Cataluña
Los aparejadores exigen el paro de todas las obras
No se han detenido a pesar del Estado de Alarma y afirman que es imposible garantizar la protección de los trabajadores contra el coronavirus
El país se ha paralizado, pero dentro de los trabajadores que tienen que cumplir todavía con su horario habitual están los de la construcción. Si tiene un edificio con andamios cerca, salga al balcón y verá todavía algunos trabajadores cumpliendo su agenda. ¿Pero con las suficientes medidas de seguridad frente a la pandamia del coronavirus?
El colegio de Aparejadores y arquitécticos técnicos pidió ayer en un comunicado la urgente detención de las obras durante el actual estado de alarma. En su opinión profesional, es imposible garantizar las medidas de prevención y protección contra el Covid-19 en las obras de construcción. “No es una actividad esencial”, señalan ante lo que consideran una irresponsabilidad.
El documento se ha enviado a los ayuntamientos de la provincia de Barcelona para que las autoridades competentes actúen en consecuencia. Al mismo tiempo, se ha dirigido a promotores y constructores para intentar que se detengan definitivamente las obras. Según el colegio de arquitéctos técnicos, sólo se han detenido las obras públicas de Barcelona y Terrassa, lo que es del todo insuficiente y censurable.
Según dictaminó el Gobierno, siguiendo las pautas de la OMS y los servicios sanitarios, los contratistas deberían garantizar una distancia mínima de un metro entre trabajadores, evitar aglomeraciones o agrupaciones de trabajadores que tengan contacto entre ellos, establecer protocolos de protección, y en caso de contagio de cualquier miembro, la paralización inmediata de la obra y comunicarlo a contratistas, subcontratistas, autónomos y dirección facultativa con el que haya entrado en contacto el enfermo durante los últimos 15 días. Ante estas necesidades, desde el colegio de aparejadores se concluye que es “inviable garantizar las medidas de prevención y protección contra el covid-19 en una obra”. En su opinión, “sólo deberían aceptarse las actuaciones urgentes y justificadas para la seguridad de las personas”. El paro, dicen, “es necesario para garantizar la salud y seguridad de los ciudadanos y poder recuperar la actividad de las empresas y el país cuando el virus pase”.
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