La Paradilla, Las Herreras, Navalespino, La Hoya, El Pimpollar y Santa María), aunque está prácticamente deshabitada y aislada y que se encuentra a unos 70 kilómetros de la capital de España, por lo que se puede decir que Castilla y León tiene su propio Treviño en su territorio.

Tal es así, que no se puede acceder a este municipio sin pisar antes las provincias de Ávila o Segovia, sobre todo esta última, que además ha pedido y sigue pidiendo la anexión de este territorio, aunque al igual que el enclave burgalés sin acuerdo posible hasta el momento.

De hecho, tiene una extensión de 12 kilómetros cuadrados y solo se puede acceder a él con autorización.

Una polémica a la que también se refirió hace años la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien en su cuenta de Twitter ponía hace unos años un mensaje hablando de la particularidad de este terreno que hasta 1833 perteneció a Segovia, pero que a partir de la mencionada anteriormente reforma territorial de Javier de Burgos quedó en manos de a región madrileña.

Desde entonces, la provincia segoviana ha intentado recuperar un territorio que por lógica geográfica e histórica considera que le pertenece por el vínculo existente con Castilla y León.

También los municipios abulenses de Peguerinos y Cebreros han reclamado su derecho sobre esta tierra y se apoyan en diversos documentos históricos demuestran que su gestión ha sido motivo de enfrentamientos legales, con administraciones locales y regionales debatiendo sobre su uso y explotación.

Santa María de la Alameda, municipio al que pertenece la Dehesa de Cepeda, forma parte del Territorio Histórico “El Escorial: Monasterio, Sitio y Entorno Natural y Cultural”, reconocido como Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid. Además, está incluido en el Paraje Pintoresco del Pinar de Abantos y Zona de La Herrería, un espacio natural protegido desde 1961, destacando aún más su valor ecológico y patrimonial.

Ubicada a más de 1.400 metros sobre el nivel del mar y con un impresionante mirador natural hacia las montañas del occidente de la comunidad de Madrid, tiene un gran valor medioambiental y se encuentra utilizado para la explotación ganadera, una de las mayores fuentes de riqueza de la comarca.

Un enclave único para desconectar del mundanal ruido y disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión.