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¿Los niños son supercontagiadores o es un mito?

Investigadores e epidemiólogos no se ponen de acuerdo a la hora de determinar el grado de importancia de los menores a la hora de transmitir el COVID-19

Inicio del curso escolar en el colegio Nuestra Sra. del Águila
Inicio del curso escolar en el colegio Nuestra Sra. del ÁguilaManuel Olmedo

En los últimos dos meses la comunidad científica nos ha dicho primero que los niños son los grandes transmisores del coronavirus y por tanto era esencial cerrar las escuelas. Después se supo que, a pesar de buscarlo, no se había encontrado ningún caso en China ni en Italia de un niño menor de 10 años que hubiese contagiado el COVID-19. Paralelamente, se aseguró en otro estudio que cerrar los colegios no era efectivo para contener un virus tan contagioso como el coronavirus si no se cerraba absolutamente todo. Y ahora llegan dos nuevos estudios para afirmar, otra vez, que es esencial que los colegios sigan cerrados porque los niños son potenciales supercontagiadores.

Mientras Alemania, Francia, Israel, Holanda, FInlandia o Inglaterra han vuelto abrir o planean hacerlo en breve sus escuelas, en España se ha aplazado la reapertura para Septiembre, y todavía sin conocer en qué condiciones. La Comunidad de Madrid insiste en reabrir los colegios en junio, mientras el epidemiólogos como Oriol Mitjà insisten en que deberían ser los últimos en abrir. ¿Por qué tanta indecisión en el nivel de transmisión del virus en niños?

Lo cierto es que no hay estudios claros que certifiquen el grado de trasmisión de los niños. Los que aseguran que son supercontagiadores lo hacen en realidad con un pensamiento poco científico, creer que al ser un virus respiratorio, como el de la gripe, funciona de la misma manera. Y ya se ha demostrado que eso no es así. Es la misma lógica que serviría para dar de comer carne de vaca a un león y a una oveja porque los dos son mamíferos.

Pero si no se sabe, lo mejor es prevenir, siempre, otra máxima que ha provocado el confinamiento total de a población y no el específico. Los dos últimos estudios sobre niños y coronavirus vuelven a incidir en la necesidad de mantener los colegios cerrados. La revista “Science” publicaba la semana pasada que los niños son tres veces menos susceptibles de coger la enfermedad que los adultos, pero con los colegios abiertos tienen tres veces más contactos que los adultos, así que el grado de transmisión se equilibra. Después de analizar casos en Wuhan y Shangai, concluyeron que cerrar escuelas no es suficiente para parar la pandemia, pero sí para ralentizarla entre un 40 y un 60 por ciento.

Otro estudio, llegado desde Alemania, demostraba que los niños infectados tenían la misma carga viral que un adulto, y que si los pequeños tienen tres veces más contactos que un adulto, la lógica establecía que eran más contagiadores. El estudio estaba liderado por el virólogo Christian Drosten cuyo laboratorio en Berlín ha hecho pruebas a 60.000 infectados por el coronavirus. Analizaron a 47 niños con el virus, 36 de ellos asintomáticos. Los resultados de los tests demostraron que tenían la misma carga viral que los adultos o los otros niños con síntomas.

Ahora, desde Noruega, llega un nuevo estudio que pretende analizar colegios por regiones y ver in situ cómo responden los niños en la reapertura. En un mismo distrito, un colegio permanecería cerrado y otro se abriría con la mitad del alumnado y las medidas de distanciamiento social establecidas. De esta forma se verá definitivamente si es oportuno mantener los colegios cerrados o no y el grado de transmisibilidad de los niños. Si la respuesta fuese la misma en los dos casos, la tercera fase del estudio sería abrir el colegio de la forma habitual para comprobar del todo la tesis de si mantener los colegios cerrados es una medida acertada.

Cuando la ciencia trabaja en hipótesis deductivas, crea dudas, pero cuando lo hace en pruebas feacientes, crea consesos.