Choque independentista

Aragonès avisa a Puigdemont y reivindica una presidencia sin “sustituciones ni tutelas”

El candidato republicano a la Generalitat se enfrenta hoy a una nueva votación fallida ante la abstención de JxCat

El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, se encamina de nuevo hacia una investidura fallida, la segunda en apenas tres días después del debate frustrado del viernes. Y el motivo no es otro que el rechazo de Junts per Catalunya, socio actual de los republicanos en el Govern, de apoyar la candidatura del republicano por las crónicas diferencias en el seno del independentismo. Con este precedente se ha presentado hoy Aragonès en el Parlament para tomar la palabra con un discurso breve, de apenas 30 minutos, en el que ha repasado los trazos que a su juicio debe conllevar la “Generalitat republicana”, mucho más político que el de la primera sesión y con varios mensajes dirigidos directamente a Carles Puigdemont. De hecho, el líder de Esquerra ha reivindicado una presidencia “sin sustituciones ni tutelas”, una referencia directa al mando que quiere ejercer JxCat y el propio Puigdemont a través del Consell per la República.

Aragonès ha querido dejar claro que gobernará “sin sustituciones ni tutelas” y ha alertado hasta en dos ocasiones -prácticamente consecutivas- de la necesidad de preservar el liderazgo desde el Palau de la Generalitat: “Esta coordinación [del independentismo] debe permitir multiplicar nuestra fuerza. Y que sólo será posible si reconoce todos los espacios, tanto dentro de Cataluña como en el exilio, pero también si pone en valor el liderazgo de las instituciones de Cataluña, este Parlament, el gobierno y su presidente, que tienen una responsabilidad indelegable e insustituible”. Una última frase dirigida a reivindicar el poder de la Generalitat ante la estrategia de “bifurcación” que plantea Junts para trasladar el foco y la dirección del “procés” a Puigdemont.

Y es que el papel del Consell per la República, un órgano privado que preside el líder postconvergente desde Waterloo, es el gran escollo en las negociaciones entre JxCat y ERC para conformar un nuevo Govern independentista. Los postconvergentes exigen que la estrategia y la hoja de ruta del “procés” se canalice a través de esta entidad y de Puigdemont, algo que los republicanos rechazan.

Precisamente, Aragonès ha hecho referencia a los escollos entre independentistas nada más empezar su discurso, ha asegurado que las discrepancias programáticas con los postconvergentes “son mínimas” con el fin de presionar a JxCat y ha subrayado que “las distancias no son insalvables” para pedir su apoyo en este segundo intento de investidura.

“Estoy convencido de que nos podemos poner de acuerdo, porque compartimos objetivos”, ha recalcado Aragonès antes de advertir, eso sí, que “no se entendería” que en esta nueva etapa las fuerzas independentistas no fuesen capaces de “sumar con la misma fuerza” que en legislaturas anteriores. Un nuevo aviso a sus socios actuales de JxCat después de que ERC facilitara la investidura de Quim Torra en el mandato anterior y la presidencia de Laura Borràs en el Parlament hace apenas tres semanas.

JxCat replica: “Nadie le impondrá tutelas y menos desde el exilio”

La réplica de JxCat no se ha hecho esperar. En su turno de intervención, el segundo de la jornada tras el discurso de Salvador Illa (PSC), la dirigente postconvergente Gemma Geis ha respondido directamente al republicano y a sus palabras sobre una presidencia con poder, “sin sustituciones ni tutelas” por parte de Puigdemont: “Nadie le impondrá tutelas y menos desde el exilio. Las propuestas sobre la mesa dejaban claras que su presidencia quedaban al margen de la propuesta colegiada del independentismo”. Geis también ha verbalizado otra de las exigencias de Junts a Aragonès: pactar una unidad de acción del independentismo en el Congreso, condición que ERC rechaza.

Además, la diputada postconvergente ha criticado el preacuerdo alcanzado entre ERC y la CUP para la investidura, ha afeado a los postconvergentes que iniciaran las negociaciones con los antisistema y ha calificado su pacto de “estéril”.

Segundo intento fallido en tres días

La primera vuelta de la investidura terminó con una votación en la que Aragonès quedó lejos de la necesaria mayoría absoluta: 42 votos a favor (ERC y CUP), 61 en contra (PSC, Vox, los comunes, Ciudadanos y PP) y 32 abstenciones de JxCat. En la votación de este martes, a Aragonès le bastaría la mayoría simple para ser investido -más votos a favor que en contra-, pero sigue necesitando el voto a favor de la formación postconvergente, clave en la ecuación independentista.

Si como es previsible fracasa también la segunda votación, ERC y JxCat dispondrán de dos meses para alcanzar un acuerdo e investir a Aragonès antes de que el 26 de mayo expire el plazo límite para culminar la investidura del nuevo president. De lo contrario, ese día quedarían convocadas automáticamente nuevas elecciones para mediados julio.