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¿Por qué los actores de “Lost” parece que nunca pudieron abandonar la isla?

La semana pasada se cumplió el décimo aniversario del polémico final de la serie y ninguno de sus protagonistas ha conseguido un nuevo éxito

El elenco completo de "Perdidos" en la primera temporada de la serie
El elenco completo de "Perdidos" en la primera temporada de la serieLa RazónArchivo

Aunque parezca mentira, hace diez años que se emitía el último episodio de “Lost” (“Perdidos”), una de las series que marcaron el camino a seguir por la ficción televisiva a inicios del siglo XXI. La expectación era máxima, el fanatismo de sus seguidores era abrumador, y el público en general se moría de ganas de saber el final de una serie con tantos enigmas que parecía esconder algo realmente valioso. ¿Qué ocurrió? Sólo podía ocurrir una cosa, la más agridulce decepción.

En mayo de 2010 millones de espectadores vieron el episodio final o lo grabaron o lo descargaron ilegalmente, pero nadie se lo perdió porque lo que más temía todo el mundo eran los “spoilers”. La serie sobre los supervivientes de un accidente aéreo que caían en una isla más que misteriosa marcó muchos hitos en su época. Por ejemplo, jugó por primera vez con los tiempos narrativos, no sabiendo si estabas viendo el pasado, presente o futuro. El final de la tercera temporada, cuando se descubre que los personajes están viviendo un “flash forward” en lugar de sus tradicionales “flash backs” fue una de las mayores sorpresas de la historia de la televisión.

La serie también dibujó lo que tenía que ser el casting del futuro para cualquier serie en una televisión generalista, con actores que representasen todos los segmentos de la población. Y también fue uno de los grandes exponentes de los “cliffhangers” de última generación para conseguir que los espectadores volviesen ansiosos la semana siguiente. Su influencia fue absoluta, aunque ya nadie la coloque en las mejores series de la historia. Sin embargo, lo merece. “Lost” creó sin quererlo series como “The leftovers”, “Westworld” o incluso “Juego de tronos”.

Cuando acabó, el vacío que dejó fue enorme. Hubo muchas series que intentaron copiarla, al menos a grandes rasgos, pero todas fracasaron. La idea siempre era la misma, una historia basada en una idea o concepto espectacular, un mundo que cambia de reglas por completo, una serie de personajes diversos en busca de adaptarse a la nueva situación, y una trama oculta que no para de impedirlo. Series como “Fast forward”, “Alcatraz” o “Terra Nova” intentaron capturar su audiencia, pero la mayoría había decidido pasar página, todavía enfadados por un final que no había respondido a todas sus necesidades.

La serie tuvo seis temporadas y 121 capítulos, una barbaridad en la era del steaming y los diez episodios por temporada como máximo. La serie había basado su éxito en dos cosas, sus increíbles personajes y los misterios y enigmas cósmicos que planteaba semanalmente. Los enigmas engancharon tanto que sus fans empezaron a creer que la serie les explicaría el origen del universo y por qué estamos aquí. No hizo eso, el final se limitó a explicar el por qué de los personajes, nada más. La decepción fue grande, los guionistas demostraron al final que los personajes eran los que aguantaban la trama y no la trama la que aguantaba a los personajes. ¿En serio esperaban sus seguidores que una serie de televisión les contara todos los secretos de la existencia?

Carlton Cuse, uno de los “showrunners” de la serie “Lost” (“Perdidos”) lo dijo alto y claro la semana pasada, al celebrar el aniversario, la serie acabó por un motivo principal: “Nos estábamos quedando sin flashbacks para los personajes”. Porque los personajes eran la serie. El segundo problema era “que no sabíamos cuánto podía durar su mitología”. Es decir, de los personajes lo sabíamos todo, pero de la mitología no sabíamos nada. Y aquí la televisión vio hacia dónde iban los tiros del futuro de la ficción.

Los grandes conceptos no valían. Atrapaban, sí, durante un tiempo, pero pronto generaban frustración. No se podían extender en el tiempo. Funcionaban en pequeñas dosis, como en “Black Mirror”, pero ya está. Lo importante era centrarse en los personajes para conseguir una ficción duradera, ahí estaba el éxito. Empezaron a salir las grandes series de la segunda década del siglo XXI, siempre centradas en los personajes, como “Breaking Bad” o “Mad Men”. Ahora bien, esta mezcla de gran seguimiento y gran frustración parece que ha acabado creando un nuevo misterio, ¿por qué los actores de “Perdidos” parece que han acabado atrapados de verdad en aquella misteriosa isla?

En 2006, todo el mundo sabía quien era Kate, Jack, Sawyer, Sayid, Ben, Locke o Hugo. Sus personajes estaban tan bien dibujados que parecían de carne y hueso, y sus actores se convirtieron en auténticas celebridades. Sin embargo, pocos han llegado a sacar rédito de aquel éxito y seguir una senda de triunfos. El bueno del doctor Jack Shepard estaba interpretado por Matthew Fox, el hermano mayor de otra gran serie “Party of five”. Después de “Lost” hizo alguna película notable, como “En la mente del asesino”, pero su estela se perdió rápido.

El contrapunto de Jack era Sawyer, interpretado por el actor Josh Holloway, otro que tampoco ha conseguido otro gran éxito, y no se puede decir que no lo haya intentado. Series como “Intelligence” o “Colony” no cuajaron con los espectadores. Se le da bien hacer de espía, como demostró los tres minutos que aparece en “Misión Imposible 4”, pero no ha dado el salto a las grandes ligas. Por su parte, Kate, la tercera pata de este triángulo amoroso, sí ha sacado la cabeza como la Avispa, la compañera de Ant-Man, en la saga de Marvel, pero sigue siendo un personaje secundario.

Y estos eran sus tres protagonistas principales. Luego estaba Locke, el iluminado, interpretado brillantemente por Terry O’Quinn, que su mayor éxito ha sido ser decapitado en la serie basada en el universo de Stephen King, “Castlerock”. El simpático Hugo, (Jorge García), volvió a una serie tipo “Lost” en “Alcatraz”, sin éxito, para regresar a Hawaii, donde se rodaba “Perdidos” con la serie policial “Hawaii CInco -0”, programa en el que también acabó Jin, o lo que es lo mismo, el actor Daniel Dae. Por su parte, Charlie (Dominic Monighan), uno de los hobbits de “El señor de los anillos” ha acabado por hacer programas divulgativos de animales.

La fuerza gravitatoria creada por el choque entre personajes y enigmas ha hecho que todo aquel que participase en “Lost” haya quedado encerrado dentro. Algo que, al parecer, no ha ocurrido con sus creadores. J.J. Abrahms ha reinventado “Star Trek” y “La guerra de las galaxias”, así que su éxito se ha multiplicado por mil. Carlton Cuse ahora triunfa en Netflix con “Locke & Key” o en Amazon con “Jack Ryan”. Y Damon Lindelof ha realizado éxitos como “The leftovers” o la nueva adaptación de los personajes de Alan Moore en “Watchman”. Tuvieron suerte de no ser personajes en la isla de “Perdidos” o todavía estarían encerrados allí.