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JxCat ignora el órdago de ERC y se resiste a regalarle sus votos a Aragonès

Los posconvergentes exigen continuar negociando para formar un gobierno de coalición

El secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, durante una rueda de prensa en la sede de JxCat en Barcelona.
El secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, durante una rueda de prensa en la sede de JxCat en Barcelona.Andreu DalmauEFE

JxCat ha replicado de inmediato al órdago de Esquerra. El partido de Carles Puigdemont, que celebra un Congreso extraordinario entre ayer y hoy, ha rechazado aceptar la voluntad de los republicanos de gobernar en solitario y ha pedido continuar negociando para tratar de formar un gobierno de coalición. De hecho, el secretario general de JxCat, Jordi Sánchez, tampoco ha garantizado la investidura de Aragonès: “Si finalmente es investido president, tendrá siempre nuestro reconocimiento y apoyo”.

En este sentido, Sánchez ha asegurado que si ERC opta por no gobernar con JxCat y consigue un acuerdo con los Comunes y la CUP, su partido estudiará que cuatro diputados faciliten esta investidura de “un frente de izquierdas”. “Nosotros no especularemos con las elecciones, pero exigiremos al próximo gobierno seriedad y transparencia”, ha dicho, sin garantizar del todo la investidura del candidato de Esquerra.

Sánchez ha querido explicar su versión de los hechos y ha asegurado que las conversaciones con Esquerra, hasta ahora, habían ido “razonablemente bien” y se habían cerrado acuerdos en materia de Govern. “Como secretario general, os puedo decir a todos que no es cierto que JxCat haya propuesto ninguna tutela al president. hemos dejado bien claro que el Govern no podía ser tutelado, sino liderar una estrategia independentista”, ha replicado Sánchez, en alusión a la acusación de Aragonès contra la voluntad de JxCat de dirigir el “procés” desde el Consell per la República de Puigdemont.

“Como JxCat, nos reafirmamos en que un Govern de unidad es posible y será posible si todos ponemos nuestra voluntad”, ha aseverado, tras reconocer su sorpresa por la determinación con que Aragonès ha anunciado su intención de gobernar en solitario y ha reprochado el doble rasero de ERC con el PSOE y con JxCat. “Después de 83 días nos ha conminado a cederle los votos y romper las conversaciones. debo decir que nos hubiera gustado que esta contundencia que ha mostrado hoy, la hubiéramos tenido también con el Gobierno de Pedro Sánchez después de que un año y medio después de la investidura no han obtenido resultados”, ha dicho.

Puigdemont

Puigdemont también ha intervenido en el cierre del Congreso y ha advertido de que su partido fue “muy claro” tanto en campaña electoral como después del 14-F en sus exigencias. Y, en este punto, ha reivindicado a JxCat como partido “decisivo” para la independencia y ha asumido que “algunos” querrían que no existiera y ha aludido tanto a la CUP como a Esquerra. Contra los cuperos, ha criticado que pretendan cambiar el modelo económico y social que ha regido Cataluña y contra Esquerra por creer que “se puede gobernar bien y atender los problemas” permitiendo “un déficit fiscal de 160.000 millones en los próximos 10 años”.

“Son suficientes 40 años para saber que las necesidades urgentes de Cataluña no las resolverá el Estado. El Estado es responsable de que se cronifiquen los problemas. JxCat se dispone a librar esta batalla”, ha zanjado.

El Congreso de JxCat ha servido para que los militantes escogieran a Josep Pagès como Defensor del afiliado y a Anna Erra como presidenta del Consell Nacional.