Sucesos
“Admito nuestra lentitud contra la inseguridad”
El conseller Miquel Buch dice que al espacio ofrecido por el Ayuntamiento de Barcelona para una comisaría “le faltan condiciones de seguridad”
Por segunda vez esta semana, el conseller de Interior, Miquel Buch, compareció en público para informar de los avances y también retrocesos del denominado Plan Estratégico Barcelona Ciudad Segura.
Pese a que en esta ocasión la comparecencia fue en la comisión de Interior en el Parlament, ante el resto de los partidos con presencia en la cámara catalana, no aportó grandes novedades, al menos sobre todo en su discurso inaugural.
Tras las intervenciones de los grupos de la oposición, y también de los –ahora distanciados– socios de Govern de ERC, Buch volvió a desgranar meticulosamente los datos en materia de seguridad arrojados en 2019.
Fue casi un calco de lo ofrecido el lunes, aunque en esta ocasión Buch si que reconoció que «necesitan más tiempo» para poder aplicar todo su plan de seguridad. Y también admitió que «es el tercer año consecutivo en el que ha habido un repunte de los hechos delictivos en Barcelona». En una especie de justificación, el conseller recordó que «tuvimos un otoño muy movido», en referencia a los numerosos actos vandálicos protagonizados por los CDR, en plena vorágine independentista en la ciudad.
De hecho, los datos del cómputo general de 2019 arrojaron un balance desigual. Hay dos partes muy diferenciadas, basándose, según volvió a insistir Buch, en la aplicación del citado Plan Estratégico, que se empezó a aplicar en julio.
En los seis primeros meses del año, hubo un repunte del total de robos y hurtos de un 19 por ciento, mientras que desde julio hasta diciembre fue del 7,7 por ciento. Este plan, básicamente, consiste en un aumento del 20 por ciento del patrullaje de los Mossos en la ciudad, sobre todo en los dos distritos más conflictivos, que suman casi la mitad de las denuncias y que son los que más turistas reciben. Se trata de Ciutat Vella y Eixample. También se apuesta, insistió el conseller, en potenciar la Policía de proximidad, es decir, que sea más visible para los vecinos.
De esta manera, se destinaron el año pasado más agentes de los Mossos a Barcelona, con dos promociones que suman más de 400 efectivos.
En general, los grupos de la oposición no se mostraron excesivamente duros con esta gestión y estas decisiones, aunque recordaron que los robos con violencia llevan tres años consecutivos creciendo.
Otro punto crítico, que no fue mencionado el lunes y que ayer admitió Buch, fue, aparte del citado aumento de los robos con violencia –que parece cronificado–, el incremento de los asaltos a coches, que el conseller vinculó con el narcotráfico.
En este sentido, Buch admitió, y en este caso fuera de la capital catalana, que siguen existiendo puntos negros de narcopisos en poblaciones como Sant Adrià del Besòs –básicamente relacionados con el tráfico de drogas– y, de nuevo, un resurgimiento del fenómeno del «top manta», en este caso en Castelldefels.
✕
Accede a tu cuenta para comentar