Educación

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Pocos niños, pocas guarderías abiertas y “caos” por la normativa que rige el regreso a las aulas

Educación introduce cambios de última hora para facilitar la reapertura de las guarderías: grupos de 10 niños y comedores abiertos

Oumou Salam Niang, 6, y Andrea Celeste, 7, se sientan en clase con la profesora Anna Gonzalves, el primer día de reapertura de colegios en Barcelona. (AP Photo/Emilio Morenatti)
Oumou Salam Niang, 6, y Andrea Celeste, 7, se sientan en clase con la profesora Anna Gonzalves, el primer día de reapertura de colegios en Barcelona. (AP Photo/Emilio Morenatti)Emilio MorenattiAP

Llegó el 8 de junio. El día en que las escuelas de Barcelona y Lleida, donde viven más de 5,5 millones de personas, pueden abrir igual que llevan haciendo desde que entraron en la fase 2 el resto de centros de Cataluña. Pero como sucedió hace unos días en Girona o Tarragona, la reapertura de 1.413 centros públicos de infantil, primaria y secundaria (el 60% de las escuelas e institutos de toda Cataluña) y 566 centros concertados (el 80% del total) ha sido descafeinada y polémica. ¿Cómo puede ser que un país tenga antes un plan para ordenar sus terrazas y sus playas que las escuelas?”, es la pregunta que más repiten las familias. Este fin de curso, sólo estaban obligados a abrir los colegios para atender a los alumnos menores de 6 años con padres trabajando y sin alternativa de hacer teletrabajo, pese a que el confinamiento ha demostrado que trabajar desde casa y con niños no es sencillo. El resto de cursos, de primaria a bachillerato, puede hacer tutorias. Se priorizará a los alumnos de 2º de bachillerato que tienen que preparar la selectividad. También a los niños que están en el último curso de una etapa educativa, esto es 6º de primaria y 4º de la ESO.

Hay padres de niños de infantil que después de que se les pidieran más medidas para ir al colegio que para entrar en una unidad de cuidados intensivos, han optado por no llevar a sus hijos a la guardería. Otros que encuentran que un horario restringido de de 9.00 a 13.00 horas no les soluciona nada. Y guarderías a las que se les pedían tantas normas para poder abrir, que este lunes han decidido seguir cerradas a la espera de que la semana que viene, con el salto a la fase 3, se relajen las medidas. La mayoría de guarderías del área metropolitana de Barcelona no ha abierto hoy y se prepara para hacerlo la semana que viene, pese a que a última hora de ayer, el departamento de Educación modificara los plantes de apertura de las aulas de infantil, para los niños de 0 a 6 años. Los colegios no tienen esta alternativa. Sólo hay dos escuelas que no han abierto sus puertas. La Escuela Salvador Vinyals de Terrassa, porque ha encontrado un enjambre de abejar y ha tenido que llamar a los bomberos. Y la Escuela Espiga de Lleida, que no ha tenido tiempo de ser definfectada. Las dos abrirán mañana.

Las guarderías no están obligadas a abrir. La directora de una guardería de Barcelona explica que como tiene 60 años, el departamento de Salud no le permite trabajar. “Mi alternativa es buscar a un sustituto, pero estoy haciendo números para dar un servicio a las familias y no salen”, lamenta.

Cambios de última hora: grupos de 10 alumnos y comidas

Coincidiendo con la reapertura de los colegios en toda Cataluña, Educación ha anunciado que permite a las guarderías acoger hasta 10 alumnos por maestro, en vez de 5.

En relación a la normativa aprobada el pasado 20 de mayo, otro cambio destacado es que las guarderías podrán ofrecer servicio de comedor si considera que puede garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias, por ejemplo, una separación mínima de un metro entre niños. En las mesas grandes, se tendrá que dejar una silla de separación entre niños de manera que ninguno tenga a un compañero ni delante ni al lado a la hora de comer. Si es necesario, se deberán hacer comidas por turnos. Además, hay que limpiar y desinfectar las mesas después de cada turno y los espacios un mínimo de uno vez al día.

Para las familias, estos cambios, que se anunciaron ayer, “han sido un caos”. “Después de cuadrar un sudoku en casa para poder atender a dos niños, una niña de tres años y uno de seis meses, esta mañana al llevar a la niña a la guardería, me han dicho que ahora sí daban de comer y podía quedarse por la tarde. Pero como era la única niña, he optado por llevármela. Esta semana, contratamos a una persona que nos ayudara con su hermano, que no podrá ir a la guardería hasta entrada la fase 3. Con estos apaños, intentaremos seguir una semana más", cuenta Carolina. Tanto ella como su marido trabajan y les ha sido ya muy complicado gestionar los tres meses de confinamiento. Carolina está muy decepcionada con las administraciones. “Cuando un país abre antes las terrazas y no tiene un plan ordenado y claro para reabrir las escuelas es que no tiene claras sus prioridades”, lamenta. “Sin una buena educación, no habrá investigadores que desarrollen vacunas", zanja, con la intención de invitar a reflexionar a la clase política. En esta guardería, la afluencia ha sido de un 12%. Un número similar a otros centros.

El nuevo documento aprobado por el Procicat (Plan de Actuación de Protección Civil de Cataluña para emergencias asociadas a enfermedades transmisibles) corrige que ante la dificultad de mantener la distancia física entre maestros y niños menores de 6 años durante toda la jornada, se permitirá tocar o coger a un niño si este lo necesita. Aunque “en la medida de lo posibles, hay que mantener las distancias físicas”.

Se recomienda tener el calendario vacunal al día, aunque se dará por válida la documentación que se presentó cuando se hizo la matrícula.

Pese a que la decena de ensayos que han estudiado la COVID-19 en niños y adolescentes indican que no son grandes contagiadores, pediatras como el doctor Pere Soler, jefe de Patología Infecciosa de Pediatría del Hospital Vall d’Hebron, tienen la sensación de que no se ha asumido este cambio de dirección científica a la hora de reabrir las escuelas. Soler cree que se ha perdido una oportunidad para observar qué pasa en las escuelas cuando juntas a niños con niños y a niños con profesores -menores de 60 años y sin patologías previas- de cara a prepararse para la vuelta al colegio en septiembre. Quedan los casales, pero las familias, precisamente, lamentan que se reabran casales, que tienen cuotas más elevadas que las escuelas, y no los colegios. Aún y así, muchos casales están ya completos.

Desde un punto de vista científico, los pediatras subrayan que una norma clave es que ningún niño ni profesor con síntomas compatibles con la covid vaya a la escuela. Y lo más prudente es el lavado de manos, gestionar las aglomeraciones de adultos en la entrada y salida, generar circuitos hábiles en la atención primaria para atender casos sospechosos, además de no reincorporar a profesores mayores de 60 años o con patologías previas.