Coronavirus

“En el Raval ya tenemos otra vez el público habitual: prostitutas, chulos y clientes potenciales”

Los vecinos denuncian que con el desconfinamiento vuelven los mismos problemas de siempre

La prostitución, enquistada en el Raval
La prostitución, enquistada en el Ravallarazon

Por su configuración urbanística y humana, el barrio barcelonés del Raval estaba en la lista de zonas de la ciudad candidatas a pasarlo peor por el confinamiento, e incluso en el desconfinamiento en fase 0. Estas calles ya son normalmente protagonistas de todo tipo de polémicas, altercados y quejas, y lo de vecinos en casa, y ahora con ciertos permisos para salir, no ha mejorado la situación en absoluto. Tras una calma tensa durante los días de encierro, se desatan las quejas.

Este nuevo malestar es bien visible en las redes sociales, especialmente en Twitter, y ha sido incluso trending topic durante unas horas. La cuenta de una de las zonas del barrio más tradicionalmente polémicas y perjudicadas, la de los vecinos de la calle Robador, denunciaba el domingo que “ya tenemos el público habitual de la calle, las mujeres prostituidas junto a su chulo, y los potenciales clientes en las puertas de los bares con sus cervezas para llevar, y así llevan todo el día, todo eso con 485 casos de coronavirus en el Raval”.

Otro vecino recuerda, con la frase “sex on the city!”, la reciente detención de un hombre y una mujer que paseaban totalmente desnudos por la calle y a pleno día, y además poco antes habían protagonizado una pelea en la vía pública. “En el Raval ya nada nos sorprende”, añade. También hay quejas sobre, que frente a la muy precaria ya situación económica de residentes en el barrio, la alcaldesa Ada Colau “se dedique a organizar conciertos”. “Desde que gobierna el Raval se ha ido degradando”, lamenta por su parte una ex vecina.

Desde su cuenta, la Asociación de Vecinos del Raval también se queja. “El Macba vuelve a su rutina, con cerveza, porros, skaters al anochecer”, aseguran, antes de añadir que “el Raval puede ser una bomba de relojería”. Ya han habido dos intentos de “okupación” en estos días, el último de ellos en una pollería, que finalmente fue impedido.

Otro residente envía un tuit con una sola pero contundente frase: “El confinamiento marchará, pero la pobreza seguirá en el Raval”. Muchos de los vecinos ilustran sus comentarios con imágenes de largas colas en los comedores sociales del barrio, que parecen saturados.

“El gobierno que lucha contra la desigualdad deja el Raval, uno de los barrios más pobres, abandonado a su suerte. Gracias Podemos, gracias Ada Colau”, lamenta otro vecino.