Agentes de los Mossos d'Esquadra, en una imagen de archivo MOSSOS D'ESQUADRA

Un narcotraficante arrepentido destapa una trama de corrupción de los Mossos

Identifica a los agentes que devolvían al mercado la marihuana incautada

Sobre la investigación para aclarar el papel de los Mossos d’Esquadra de la comisaría de Santa Coloma de Farners (Girona) en la red de corrupción policial vinculada al narcotráfico de marihuana, los investigadores han organizado ruedas de reconocimiento para conseguir que el traficante arrepentido que estiró la manta y dos trabajadores del centro de reciclaje les pudieran identificar, y así ha sido.

Las ruedas de reconocimiento se han hecho en la comisaría, haciendo una excepción al orden de alejamiento decretada por el juzgado de instrucción 1 y confirmada por la Audiencia de Girona según la cual los policías que fueron detenidos -y dejados en libertad cuando avanzó la investigación- no se pueden acercar a menos de 300 metros de las dependencias de los Mossos.

La División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos d’Esquadra desplegó un operativo el 3 de septiembre que se saldó con la detención de cinco personas, tres de ellos Mossos d’Esquadra, por su supuesta implicación en una trama de tráfico de marihuana.

Según la investigación, los policías desviaban parte de la marihuana decomisada y falsificaban atestados para hacer ver que lo habían llevado a destruir. Entonces, compichados con traficantes, la volvían a poner en circulación.

Las defensas, encabezadas por los letrados Carles Monguilod, Benet Salellas y Manel Mir, recurrieron los autos de prisión. El 20 de octubre, la Audiencia de Girona estimó los recursos y ordenó que salieran en libertad, dos de los mossos bajo fianza de 20.000 y 15.000 euros.

La Audiencia impuso a los agentes comparecencias semanales en el juzgado, los retiró el pasaporte y confirmó la orden de alejamiento de la comisaría y la prohibición de comunicarse con compañeros.

Los agentes que investigan el presunto caso de corrupción policial querían saber si dos trabajadores del centro de reciclaje donde los policías llevan a destruir la droga podían identificar a los agentes de los Mossos que fueron detenidos.

Esta acción es la que hizo estallar el operativo para detenerlos. Según la investigación, la DAI supo que los agentes tenían intención de llevarse parte de los 160 kilos de marihuana que habían intervenido agentes de tráfico en una actuación. La droga estaba depositada en un camión-contenedor en el exterior de la comisaría.

Los agentes investigados, un cabo y un agente, fueron a buscar cinco bolsas de droga, un movimiento que quedó grabado por las mismas cámaras de videovigilancia de la comisaría. Después, según la vigilancia, la llevaron a casa del otro agente. Más tarde, según la investigación, llevaron la droga a un domicilio del cuarto investigado, que no es agente de los Mossos.

Entonces, según la investigación, el cabo y el agente llevaron un saco al centro de reciclaje. La DAI intervino la única bolsa que habían llevado y, dentro, estaban las otras bolsas ya vacías y ni rastro de la marihuana. Los trabajadores del centro de reciclaje han identificado en la rueda de reconocimiento al cabo y el agente como los policías que llevaron aquella bolsa sin marihuana.

Otra rueda de reconocimiento que hubo fue para que el traficante delator –que denunció el caso de supuesta corrupción policial- identificara dos mossos que, según declaró al juzgado, solían ir con el cabo cuando él hacía tratos anteriores al inicio de la investigación de la DAI.

El juzgado también acabó citando como investigados estos dos agentes el 9 de octubre. El delator, acompañado de su abogado Joan Pere Zapata, los ha identificado. El juzgado también acabó imputando a este traficante por su supuesta implicación en la trama de narcotráfico.