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Coronavirus

Coronavirus: El Govern aprueba un plan de medidas para evitar un rebrote en la vuelta al trabajo

Trabajadores que presenten una temperatura superior a 37,3º o síntomas respiratorios deberán de aislarse en casa

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y consellers de la Generalitat durante el Consell Executiu extraordinario del Govern del día 12 de abril de 2020.GENERALITAT DE CATALUNYA12/04/2020 larazonGENERALITAT DE CATALUNYA

El Govern ha aprobado una serie de medidas para proteger a la población del contagio ante el regreso parcial de mañana al trabajo. El plan, que ya adelantó ayer Quim Torra, se estructura en cuatro ejes (control sanitario, corresponsabilidad de la ciudadanía, plan de control de aglomeraciones y adaptación a las necesidades sociales y colectivos más vulnerables).

El primer eje de medidas corresponde a la conselleria de Salud y plantea un control sanitario con hasta siete medidas: desarrollar, según el Plan de Tests, la estrategia para tomar decisiones asistenciales y poblacionales en el desconfinamiento; prever acciones adaptadas a la disponibilidad de pruebas; priorizar las personas para tests; definir una estrategia compartida en función de los resultados; impulsar medidas dirigidas a controlar los síntomas antes de entrar a los puestos de trabajo, como medir la temperatura corporal y elaborar un cuestionario de síntomas -en caso de que la temperatura de cualquier trabajador supere lo 37,3º o tenga síntomas respiratorios deberá aislarse en casa- y recomendar que cada empleado reporte su estado de salud en la app stopcovid19; concertar con agentes sociales la implicación de los servicios de prevención para el seguimiento de los aislamientos; y, proponer el seguimiento diario de datos.

El segundo eje de medidas se centra en la corresponsabilidad de la ciudadanía -los elementos de protección individual- y despliega seis medidas: el distanciamiento social (1,5-2 metros); desinfección de manos en los accesos; boca y nariz tapadas con mascarillas quirúrgicas si están disponibles o piezas de ropa; reducción del tiempo y desplazamientos de consumo; refuerzo de medidas con puntos de distribución de soluciones hidroalcohólicas; modificar estandares de higiene en la limpieza de espacios públicos o centros laborales.

El tercer eje es un plan de control de aglomeraciones con tres medidas: los centros de trabajo deberán de mantener el teletrabajo siempre que sea viable, flexibilizar los turnos y horarios, mantener distancia entre trabajadores y clientes de entre 1,5 y 2 metros y si no es posible habrá que dotar a los empleados de equipos de protección individual (mascarillas, guantes y batas, realizar reuniones presenciales en grupos pequeños, monitorizar a los trabajadores (no se puede volver a trabajar con fiebre); en los transportes públicos se regularán los accesos para limitar la ocupación máxima a un tercio, se deberá mantener distancias en los andenes, se incrementará la frecuencia de paso en todas las franjas horarias laborales, se recomendará la desinfección de manos en accesos y salidas, se usarán los canales de comunicación para hacer recomendaciones, se reforzará la desinfección de instalaciones y se limitará el transporte público de larga distancia; en los establecimientos comerciales se mantendrán las medidas de distancia en aquellos que estén abiertos.

El cuarto eje trata sobre la adaptación a las necesidades sociales y colectivos más vulnerables. Se basa en tres puntos, y el primero de ellos trata sobre reforzar el seguimiento social de las necesidades, como una campaña de comunicación para seguir con el confinamiento. También más contacto profesional con diversos ámbitos, como los servicios sociales locales y Protección Civil. El segundo punto versa la gente mayor y las personas dependientes, como discapacitados. Para ellos se reservarían franjas horarias a primera hora de la mañana para acceder a comercios, y, si es posible, ahorrarse las colas para no estar en el exterior. También se apuesta por potenciar claramente las compras online. Respecto a niños y menores, se apuesta por la flexibilización y adaptación laboral para los padres. Se traduce en un permiso retribuido recuperable para curar de menores, y otras priorizaciones según la edad. También facilitar los servicios de acogida en el caso de padres con dificultades para la conciliación familiar,y, posiblemente, definir una propuesta de salida regulada ilimitada en espacio y tiempo.